martes, 28 de abril de 2020

Historia de la inmortalidad: los inmortales en el mito y la leyenda

El Secreto de la Inmortalidad de los dioses antiguos: sustancias de origen misterioso

Uruk de Mesopotamia fue probablemente el primer inmortal de las leyendas. Se creía de él que era un individuo “normal” que, sencillamente, no podía morir. Sin embargo, la mitología sugiere que siempre han existido inmortales y consejeros. En este sentido, Uruk podría ser considerado como el primer ejemplo de un consejero inmortal de la humanidad.
Gilgamesh era rey de la ciudad de Uruk. Supuestamente vivió 2.000 años después de Uruk el Inmortal. Según algunas leyendas, Uruk vivió en la corte de Gilgamesh, e incluso fue uno de sus maestros. Gilgamesh era hijo de Lillah y Ninsun.

Dos vidas, dos formas de ser

El mito de Enkidu nos habla de nueve mujeres inmortales que llegaron hasta él cuando nació. Estas nueve mujeres eran las hadas que realizaban predicciones sobre la vida de un niño y su destino al nacer. Tras una serie de buenos augurios de las primeras ocho hadas, la última, la más joven pero también la más sabia, predijo que Enkidu viviría dos vidas: una propia, en la que actuaría erróneamente, y una segunda que le pertenecería a ella y en la que sus acciones estarían caracterizadas por su rectitud.
Fragmento de un relieve dedicado a la diosa Ninsun, madre de Gilgamesh. (Public Domain)
Fragmento de un relieve dedicado a la diosa Ninsun, madre de Gilgamesh. (Public Domain)
Además, el hada afirmó que esperaba un gran don para la segunda vida de Enkidu. Estaba en lo cierto. En su primera vida, a pesar de ser fuerte, valeroso y sabio, como habían predicho las primeras ocho hadas, Enkidu cometió muchos errores y lo echó todo a perder tanto en su reino como en su vida personal. Finalmente, con su reino ya en decadencia, Enkidu se encontraba en su lecho de muerte. Fue entonces cuando suplicó el perdón de la sabia hada que había predicho que viviría dos vidas diferentes.

En ese momento, la inmortal hada se le apareció e hizo retroceder el tiempo de nuevo hasta el momento en que Enkidu era aún joven. En esta segunda vida, Enkidu actuó con rectitud, se casó con Ninsun y concibió a Gilgamesh, el gran ‘don’ que el hada le había predicho.
Posible representación del rey Enkidu. (CC BY-SA 3.0)
Posible representación del rey Enkidu. (CC BY-SA 3.0)

El mortal deseo de Karún

Carún era un inmortal de la cultura etrusca. Se cuenta de él que descendió a los infiernos y regresó, y también es conocido por haber sido infeliz a causa de su condición inmortal. Es uno de los poquísimos inmortales cuyo único deseo era la muerte. Curiosamente, en mitos de todo el mundo, los héroes que viajan al infierno y regresan pueden ser reconocidos como inmortales porque dejan el mundo de los vivos sin haber muerto y vuelven a él posteriormente. Los dioses de las antiguas mitologías también son inmortales. En ocasiones se considera a los antiguos dioses seres humanos inmortales disfrazados. El dios eslavo Veles, por ejemplo, admitía ser inmortal, pero no un dios.

Vampiros, hombres-lobo y la Iglesia

Los vampiros son un buen ejemplo de criaturas mitológicas inmortales. Según cierta teoría, las historias de vampiros fueron creadas por auténticos inmortales a fin de mantener en secreto su propia existencia. Taulreus defiende esta idea en su libro Gheestelycke Sermoonen. Los seres terroríficos como vampiros y hombres-lobo evitarían por tanto que la gente considerase la posibilidad de la existencia real de seres humanos inmortales.

En el pasado, la Iglesia prohibió e intentó destruir todos aquellos libros que planteaban la posibilidad de la existencia de inmortales bajo una forma física. Por otro lado, los alquimistas eran acosados y perseguidos por buscar la Piedra Filosofal, un mineral legendario que supuestamente serviría para elaborar el elixir de la vida (eterna).
‘El alquimista en busca de la Piedra Filosofal’, óleo de Joseph Wright, 1711. (Public Domain)
‘El alquimista en busca de la Piedra Filosofal’, óleo de Joseph Wright, 1711. (Public Domain)

Leyendas posteriores

La obra Gheestelycke Sermoonen nos habla de un joven soldado que pasa a formar parte de un grupo de mercenarios. En el transcurso de una batalla, el joven es testigo de cómo dan muerte a su comandante, jefe de los mercenarios. Antes de morir, el jefe deja al joven al mando. Con el paso del tiempo, el nuevo comandante envejeció y se retiró a una ciudad de algún lugar de Egipto. 
Cierto día, cuando se dirigía al mercado, el ahora anciano se encontró con el antiguo jefe de los mercenarios, que él pensaba muerto desde hacía muchos años. Sin embargo estaba bien vivo, y su apariencia era exactamente la misma que la que había conocido el anciano hacía tanto tiempo. El hombre preguntó a su antiguo comandante si era inmortal. El inmortal reveló entonces su identidad, y le dijo a su viejo amigo que finalmente había conseguido realizar su destino.
Otro inmortal famoso fue el Conde de Saint Germain. No obstante, Saint Germain fue uno de los inmortales más recientes de la historia. Entre estos inmortales relativamente modernos también se encuentra Nicolás Flamel, un hombre de quien se decía que había descubierto la Piedra Filosofal y la había utilizado para elaborar el elixir de la vida a fin de alcanzar la inmortalidad.
Ilustración del Conde de Saint Germain obra de Charles Sindelair. (1935) (Public Domain)
Ilustración del Conde de Saint Germain obra de Charles Sindelair. (1935) (Public Domain)
Mitos y leyendas de todo el mundo están llenos de historias sobre inmortales. Existen incluso diferentes tipos de inmortales. Algunos de ellos al parecer nacen ya inmortales, mientras que otros alcanzan esta condición como alquimistas al descubrir la Piedra Filosofal y el Elixir de la Inmortalidad. ¿Qué hay de cierto en estas historias de inmortales? ¿Es posible que hayan sido obra de auténticos inmortales con la intención de ocultar su existencia? Es muy posible que no encontremos jamás la respuesta a estas preguntas.
Imagen de portada: Ilustración alegórica de la inmortalidad. (Gnostic Warrior)

