lunes, 19 de noviembre de 2018

LOS ELEGIDOS QUE CRUZARON MATRIX Y LO VIERON TODO

Pocas personas han tenido la oportunidad de ver tras el velo de la Matrix... En este vídeo os exponemos los testimonios de los pocos que vieron más allá...y regresaron para contarlo.


Pocas personas han tenido la oportunidad de ver tras el velo de la Matrix que nos rodea… En este videoprograma, el investigador David Parcerisa expone algunos testimonios de los pocos que vieron más allá y regresaron para contarlo con detalles que demostrarían que nuestra consciencia subsiste luego de la muerte física.

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: Los elegidos que cruzaron el umbral hacia el otro lado y lo vieron todo https://mysteryplanet.com.ar/site/los-elegidos-que-cruzaron-el-umbral-hacia-el-otro-lado-y-lo-vieron-todo/
GORNAYA SHORIA, EL COMPLEJO TERALÍTICO DE RUSIA En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza Uno de los mayores misterios para los creyentes de las religiones judeocristianas es la localización actual del Arca de la Alianza, de la que se decía que albergaba las dos tablillas de piedra originales con los Diez Mandamientos. Existen muchas teorías en relación con su posible paradero, aunque nadie lo conoce con certeza, ya que según la leyenda un simple mortal no puede mirar un objeto tan sagrado sin sufrir las terribles consecuencias (aunque quizás no tan terribles como las que se pueden ver en la película En busca del arca perdida). Sin embargo, un hombre aseguraba no solo haber encontrado el Arca de la Alianza, sino también haberla visto con sus propios ojos. Ron Wyatt afirmaba haber hallado los Diez Mandamientos el 6 de enero de 1982, e incluso creía que su descubrimiento había sido predicho por una profecía. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza ‘El Arca cruza el Jordán’ (Public Domain) Posibles localizaciones del Arca Dice la Biblia que los israelitas guardaban las tablillas con los Diez Mandamientos en un arca de madera recubierta de oro, el Arca de la Alianza. Es posible que el Arca contuviera también la vara de Aarón (famosa por haberse convertido en serpiente ante los ojos del Faraón) y un recipiente con maná (el alimento caído del cielo que permitió a los israelitas sobrevivir cuando vagaban por el desierto). Una de las afirmaciones más insistentes de poseer el Arca es la de la iglesia etíope de Santa María de Sion, desde la cual se sostiene que el Arca fue llevada hasta Axum por el hijo de la reina de Saba y el rey Salomón para protegerla. Muchas otras iglesias alegan argumentos similares. Entre las posibles localizaciones del Arca están Jordania, Egipto, Israel, Sudáfrica, Francia, Italia, Irlanda y los Estados Unidos. Ron Wyatt, un investigador aficionado, aventurero y adventista del séptimo día, creía haber descubierto el Arca de la Alianza enterrada bajo las ruinas del casco antiguo de Jerusalén. De hecho, según su relato el Arca de la Alianza se encontraba exactamente debajo del lugar en el que fue crucificado Jesús de Nazaret. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza ‘El traslado del Arca con el rey David cantando y bailando.’ (Public Domain) Oculta en una cámara subterránea Al escapar de Egipto y asentarse en la tierra prometida, los israelitas guardaron el Arca de la Alianza en el Santo Templo, conocido también como Templo de Salomón. 600 años antes de la muerte de Jesús, los babilonios encabezados por Nabucodonosor invadieron y destruyeron gran parte de Jerusalén, incluido el Templo. Es este el momento en el que se pierde el rastro del Arca de la Alianza. Cuando los babilonios comenzaron su ataque, construyeron una gran muralla alrededor de la ciudad para su asedio, de tal modo que nadie podía entrar ni salir en Jerusalén. En consecuencia, los israelitas cavaron numerosos túneles para poder moverse por la ciudad sin llamar la atención. Muchos de estos túneles aún existen en nuestros días, y en algunos de ellos se han encontrado objetos antiguos. Wyatt asegura que el Arca de la Alianza, el objeto más sagrado de la religión judía, fue escondida en una cámara subterránea que fue a continuación sellada y más tarde olvidada. