viernes, 28 de noviembre de 2014

Robert el muñeco


Cuantas historias no conocemos de niños que tienen amigos imaginarios, pero ¿qué sucede cuando los niños comienzan a ser atormentado por estos juegos? ¿Te imaginas que pasaría que este pequeño dejara de dormir a causa de algo extraño en lo que antes era todo un juego?

 
Así es como comienza la historia de Robert, un niño que vivía con sus padres, ellos eran conocidos como la familia Thomas Otto. Los padres de Roberteran muy estrictos pues tenían grandes aspiraciones para él, querían que fuera un hombre exitoso y todo esto se tenía que lograr con base a una buena educación.
 
Se decía que la familia Otto, maltrataba mucho a los empleados domésticos que tenían. Cuenta la historia que fueron 4 sirvientes a los que la señora Otto corrió de su casa por haber visto en el jardín a su parecer una ceremonia que parecía brujería.
 
Uno de estos sirvientes despedidos, fue la niñera que se hacía cargo de Gene o Robert, el hijo de los Otto, debido a los constantes viajes de los padres. Una noche antes de irse , le regaló a Gene un muñeco hecho a su imagen y semejanza. Gene, se encariño muy pronto con éste muñeco, a donde quiera que fuera, el muñeco lo acompañaba.
 
Fue ahí cuando todo empezó a cambiar, los padres de Gene observaban y escuchaban cosas muy extrañas. Los vecinos les comentaban que mientras ellos no estaban en casa, veían a un muñeco que se asomaba por las ventanas, los padres no sabían si hacer caso de éstos comentarios. Por otro lado Robert comenzó a hecharle la culpa sobre algunas travesuras a su muñeco. A tal punto llegó, que los padres escuchaban al muñeco reírse y caminar por toda la casa.
Después de algunos días Robert empezó a tener pesadillas gritando con dolor por las noches. Cuando los padres de Robert esuchaban los gritos corriendo acudían al cuarto de su pequeño, y la sorpresa cuando llegaban al cuarto era ver los muebles tirados y fuera de su lugar y al pequeño Robert en una esquina muerto de miedo.
 

Casi siempre que ocurría esto encontraban al muñeco en los pies de la cama de su hijo y con una mirada penetrante y tenebrosa, mientras que Robert gritaba, ¡él lo hizo!. Los padres no entendían que era lo que estaba pasando, y decidieron terminar con el tormento, encerrando al muñeco en el desván.
 
Los años pasaron, Gene creció y su padre murió, heredando la casa en donde creció y pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia. Así que decidió regresar con su esposa, después de la mudanza, Gene encontró a su viejo amigo Robert, y decidió sacarlo del desván y ponerlo en un cuarto. El lazo que algún día existió entre ellos regresó y para la esposa de Gene esto fue muy extraño.
 
Llegó un momento en el cual la esposa de Gene estaba harta de la situación regresando de nuevo al muñeco de donde había salido. Cuando Gene se dio cuenta de lo que había hecho su esposa se molesto y regresó a Robert a un cuarto explicándole a su esposa que Robert necesitaba su propio cuarto, la esposa de Gene comenzó a dudar de la cordura de su esposo. Después de varios días comenzó la misma historia, los vecinos veían cosas extrañas, veían al muñeco haciendo muecas desde la ventana, quien entraba al cuarto donde estaba Robert, veía al muñeco meciéndose frente a la ventana y quejándose de su encierro. Nadie quería visitar a Gene y a su esposa por todas esas historias que se contaban.
Harto de nuevo, Gene regresó a Robert al desván, pero no todo se terminó ahí, la gente escuchaba ruidos extraños y risas en varias partes de la casa. Gene  Otto murió en 1972 y su esposa vendió la casa dejando a Robert en ella, y fue después cuando los nuevos dueños de esa casa encontraron a Robert. La hija pequeña tenía 10 años, y se emocionó tanto al ver a este muñeco que lo llevó a su habitación junto a sus demás muñecos.
 
Pero al parecer, la niña no fue del agrado de Robert y comenzó a molestarla, al punto en el que la niña gritaba de terror por las noches, y cuando los padres llegaban, la niña comentaba que el muñeco intentaba matarla. Aún después de 30 años, ella sigue asegurando que el muñeco se movía por las noches intentando matarla.
 

Robert, todavía existe, y está con su traje blanco de marinero abrazando un león de peluche. Robert, cuenta con su propio museo en el museo de Martello en Key West. Cuenta la gente que para poderle tomar una foto se necesita primero pedirle permiso, si el muñeco inclina la cabeza hacia un lado, sería que está de acuerdo pero si él no hace nada y se sigue insistiendo o si se burla del muñeco, la cámara dejará de funcionar y según la leyenda la maldición de Robert tendría.
 
Ejemplo muy claro de esto, son las fotografías que se encuentran en la sala y las miles de cartas en donde le solicitn a Robert, quitar la maldición que ha caído sobre ellos. Incluso en el museo se dice que por las noches se puede oir ruidos y ver sombras en la sala donde se encuentra Robert.
Leyenda o no, Robert ha sido un caso muy extraño y jamás se podrá saber que es lo que rodea al pequeño muñeco.

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