jueves, 23 de abril de 2020

https://scontent-mad1-1.xx.fbcdn.net/v/t1.0-9/89195616_2622086867919046_7396414492415885312_n.jpg?_nc_cat=108&_nc_sid=8024bb&_nc_ohc=A-D0HEN_ZhYAX9RS5yz&_nc_ht=scontent-mad1-1.xx&oh=be3cb1f0fea4dd3cd740ce92994df450&oe=5EC6E62D
Los científicos confirman que el "pueblo tibetano" son descendientes directos de una raza extraterrestre

En 2010, un grupo de investigadores analizó los genes específicos responsables de la adaptación a la altitud de los tibetanos. Estos científicos de China, Dinamarca y la Universidad de California en Berkeley han podido identificar genes con mutaciones muy comunes en los tibetanos, pero muy raros en las poblaciones de tierras bajas. La investigación ayudó a los científicos a comprender cómo se comporta el cuerpo en ausencia de oxígeno y enfermedades asociadas con la falta de oxígeno en el útero.

Tibetanos, descendientes de razas extraterrestres

Pero la realidad es que los científicos de este descubrimiento no han podido establecer el verdadero origen del extraño gen tibetano (EPAS1). Y esta falta de conocimiento dio paso a varias teorías que exploraron la posibilidad de que seres extraterrestres vinieran a la Tierra en la antigüedad. Según algunos expertos, cierta raza alienígena huyó de su planeta moribundo y llegó a la Tierra, estableciéndose en el Tíbet, donde las condiciones de vida eran muy similares a las suyas, es decir, áreas con una atmósfera suave y baja temperatura.

Esto explicaría perfectamente las diferencias mentales y las peculiaridades de los tibetanos que son considerados los abanderados de la espiritualidad humana. Así, para muchas personas, los tibetanos, descendientes directos de la raza extraterrestre, fueron la causa de las concepciones filosóficas modernas de la civilización extraterrestre. Los teóricos de la conspiración también dicen que también es posible que el Tíbet oculte archivos relacionados con la existencia de seres extraterrestres, así como muestras de su arte, por lo que no es casualidad que los investigadores y los militares estén muy interesados ​​en el Tíbet.

Son los tibetanos descendientes directos de los extraterrestres ...
Diferentes creencias sobre el origen de los tibetanos.

Los tibetanos que conocen su verdadero origen siempre han mantenido que mucho antes de que comenzara la historia de la humanidad, los gigantes caminaron por la Tierra. Fueron los custodios de la Tierra quienes vinieron aquí para "supervisar" el desarrollo de la vida en este planeta. Esta raza de gigantes de origen extraterrestre no pasó desapercibida, por lo que decidieron tener el mismo tamaño que los humanos. Entonces pudieron mezclarse con humanos sin ser reconocidos.

Esto es simplemente parte de las creencias de los monjes tibetanos sobre el origen de nuestra civilización y la llegada de seres extraterrestres, lo que a su vez dio lugar a que los tibetanos lo conozcan hoy y parece ser demostrado por la investigación científica sobre su gen sorprendente.

Son los tibetanos descendientes directos de los extraterrestres ...
Evidencia extraterrestre

Y no podemos ignorar el descubrimiento de un misterioso artefacto tibetano, exactamente una estatua, encontrada por una expedición dirigida por el famoso investigador alemán Ernst Schäfer, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial. Aparentemente resultó que los nazis encontraron algo más importante de lo que pensaban. El misterioso hallazgo de origen budista se compone de 10 kg de hierro compuesto de ataxita alienígena, una clase de hierro rara con un alto contenido de níquel que es muy rara y se dice que no proviene de la Tierra sino del cosmos, por lo tanto extraterrestre.

Una antigua estatua de Buda recuperada por primera vez de una expedición nazi en 1938 había sido tallada en la ataxita, un mineral muy raro en la Tierra.

Los expertos creían que era una práctica común en muchos tibetanos que adoran fragmentos de meteoritos o artefactos hechos por ellos porque los consideraban parte de sí mismos. La escultura de Vaisravana quizás representaba al dios budista, sin embargo, los detalles históricos y etnológicos de la escultura "Iron Man" y la fecha de producción siguen siendo un misterio. Como se mencionó anteriormente, la falta de información de los científicos está causando que muchas personas crean que el origen de los tibetanos es claramente extranjero.

Sabiduría transmitida por seres extraterrestres.

Algunos expertos sostienen que el origen extraterrestre de los tibetanos también les da acceso a ciertos poderes psíquicos, como la visión remota, que no es nada extraño en los monasterios tibetanos. Durante miles de años, la visualización remota, además de otras actividades espirituales, ha dominado la cultura tibetana. Según los expertos, algunos tibetanos tienen la capacidad de predecir eventos como nuestra autodestrucción.