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza Ilustración del Templo de Salomón en Jerusalén. (CC by SA 4.0) La profecía: los mandamientos son revelados En 1901, una mujer llamada Ellen G. White pronunció la siguiente profecía: “Y Él [Cristo] dio a Moisés, cuando puso fin a la comunión con él en el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios. Nada escrito sobre estas tablas podía borrarse. Este valioso documento de la ley fue colocado dentro del arca del testamento, y se encuentra aún allí, seguro y oculto a la humanidad. Pero en la hora señalada de Dios, Él desvelará estas tablas de piedra para que sean un testimonio ante todo el mundo contra la desobediencia a sus mandamientos y la adoración idolátrica de un falso Sabatth.” (White citada en ‘Covenant Keepers’ (“Guardianes de la Alianza”), 2016). Algunos estudiosos de la Biblia, como por ejemplo Ron Wyatt, creen que “el Señor Yahveh no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3,7). La profecía de White, pronunciada 81 años antes del hallazgo de Wyatt en 1982, era según creía Wyatt la predicción del milagroso descubrimiento del Arca de la Alianza. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza ‘Moisés con las tablas de la Ley’ (1659), óleo de Rembrandt. (Public Domain) Las excavaciones de Wyatt Ron Wyatt informó de que el primer hallazgo de sus excavaciones fue un altar de piedra que sobresalía de la pared de roca, y que formaría parte de las ruinas de una de las primeras iglesias cristianas, construida quizás en el siglo I a. C. Wyatt dijo que este descubrimiento sugería que “los primeros cristianos sabían que éste era un lugar importante” (Covenant Keepers, 2016). Exploraciones posteriores de la zona revelaron la existencia de cuatro agujeros excavados en el suelo de piedra. Estarían destinados a la inserción de los postes de las cruces de madera utilizadas por los romanos para las crucifixiones. (El lugar en el que Jesús fue crucificado fue testigo de muchas otras ejecuciones, tanto antes como después de la suya.) Uno de los agujeros se encontraba ligeramente más elevado que el resto. Se trataría de la localización del criminal más destacado en cada ejecución, un honor que sin duda fue otorgado a Jesús en el día de su crucifixión junto a dos simples ladrones. “En el agujero para la cruz se había colocado una piedra tallada cuadrada que hacía las veces de tope. Presentaba marcas para los dedos a ambos lados, y cuando Ron Wyatt la retiró observó una gran grieta en el lecho de roca, extendiéndose desde el agujero para la cruz” (Covenant Keepers, 2016). Según Wyatt, éste era el lugar exacto del que hablaba Mateo cuando dijo que las rocas se desgarraron de dolor por la muerte de Jesús. ¿Descubierta el Arca de la Alianza? Wyatt y su equipo siguieron excavando, topándose finalmente con un entramado de antiguas cuevas. Fue en una de ellas donde Wyatt dijo haber descubierto el Arca. El investigador describía su hallazgo en una entrevista de 1999 concedida a AnchorStone International poco antes de morir de cáncer ese mismo año. Cuando encontramos aquel lugar, supe que básicamente necesitaba entrar en aquella pared de roca, ya que existían bastantes indicios de que se trataba claramente de un sistema de túneles y cámaras, y de que necesitaba, básicamente, ir cámara por cámara, túnel por túnel, y fuera lo que fuera, pasar sistemáticamente por allí hasta que encontrara el Arca de la Alianza, o hasta que no la encontrara. Y así, de todos modos, la encontramos el 6 de enero de 1982 aproximadamente a las dos en punto de la tarde. Y cuando la encontré me vi en una situación que no había anticipado ni me esperaba, y era que [el Arca] se encontraba en una cámara completamente llena