Y eso es lo que aparentemente los monjes budistas advirtieron de nuestra destrucción. Las grandes potencias mundiales se destruirán mutuamente. Pero será en ese preciso momento cuando sucederá algo extraordinario, ya que él dice que los poderes divinos sobrenaturales de los tibetanos intervendrán.

Budistas "contactan" con extraterrestres y predicen la Tercera ...
Los monjes también dijeron que más allá de 2020 nuestra civilización actual comprenderá que la última frontera de la ciencia y la tecnología estará en el área de la espiritualidad y no en los aspectos materiales de la física y la química. El pueblo tibetano cree que después de 2020, nuestra vida tendrá una dirección muy diferente ya que las personas aprenderán la esencia de la espiritualidad, la relación entre el cuerpo y el alma, la reencarnación y el hecho de que estamos conectados entre sí. otro, una sabiduría transmitida directamente de sus padres extraterrestres.

Como hemos visto, hay mucha evidencia que parece mostrar el origen extraterrestre de los tibetanos y que está oculta por los gobiernos y la ciencia oficial, con la única intención de nunca descubrir nuestra verdadera identidad.
 
 
 

viernes, 17 de abril de 2020

El Sello de Salomón | Mucho más que un poderoso talismán

El Sello de Salomón | Mucho más que un poderoso talismán. ¡Descúbrelo!En la mayoría de culturas humanas antiguas se pensaba que determinados objetos estaban dotados de poderes y propiedades especiales y eran considerados mágicos. Ya fueran talismanes o amuletos, sus propietarios creían estar protegidos de males diversos gracias a ellos e incluso creían que los dotaba de energía o beneficios específicos.


El Sello de Salomón

El Sello de Salomón | Mucho más que un poderoso talismán. ¡Descúbrelo!
El Sello de Salomón era el anillo que portaba el rey Salomón según la tradición judía medieval y en el que también creía la tradición islámica y una gran parte de las corrientes ocultistas occidentales. El Sello de Salomón ha sido representado tanto como un pentagrama como con la forma de un hexagrama o Estrella de David dentro de un círculo. Fue utilizado como talismán o amuleto en diferentes religiones y se creía que era el emblema a través del cual el rey Salomón consiguió gobernar a los «genios». Los genios eran seres fantástico de la mitología semítica llamados también jinn o djin. Eran invisibles y podían adoptar formas diversas ya fueran humanas, animales o vegetales. Tenían el poder de «influir espiritual y mentalmente» sobre las personas.
Rey Salomón
Se le atribuían además poderes extraordinarios y era el «símbolo ideal de lo absoluto». El portador quedaba protegido de la muerte, de las amenazas y de todo tipo de males y problemas.

La forma del anillo

anillo
En las versiones más antiguas era un anillo de latón en el que estaban engarzadas cuatro piedras preciosas y tenía grabado el nombre de dios. Posteriormente, se creía que el sello de Salomón tenía dos triángulos. El triángulo con el vértice hacia arriba representaba la Trinidad u otras deidades positivas o virtudes como el amor, la verdad y la sabiduría. El triángulo con el vértice hacia abajo solía representar el mundo material, los enemigos del alma representados por la carne, el mundo y el diablo y cuando ambos triángulos se entrelazaban en el Sello de Salomón significaba el triunfo del espíritu sobre la materia.
También se ha representado como un pentagrama dentro de dos círculos concéntricos que contienen símbolos variados de significado místico o por dos triángulos entrelazados, no cruzados, que forman una estrella sin fin.

La leyenda del Sello de Salomón

El Sello de Salomón | Mucho más que un poderoso talismán. ¡Descúbrelo!
En las leyendas medievales tanto judías como cristianas o islámicas encontramos menciones al Sello de Salomón. Este era un anillo mágico que habría pertenecido al monarca descendiente de David y que le dio el poder de comandar a los genios y hablar con los animales.
La leyenda del Sello de Salomón más extendida explica que fue grabado y entregado al rey Salomón por el propio Dios desde el Cielo. Se creía que había sido un elemento clave en la proverbial sabiduría del monarca y por todo ello se consideraba un amuleto o talismán. El sello tenía dos caras una de latón y otra de hierro y ambas se utilizaban una para sellar las órdenes a los espíritus o genios buenos y la otra a los malvados. Cuenta la leyenda que un demonio llamado Asmodeo consiguió apoderarse del anillo y durante cuarenta días suplanto a Salomón en el gobierno. Finalmente, el demonio arrojó el anillo al mar y este fue tragado por un pez. El pez fue pescado por servidores del palacio del monarca y cuando el rey fue a consumir el pescado que le servían, se encontró en su interior el anillo perdido.

El hexagrama y la Estrella de David

estrella de David
Una de las representaciones más extendidas del Sello de Salomón es en forma de hexagrama o «Estrella de David». El hexagrama, que se convirtió en uno de los símbolos del judaísmo y vemos incluso en la bandera de Israel adoptada en 1948, tiene su origen en esas antiguas representaciones del siglo XIV del Sello de Salomón.

El Sello de Salomón y el genio de la botella de Las Mil y Una Noches

El Sello de Salomón | Mucho más que un poderoso talismán. ¡Descúbrelo!
«Al abrirla encontró un enorme jarrón de cobre dorado, lleno e intacto. La boca estaba cerrada con un plomo que ostentaba el sello de nuestro Señor Soleimán, hijo de Daud.» Del cuento de la Mil y Una Noches «El pescador y el genio».
Si leéis atentamente el cuento titulado «El pescador y el genio» de Las Mil y Una Noches» veréis que se menciona el Sello de Salomón o «Soleimán». Los genios eran considerados por el islam «seres creados de fuego sin humo» que convivían en la Tierra con los humanos. No eran ni buenos ni malos por naturaleza, sino que dependía su comportamiento de si obedecían a Dios o al demonio. Para mantener a un genio, como el del cuento, dentro de una botella era necesario que esta fuera sellada con una tapa de plomo estampado con el anillo o Sello de Salomón. El genio del cuento estuvo 1.800 años encerrado en la botella de cobre sellada de esta manera.
El Sello de Salomón representó para muchas culturas un talismán o amuleto extraordinario y para aumentar su poder solían incluir en el interior del sello símbolos como una Cruz de Tau, el Yodh hebreo o una cruz ansada egipcia.
Confirmamos la realidad de una leyenda urbana sobre este monumento que alberga la entrada principal al museo del Louvre, en París, y que lo asocia con el famoso número bíblico de la bestia. El dato había llegado a mis oídos hace muchos años ya pero sinceramente, siempre creí que era apenas otra leyenda urbana. Se me hacía difícil imaginar un guiño tan obvio para expertos en Teología y Satanismo. No podía ser verdad… pero lo era. Estábamos en París, en el tramo final de nuestro último viaje. Y allí, de pie en la amplia explanada que da acceso al famoso Museo del Louvre, contemplaba el enigma: la pirámide cristal que confirma el «hall» de acceso al mismo, formada por 666 cristales. Seiscientos sesenta y seis. El número bíblico del Anticristo. Esa era la «leyenda urbana» que, después de todo, parecía ser realidad. Los había contado: había 654, pero como la puerta de acceso, cerrada, hubiera sumado más cristales, el área de aquella necesitaba otros… doce, lo que nos daba el número «maldito». Si a esto le sumamos que fue mandado construir por indicación del que supo ser máximo mandatario francés, François Miterrand, conocido por sus inquietudes esotéricas, la cosa se alejaba dramáticamente de la posibilidad de una «casualidad». Pero lo llamativo no terminaba allí… El autor de este artículo, Gustavo Fernández, frente a la pirámide del Louvre. En otro amplio espacio, frente a la primera Gran Pirámide Cristal –que se encuentra rodeada, a su vez, por otras tres pequeñas cuyo número de cristales no es numerológicamente significativo—, a cierta distancia, otra enorme pirámide de cristal, pero esta vez invertida y subterránea, hace de gigantesca claraboya de luz para un área despejada del centro comercial que se encuentra en el subsuelo. Entiéndase bien: no actúa como boca de luz para el área comercial, sino para una zona «muerta» anexa a aquél. Y su vértice invertido casi toca otra pequeña, de material, que poya sobre el suelo. Para quienes vieron la película El Código da Vinci, es el lugar donde, al final del filme, el académico Roberto Langdom deduce que se encuentran enterrados los restos de María Magdalena. La pirámide respeta las proporciones de la pirámide egipcia de Keops, y pese a que la Wikipedia dice que tiene 673 cristales, insisto: contados y recontados, son 666. Supongo que ese dato, proveniente del mismo museo, es una forma de desalentar los rumores que corren sobre esa extraña correspondencia (total, ¿cuántos turistas tendrán la paciencia de ponerse a contarlos? Vaya este comentario como humilde homenaje a mi mujer, Mariela, aterida de frío bajo la pertinaz llovizna de esa helada mañana mientras yo contaba pacientemente…). La pirámide invertida. Y este es el punto en que debo fijar una posición personal: no me parecen congruentes —evito decir «no creo», porque sería una contradicción lógica: estaría expresando entonces sólo una creencia que no debería ser empíricamente demostrada— las supuestas «evidencias» de la probabilidad del hipotético anticristo, y por otro lado, está demostrado que en los primeros escritos cristianos la Marca de la Bestia era 616, y no 666. Por ende, sospecho que el tal 666 remite a otra cosa (intuyo vinculado con la Geometría Sagrada) y su transliteración «demoníaca» en el Apocalipsis fue una estrategia de la Iglesia para «demonizar» el conocimiento numerológico, neopitagórico, es decir, esotérico. La Wikipedia nos ofrece distintas interpretaciones al gusto del lector… ¿Cuál será la razón de ser de ese número? A la interpretación clásica y perimida que adjudica al 666 al «anticristo», otros muchos estudiosos de lo esotérico señalan también que el número debe interpretarse de otra manera. En el sentido de «final de un ciclo» para dejar paso a otro completamente renovado. Además, dicha construcción se ubica, también, en el centro de quartier (barrio) uno, de los 20 en que se divide el París antiguo, y que se desarrolla en una espiral como el centenario Juego de la Oca, partiendo, precisamente, del Louvre hasta su final. Así, se supone que Miterrand envió a construir este «edificio de poder» en el corazón de la gran espiral que es París, como un elemento que «despertara» el poder dormido de la otrora gran nación. En ese sentido, revisar mi artículo El Grial de la Búsqueda. Allí señalo la esotérica importancia que tendría el quartier (barrio) donde, en el siglo XII, se edificó el palacio real del Louvre, tardíamente devenido en Museo. «Ha logrado, asimismo, que a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, se les ponga una marca en la mano derecha o en la frente; ya nadie podrá comprar ni vender si no está marcado con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre. Aquí verán quién es sabio. Si ustedes son entendidos, interpreten la cifra de la bestia. Se trata de un hombre, y su cifra es 666». Apocalipsis 13, 16-18. Los estudiosos de Piramidología (la disciplina que estudia la energía de las pirámides) hemos, de hecho, escrito extensos trabajos señalando como las pirámides invertidas, enfrentadas a otras puestas al derecho, amplifican el «poder» que se manifiesta dentro de ellas, cualquier cosa que eso sea. Y esas pirámides enfrentadas son, precisamente, las que encontramos en el subsuelo ya señalado. Miterrand, quien, entre otros hechos conocidos, poco antes de ganar sus elecciones estuvo en Rennes le Chateau interesándose por los enigmas descubiertos por aquél cura entonces ignoto llamado Bérenguer Saunière (y sobre lo que escribí en mi nota El arcano misterio de un cura millonario) frecuentaba sociedades secretas y era un convencido que esos conocimientos espirituales podían ser determinantes tanto para la política doméstica como la internacional. Por supuesto, puede el lector seguir suponiendo que todo esto es casualidad. A él, le propongo un ejercicio aleccionador; calcular matemáticamente la probabilidad que un mandatario esoterista ordene construir una pirámide de exactamente 666 cristales… Por Gustavo