de lo que parecían ser escombros. Y resultó ser un montón de materiales del mobiliario del primer templo, cubiertos primero por pieles de animales, luego por tablas y finalmente éstas cubiertas de piedras. [El Arca] parecía haber quedado oculta bajo todo aquello que tenían a mano. Parecía que lo hubieran hecho con prisas, como si hubiesen agarrado todo lo que pudiera servir para ocultar el escondrijo, y aún me sentía algo confuso respecto a por qué habrían actuado así, pero entiendo que no necesito saberlo todo. Cuando Dios hace algo, sé que está hecho de forma perfecta, así.” (Entrevista a Wyatt, 1999). Al examinar la gruta, Wyatt observó una extraña sustancia negra seca en una grieta del techo de la cámara. La grieta se encontraba situada justo por encima del Arca, y parecía como si esta sustancia negra hubiera sido rociada sobre la carcasa exterior de piedra del Arca. “Cuando murió Cristo, la tierra tembló. La roca bajo su cruz se partió en dos y esta hendidura se extendió hacia abajo hasta la cámara oculta que albergaba el inmaculado Trono de Dios ‘terrenal’ — el Arca con su Propiciatorio,” escribió Wyatt en una de sus cartas de investigación. “Tras Su muerte, cuando el centurión clavó su lanza en el costado de Cristo hiriendo su bazo, salieron sangre y agua, cayendo a través de esta grieta, y la sangre se derramó sobre el propiciatorio.” (The Pulpit, 2008). De ser cierto, habría un paralelismo entre el acto de derramar sangre y agua sobre el Arca de la Alianza y la sangre y el agua con las que Moisés roció los Mandamientos para santificar la alianza de Dios con los israelitas (Hebreos 9,19). Wyatt afirma que la intervención divina impidió que se pudieran ver las fotografías y vídeos que tomó del Arca de la Alianza. Al regresar al lugar del hallazgo para recoger nuevas pruebas, cuentan que “Cuatro ángeles se aparecieron ante él y le dijeron que aún no era el momento de que el mundo viera este descubrimiento con sus propios ojos, pero que llegaría la hora en que los habitantes del mundo seguirían una ley religiosa universal” (Covenant Keepers, 2016). En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza Recreación artística del arca supuestamente descubierta por Ron Wyatt. (Wyatt Archaeological Research) Otros supuestos descubrimientos de Wyatt El Arca de la Alianza no es el único descubrimiento sorprendente que Ron Wyatt afirmaba haber realizado. Entre más de 100 descubrimientos relacionados con la Biblia, Wyatt decía haber encontrado el Arca de Noé, anclas de piedra utilizadas por Noé, su vivienda tras el diluvio, las tumbas de Noé y su esposa, el emplazamiento de la Torre de Babel, el lugar donde Jesús fue crucificado, y la propia sangre de Jesús en una grieta provocada por un terremoto, una sangre que según el investigador tenía 24 cromosomas en lugar de 23. Científicos, historiadores, estudiosos de la Biblia, otros creacionistas y líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día han desestimado los descubrimientos de Wyatt, pero su obra continúa teniendo seguidores a día de hoy, y su legado sigue vivo aún en la actualidad gracias a la asociación Wyatt Archeological Research (Investigaciones Arqueológicas Wyatt)

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Las Tablillas de Glozel son uno de los misterios que más controversia, debate y escepticismo han provocado en el mundo científico y arqueológico en la actualidad. Fueron descubiertas por Emile Fradin el 1 de marzo de 1924 en las cercanías de la localidad de Glozel, Allier. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza LAS MISTERIOSAS TABLILLAS DE GLOZEL Mitología sumeria: el descenso de Inanna al Inframundo Las Tablillas de Glozel son uno de los misterios que más controversia, debate y escepticismo han provocado en el mundo científico y arqueológico en la actualidad. Fueron descubiertas por Emile Fradin el 1 de marzo de 1924 en las cercanías de la localidad de Glozel, Allier. [es] es/wp-content/uploads/2016/07/3-3.jpg”> Si se demostrase su autenticidad, quizá habría que reescribir la Historia. Emile Fradin se encontraba realizando sus tareas de agricultuira, cuando uno de los animales de trabajo se precipitó en un hoyo, fruto de que el terreno no aguantó el peso del animal. Al ayudarle a salir, Emile se topó con unos restos humanos. Sobresaltado por el descubrimiento, no perdió tiempo en hacerse con un pico y una pala para seguir cavando, y prosiguió encontrando varios objetos como hachas, vasijas, herramientas… y unas tablillas con unos grabados. Lo primero que hizo fue abrir las vasijas por si había algún tesoro, pero se decepcionó al ver que solo había tierra en ellas. Rápidamente, la noticia de este descubrimiento corrió como la pólvora y los restos fueron analizados por expertos del Museo de Bellas Artes y el conservador del Museo de los Eyzies. El abuelo de Emile, mientras, se dedicó a hacer negocio con su terreno, invitando a la gente a realizar excavaciones en el campo bautizado como El campo de los muertos, más morboso y comercial. Poco después, el arqueólogo Antonin Morlet, se dedicó al estudio más detallado de estos restos. Tras utilizar la técnica del Carbono 14, pudo datarlos y concretar que tendrían unos 17000 años, pero otro análisis afirma que tendrían entre 2600 y 1650 años. La gran controversia surge porque aquellos que han examinado las tablillas concluyen que la escritura que contienen no se parece a ninguna, determinando que quizá se trate de algún tipo de preescritura a partir de la cual se han desarrollado otras como la de los sumerios, fenicios o etruscos. Algunos detractores de este misterio afirman que los métodos utilizados para conocer la antigüedad permiten aproximarse a la edad del material, pero no a la fecha exacta en que fueron realizadas las inscripciones, por lo que los grabados en los objetos podrían ser posteriores a las fechas que arrojan los análisis. El Dr. Morlet llegó a un acuerdo para encargarse de las excavaciones, siempre a costa suya, durante dieciséis años, hasta 1941, en los que encontrará más de 3000 objetos, como numerosas tablillas con una extraña escritura que él y sus colaboradores dataron en torno al año 6000 aC. Tuvieron que interrumpir los trabajos por la implantación por parte del gobierno francés de la Ley Carcopino, que prohibía excavar el suelo a particulares, pasando la investigación exclusiva al propio gobierno de Francia. La arqueología oficial ha dado la espalda a los descubrimientos de Glozel. Su aceptación significaría para ellos tener que reescribir la Historia. Actualmente, gran parte de los restos se encuentran en el Museo de la localidad Descarga nuestra aplicación para android “misterios y conspiraciones” desde el play store. www.mundooculto.es Misterios y Conspiraciones

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Portada - Recreación artística del Arca de la Alianza. (Public Domain) Uno de los mayores misterios para los creyentes de las religiones judeocristianas es la localización actual del Arca de la Alianza, de la que se decía que albergaba las dos tablillas de piedra originales con los Diez Mandamientos. Existen muchas teorías en relación con su posible paradero, aunque nadie lo conoce con certeza, ya que según la leyenda un simple mortal no puede mirar un objeto tan sagrado sin sufrir las terribles consecuencias (aunque quizás no tan terribles como las que se pueden ver en la película En busca del arca perdida). Sin embargo, un hombre aseguraba no solo haber encontrado el Arca de la Alianza, sino también haberla visto con sus propios ojos. Ron Wyatt afirmaba haber hallado los Diez Mandamientos el 6 de enero de 1982, e incluso creía que su descubrimiento había sido predicho por una profecía. Read more Section: Noticias General Mitos y Leyendas Asia Físicos creen haber descubierto como una nave podría atravesar un agujero negro Un Vimana de 6000 años de antigüedad