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: La pirámide de cristal del Louvre y el número 666 https://mysteryplanet.com.ar/site/la-piramide-de-cristal-del-louvre-y-el-numero-666/

martes, 14 de abril de 2020

Ed Gein, el asesino en serie que inspiró a Hitchcock

El ‘Carnicero de Plainfield’ despellejaba a sus víctimas para elaborar objetos con piel humana

Hasta su muerte, pasó el resto de sus días interno en un psiquiátrico

 

Ed Gein, el asesino en serie que inspiró a Hitchcock

La infancia y la adolescencia son las dos etapas claves en la vida de todo asesino en serie. En la mayoría de serial killers , aquellos años donde se cultiva no solo la educación, sino las normas, la ética y la personalidad, la familia donde crecen influye sobremanera en su comportamiento delictivo. En el caso de Edward Theodore Gein, más conocido como Ed Gein, no iba a ser menos. Su infancia claramente le marcó, y mucho.
De padre maltratador y madre estricta y fanática religiosa, el joven engendró una relación tortuosa e incestuosa con la matriarca. El complejo de Edipo que sufría derivó en una obsesión por la sangre y la tortura. La historia del conocido como ‘Carnicero de Plainfield’, ha inspirado series de televisión y películas como Psicosis de Alfred Hitchcock.

La moral y el pecado

Edward nació el 27 de agosto de 1906 en el condado de La Crosse en el estado de Wisconsin (EEUU). Con siete años, se trasladaron a la ciudad de Plainfield, a un pequeño rancho aislado a las afueras de la localidad para ejercer como granjeros. Uno de los primeros y más inquietantes recuerdos que Gein tuvo en su infancia: cuando, desde la puerta del matadero de la tienda de sus padres, observaba cómo abrían en canal a los cerdos con un cuchillo largo y afilado.
Al principio, Ed decía que la matanza le producía náuseas y que ver sangre le provocaba el desmayo. Aunque esa aversión chocaba con algunas de sus aficiones. Nos referimos a los cómics de terror y los libros dedicados a las torturas perpetradas en los campos de concentración nazis.
Augusta, madre de Ed Gein, el 'Carnicero de Plainfield'
Augusta, madre de Ed Gein, el 'Carnicero de Plainfield' (YouTube)
Durante los primeros dieciséis años de su vida, el único contacto del niño con la realidad fue el colegio. Pero Augusta le acaparaba tanto que le prohibía tener amigos para evitar que su pureza moral fuese manchada. De hecho, mientras citaba la Biblia, le recordaba que todos los hombres eran unos pecadores. Poco a poco se forjó una relación de lo más extraña, “una relación de amor-odio”, explica el psiquiatra George Amdt. Porque, el muchacho “la escuchaba, la adoraba y le hacía caso en todo”,
Sin embargo, con el tiempo aquella situación se convirtió en el “caldo de cultivo perfecto para una patología psiquiátrica”, asegura Harold Schechter autor de Deviant. “Eran cuatro personas bajo el dominio de esa mujer. Era el ambiente perfecto para la locura”.

Ed forjó “una relación de amor-odio” con su madre

En cuanto al maltrato paterno, terminó en cuanto falleció en 1940. No sería la única muerte que sufriría la familia Gein. Parece ser que el fallecimiento de su hermano Henry, en realidad fue el primer crimen que cometió este psicópata. Y pese a que nunca se logró demostrar, todo apuntaba a que tras la muerte del patriarca, las disputas entre hermanos fueron in crescendo. Henry veía que la dependencia de Ed hacia su madre le perjudicada, algo que él negaba taxativamente.
Poco después, Henry moría en extrañas circunstancias: un incendio en la granja familiar terminaba con su vida. Según explicó Ed a la policía, ambos intentaron apagar el fuego, pero su hermano no logró escapar de las llamas. Tras pedir ayuda, no solo indicó el lugar donde se encontraba el cadáver de su hermano, si no que éste apareció con un golpe en la cabeza. Finalmente, la investigación certificó muerte por asfixia. Era 1944.

Suplantando a su madre

Primero el padre, después el hermano y un año más tarde de la tragedia del incendio, Augusta también fallecía. Sufría problemas del corazón. Al contrario que con los dos primeros, la muerte de su madre afectó sobremanera a Gein. No tenía a nadie más con quien comunicarse. “Se dio cuenta que no sabía hacer nada sin su madre”, indica Amdt. Porque su madre era “su único vínculo con la cordura”.
A partir de entonces, Ed dio rienda suelta al instinto criminal que le atormentaba. Ya no tenía la guadaña inquisitiva de su madre reprobando su conducta inmoral. Pero sí su voz, continua y permanente, hablándole en su mente.
Ed Gein pasó el resto de su vida internado en un psiquiátrico
Ed Gein pasó el resto de su vida internado en un psiquiátrico (AP)
La manera que Gein encontró de restituir la figura de Augusta fue la de profanar tumbas. Robaba cadáveres de mujeres de mediana edad que pudieran suplantar la imagen de su madre. Para ello, miraba la sección de esquelas del periódico local y seleccionaba a las víctimas. Después acudía al cementerio en el fragor de la noche, desenterraba los cadáveres, los cargaba en su furgoneta y los trasladaba hasta el sótano de su casa. Aquel lugar escondía los crímenes más horripilantes que podemos recordar.
Y aunque durante aquellos años, su hobbie se centró en el robo de personas muertas, a partir de 1947 se le atribuyen inexplicables desapariciones tanto en Plainfield como en sus alrededores.
Recorte de la muerte de Bernice Worden y la foto de Mary Hogan
Recorte de la muerte de Bernice Worden y la foto de Mary Hogan (LVD)
Una niña de 8 años a la puerta de su casa; una adolescente de 15 mientras cuidaba a los hijos de un vecino; un granjero y su amigo que iban a cazar… Pero nadie sabía quién era el artífice de estas ausencias. Tuvieron que morir dos mujeres, Mary Hogan y Bernice Worden, para que las autoridades señalaran a Ed Gein como el asesino.
Según los exámenes psicológicos que le realizaron una vez detenido, estos ratificaron que Edward era un hombre inteligente, por encima incluso de la media. Que infundía respeto y confianza en algunos de sus vecinos, pero con un trastorno emocional por el que a veces se comportaba de forma irracional. Otras en cambio, tenía períodos más lúcidos y de calma durante los cuales, sentía remordimientos.
La granja de Ed Gein
La granja de Ed Gein (Getty)
Todo ello unido a un desarrollo sexual y emocional tardío producido a causa de la represión ejercida por su madre, hizo que Gein creara un mundo de extrañas fantasías. En él, sus sentimientos con respecto a las mujeres se confundían con el dolor que sentía por la muerte de su madre y el temor a transgredir su propio y peculiar código moral.
Aquel conflicto se reflejaba en su mirada. Vecinas como Lena Trickey, afirma que se sentía muy incómoda en su presencia. “Había algo en sus ojos que me molestaba”, relata. “No era el tipo de persona en la que yo confiaría”, recalca. Curiosamente, aquel sentimiento solo lo tenían las féminas de la localidad.

A la luz de la luna

Así que con aquella patología, sumada a su irrefrenable impulso de matar, el asesino en serio eligió a su primera víctima. Mary Hogan, dueña de la taberna del pueblo, sufrió toda clase de vejaciones y disecciones. Era noche de luna llena, su favorita, porque se vestía con su particular disfraz de mujer confeccionado con la piel humana de sus víctimas.
Mientras el asesino perpetraba aquel macabro ritual en el sótano de su finca, un granjero de la zona, Seymour Lester, entraba a la taberna de la mujer. Era la tarde del 8 de diciembre de 1954. Seymour entró al local que estaba abierto e iluminado, pero completamente vacío. Todo era muy raro. Comenzó a llamar a Mary y nadie contestaba.
Imagen de la cocina de Ed Gein
Imagen de la cocina de Ed Gein (Getty)
Fue entonces cuando vio una gran mancha de sangre en la puerta que daba a la habitación trasera. Llamó al sheriff para pedir ayuda y cuando llegó con sus ayudantes, siguieron esas manchas de sangre que conducían al aparcamiento.
El coche de Mary seguía aparcado, y la mancha de sangre terminaba al lado de unas huellas recientes de un camión. Junto a ellas se toparon con un cartucho de pistola calibre 32. Las evidencias apuntaban a que Mary había sido asesinada y que habían arrastrado su cuerpo hasta un coche que esperaba fuera. No había señal alguna de lucha, no habían robado dinero de la caja registradora y tampoco parecía haber ningún motivo para tal crimen.

“Está en la casa, en la granja”

Las noticias sobre este misterio se propagaron con rapidez y a medida que pasaban las semanas sin que las autoridades encontraran nada nuevo, una pregunta surgía en todas las conversaciones: “¿Qué le pasó a Mary Hogan?”. Un mes después de los hechos, el mismísimo Ed Gein participó en uno de lo corrillos. Su antiguo vecino, Fred Rein, recuerda que dijo: “Está en casa, en la granja”. Pero nadie le hizo caso. Todos pensaron que bromeaba. Desgraciadamente, decía la verdad. Él la había asesinado.
Mary Hogan no fue la única víctima que pasó por la sala de operaciones de su sótano. La ferretera Bernice Worden fue su siguiente ‘invitada’ en la denominada “Granja de los horrores”. Bernice y Mary tenían algo en común para Gein: “No eran buenas mujeres”. O eso decía él.

A sangre fría

Era la mañana del sábado del 16 de noviembre de 1957 cuando el criminal arribó hasta la ferretería del pueblo propiedad de Bernice para comprar anticongelante. La mujer, de mediana edad y separada recientemente, se sorprendió cuando Ed le pidió salir. No le tomaba muy en serio. Así que tras apuntar su nombre en el libro de registros –lo hacía con cada comprador por tema de contabilidad-, Gein sacó su escopeta y la disparó. Cargó su cuerpo hasta el sótano y realizó el mismo ritual que con Mary.
Nadie echó en falta a la ferretera hasta bien entrada la tarde, cuando el encargado de la gasolinera vio la puerta cerrada con las luces encendidas. Cuando las autoridades llegaron, se encontraron con un gran reguero de sangre que llegaba a la parte trasera y se perdía tras unas huellas de furgoneta. Una vez registrado el local, se percataron del último apunte de Bernice. El nombre de Ed Gein aparecía como su último cliente.
La ferretería de Bernice Worden, víctima de Ed Gein
La ferretería de Bernice Worden, víctima de Ed Gein (Getty)
Mientras tanto, el asesino recibía la visita de unos amigos de la infancia. Bob y Darlene Hill llamaron a su puerta y Ed salió con las manos manchadas de sangre. Su excusa: estaba despedazando un ciervo. Les invitó a entrar, se lavó, se cambió de ropa y se dirigieron cenar a casa de la madre de los Hill. Fue allí cuando otro vecino apareció informando de la desaparición de Bernice. En ese instante, Gein reaccionó con un: “Debe tratarse de alguien con mucha sangre fría”.
Su amigo instó a que fuesen al pueblo para informarse y ayudar a la policía, pero en ese instante, varias unidades del sheriff irrumpieron en la propiedad. Iban a detenerle. Cuando Gein les vio, lo primero que soltó fue: “Alguien me ha incriminado”.

La granja de los horrores

En cuanto uno de los agentes confirmó por radio la detención del asesino, el sheriff junto al capitán del condado comenzaron a inspeccionar la casa de Gein. Durante el rastreo, se toparon con cadáveres colgando, restos de cuerpos humanos, montañas de basura, excrementos, libros de medicina y anatomía, y toda clase de elementos fabricados con piel humana. Por no mencionar cabezas reducidas al estilo jíbaro. Un apunte importante: el cadáver de su madre, Augusta, yacía aún en la cama de su habitación. Jamás fue enterrada.
Mientras investigaban su granja, Ed esperaba tranquilamente en la Prisión del Estado de Wautoma custodiado por dos policías. A las 2:30 de la madrugada del sábado 17 de noviembre, el sheriff regresó del escenario del crimen y le interrogó durante doce horas. No abrió la boca. Permaneció en silencio.
Ed Gein, 'Carnicero de Plainfield', detenido
Ed Gein, 'Carnicero de Plainfield', detenido (AP)
Fue a la mañana siguiente cuando el sospechoso confesó haber matado a Bernice y Mary Hogan. Sin embargo, siempre negó haber practicado canibalismo con los cadáveres, tal y como le insistieron los investigadores tras ver las múltiples mutilaciones que poseían los cuerpos.
Por otro lado, cuando los detectives le preguntaron sobre los otros cadáveres que encontraron en el sótano, Ed Gein afirmó que los había sacado del cementerio tras profanar sus tumbas. Eso sí, negó haber practicado sexo con ellos. Ahí cuando la prensa pasó a bautizarle con el apodo de “El Carnicero de Plainfield”. Acababan de destapar a un monstruo que estaba escondido.

Inspiración para el cine y la televisión

Tras varios exámenes psicológicos, el 18 de diciembre los médicos concluyeron que Gein sufría esquizofrenia y que por consiguiente, no estaba en condiciones de asistir a un juicio. Pero aquello no reconfortaba a los ciudadanos de Plainfield.
Después de pasar las navidades en un hospital psiquiátrico, el 6 de enero de 1958 el acusado escuchó impasible, comiendo chicle, el testimonio de tres psicólogos. Finalmente, el juez aceptó las recomendaciones de los expertos, y Ed Gein fue internado en el manicomio del Estado por tiempo indefinido. Pero aquella decisión judicial levantó tal oleada de protestas entre los habitantes de la localidad, que un día antes del domingo de ramos, en marzo de 1958, la famosa “Granja de los horrores” acabó en llamas.
Los vecinos queman la granja de Ed Gein
Los vecinos queman la granja de Ed Gein (Getty)
Los crímenes de Ed Gein y sobre todo la extraña y enfermiza relación que mantenía con su madre, inspiraron directamente la novela Psicosis de Robert Bloch, que más tarde sería adaptada al cine gracias a Alfred Hitchcock. De hecho, el cineasta recuperó la truculenta personalidad de este asesino en serie para crear el personaje de Norman Bates, interpretado por Anthony Perkins, y cuya precuela, la serie Bates Motel, está encarnada por el jovencísimo Freddie Highmore.
Otras cintas que también están basadas en el carnicero son: La Matanza de Texas; la película Deranged de 1974, protagonizada por Roberts Blossom; o el personaje de Buffalo Bill de El silencio de los corderos.
Cartel de la película 'Psicosis'
Cartel de la película 'Psicosis' (AP)
El 26 de julio de 1984 Ed Gein murió en el Mendota Mental Health Institute víctima de un cáncer e insuficiencia respiratoria. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio de Plainfield, en una tumba sin marcar, para evitar más tensiones entre la población local.
Nunca podremos saber realmente qué es lo que convirtió a Ed Gein en lo que era, un verdadero psicópata. Pero tras los homicidios perpetrados por el ‘Carnicero de Plainfield’, esta pequeña ciudad americana jamás volvió a ser la misma. Nada volvió a ser como antes. Aquellos crímenes los cambió para siempre.
Ed Gein, el asesino en serie que inspiró a Hitchcock
Ed Gein, el asesino en serie que inspiró a Hitchcock (AP)

lunes, 6 de abril de 2020

Jean Hilliard, la mujer que se congeló completamente y sobrevivió.

Jean Hilliard, una niña de 19 años de Lengby, Minnesota, fue encontrada congelada en la nieve. El amigo que localizó a Jean la llevó al hospital cercano con pocas esperanzas de supervivencia. Milagrosamente, Jean sobrevivió y dejó desconcertados a los médicos y al personal médico.
Jean Hilliard
¿Cómo se recuperó Jean Hilliard después de estar congelado? Lea más sobre el misterioso caso de Jean Hilliard, también conocida como "Ice Woman".

El accidente automovilístico en el noroeste rural de Minnesota:

El 20 de diciembre de 1980, Jean conducía de regreso a casa después de una noche con algunos de sus amigos. Su auto se deslizó en una carretera helada y perdió el control en una zanja. Afortunadamente, ella no resultó herida por este choque.
Cuando Jean se estaba haciendo tarde, tomó un atajo en un camino de grava helado. Era el auto de su papá con tracción trasera, sin frenos antibloqueo.
Debido a la temperatura bajo cero y los fuertes vientos, la obligó a apartarse del camino y a una zanja.
Jean conocía a un chico llamado Wally Nelson, que vivía calle abajo. Ella comenzó a caminar hacia su casa, que estaba a unas dos millas de distancia.
Jean Hilliard En La Nieve
Esa noche la temperatura era de −22 ° C y Jean llevaba botas de vaquero. Ella se sintió frustrada con el clima extremo, y la distancia era demasiado larga para soportarla.
Sin embargo, después de caminar dos millas, finalmente vio la casa de su amiga a través de los árboles.
Jean estaba tan deshidratada y cansada que se desmayó en el camino. El incidente ocurrió a la 1 de la mañana, así que no había nadie en las calles para ayudarla.
Durante unas 6 horas, Jean permaneció inconsciente y tumbada en el césped cubierto de nieve. Apenas estaba viva y no tenía suficiente energía para pedir ayuda.
A la mañana siguiente a las 7 am, Wally Nelson salió de su casa y notó que su amigo yacía congelado en el jardín delantero. Comprobó si había alguna señal de vida.
Cuando Wally la movió, se dio cuenta de que Jean ya había muerto ya que su rostro no parecía normal.

La gravedad de la condición de Jean:

Wally recogió a Jean en su automóvil y fue al Hospital Municipal de Fosston. Aunque Jean no mostró signos aparentes de estar vivo, Nelson hizo el último esfuerzo para salvar a su amigo.
Cuando los médicos la vieron por primera vez, no tenían idea de cómo salvarla. Estaban seguros de que la exposición al frío desagradable podría haber causado daño cerebral.
La cara de Jean estaba pálida, y sus ojos estaban firmes, sin respuesta a la luz. Su pulso se desaceleró a alrededor de 12 latidos por minuto.
chica congelada jean hilliard
Los médicos no tenían ninguna esperanza en su vida. Dijeron que su piel era tan dura que no podían insertar una aguja hipodérmica para recibir una terapia intravenosa .
Su temperatura corporal era demasiado baja para usar un termómetro. Se dieron cuenta de que estaba casi muerta. Jean también estaba envuelta en una manta eléctrica para ayudarla a mantenerse caliente.

Recuperación de Jean Hilliard después de ser congelado:

La familia de Jean Hilliard se reunió en oración, esperando un milagro. Dos horas después, a media mañana, tuvo convulsiones agresivas y recuperó la conciencia.
Al enterarse de su hija, la madre de Jean se apresuró al hospital. Sostuvo la mano de Jean y siguió llamándola por su nombre.
Después de un tiempo, Jean comenzó a hacer ruidos y finalmente pidió un vaso de agua. Ni los médicos ni la madre pudieron imaginar el milagro que sucedió frente a ellos.
Al final del día, Jean era capaz de mover sus brazos. Tres días después, pudo mover las piernas. Los médicos quedaron atónitos con su mejora. Uno de los médicos lo calificó como un milagro en la historia médica.
jean hilliard ahora
Los médicos estaban preocupados y, por lo tanto, la mantuvieron en la UCI durante seis días. El personal médico descongeló a Hilliard con una manta de calentamiento eléctrico para ayudarla a mantenerse caliente. Durante las siguientes horas, Hilliard se recuperó por completo.
Después de 49 días de examen, Jean salió del hospital sin ninguna lesión en el cerebro o el cuerpo.
Sin embargo, se creía que debido a la presencia de alcohol en su sistema, sus órganos permanecían sin congelar. Esto evitó cualquier daño a su cuerpo en esa condición peligrosa.
David Plummer, profesor de medicina de la Universidad de Minnesota, presentó otra teoría sobre la recuperación milagrosa de Jean Hilliard.
Según Plummer, a medida que el cuerpo de una persona se enfría, su flujo sanguíneo se ralentiza. El cuerpo requiere menos oxígeno como una forma de hibernación .
Si el flujo sanguíneo aumenta al mismo ritmo que el cuerpo se calienta, a menudo se puede recuperar, como lo hizo Jean Hilliard.
Jean ahora está casada y es madre de tres hijos. Ella vive en Cambridge.
En una entrevista reciente, menciona que, junto con los médicos y las enfermeras, la cadena de oración le ayudó a salvarle la vida.
  

El 20 de diciembre del año 1980 Jean Hilliard camino a casa por Lengby, Minesota, tuvo un accidente de tráfico y su cuerpo quedó completamente congelado a 15 metros de su coche, el poco tiempo que le dió para caminar antes de congelarse por completo.


Estuvo 8 horas a temperaturas inferiores a -30ºC hasta que la encontraron la mañana siguiente.

Al verla, se tomó como medida llevar el cuerpo a un hospital lo primero para realizar la autopsia.


Allí en el hospital, el cuerpo seguía congelado, no podian ni usar las jeringillas para sacar sangre. Los médicos no ponian en duda que la chica estaba muerta, pero aun así, decidieron descongelarla y ponerla en calor.

Para sorpresa de todos, el cuerpo comenzó a moverse un poco según se descongelaba, y finalmente abrió los ojos, estaba viva, los médicos no se lo podían creer.

En una semana recibió el alta médica y desde entonces tiene una anécdota increíble para contar a sus nietos.


Artículo original: https://www.coordenadasconhistoria.com/2016/09/el-20-de-diciembre-del-ano-1980-jean.html
© Coordenadas con Historia