descubierto por militares en Afganistán GORNAYA SHORIA, EL COMPLEJO TERALÍTICO DE RUSIA En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza Uno de los mayores misterios para los creyentes de las religiones judeocristianas es la localización actual del Arca de la Alianza, de la que se decía que albergaba las dos tablillas de piedra originales con los Diez Mandamientos. Existen muchas teorías en relación con su posible paradero, aunque nadie lo conoce con certeza, ya que según la leyenda un simple mortal no puede mirar un objeto tan sagrado sin sufrir las terribles consecuencias (aunque quizás no tan terribles como las que se pueden ver en la película En busca del arca perdida). Sin embargo, un hombre aseguraba no solo haber encontrado el Arca de la Alianza, sino también haberla visto con sus propios ojos. Ron Wyatt afirmaba haber hallado los Diez Mandamientos el 6 de enero de 1982, e incluso creía que su descubrimiento había sido predicho por una profecía. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza ‘El Arca cruza el Jordán’ (Public Domain) Posibles localizaciones del Arca Dice la Biblia que los israelitas guardaban las tablillas con los Diez Mandamientos en un arca de madera recubierta de oro, el Arca de la Alianza. Es posible que el Arca contuviera también la vara de Aarón (famosa por haberse convertido en serpiente ante los ojos del Faraón) y un recipiente con maná (el alimento caído del cielo que permitió a los israelitas sobrevivir cuando vagaban por el desierto). Una de las afirmaciones más insistentes de poseer el Arca es la de la iglesia etíope de Santa María de Sion, desde la cual se sostiene que el Arca fue llevada hasta Axum por el hijo de la reina de Saba y el rey Salomón para protegerla. Muchas otras iglesias alegan argumentos similares. Entre las posibles localizaciones del Arca están Jordania, Egipto, Israel, Sudáfrica, Francia, Italia, Irlanda y los Estados Unidos. Ron Wyatt, un investigador aficionado, aventurero y adventista del séptimo día, creía haber descubierto el Arca de la Alianza enterrada bajo las ruinas del casco antiguo de Jerusalén. De hecho, según su relato el Arca de la Alianza se encontraba exactamente debajo del lugar en el que fue crucificado Jesús de Nazaret. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza ‘El traslado del Arca con el rey David cantando y bailando.’ (Public Domain) Oculta en una cámara subterránea Al escapar de Egipto y asentarse en la tierra prometida, los israelitas guardaron el Arca de la Alianza en el Santo Templo, conocido también como Templo de Salomón. 600 años antes de la muerte de Jesús, los babilonios encabezados por Nabucodonosor invadieron y destruyeron gran parte de Jerusalén, incluido el Templo. Es este el momento en el que se pierde el rastro del Arca de la Alianza. Cuando los babilonios comenzaron su ataque, construyeron una gran muralla alrededor de la ciudad para su asedio, de tal modo que nadie podía entrar ni salir en Jerusalén. En consecuencia, los israelitas cavaron numerosos túneles para poder moverse por la ciudad sin llamar la atención. Muchos de estos túneles aún existen en nuestros días, y en algunos de ellos se han encontrado objetos antiguos. Wyatt asegura que el Arca de la Alianza, el objeto más sagrado de la religión judía, fue escondida en una cámara subterránea que fue a continuación sellada y más tarde olvidada. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza Ilustración del Templo de Salomón en Jerusalén. (CC by SA 4.0) La profecía: los mandamientos son revelados En 1901, una mujer llamada Ellen G. White pronunció la siguiente profecía: “Y Él [Cristo] dio a Moisés, cuando puso fin a la comunión con él en el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios. Nada escrito sobre estas tablas podía borrarse. Este valioso documento de la ley fue colocado dentro del arca del testamento, y se encuentra aún allí, seguro y oculto a la humanidad. Pero en la hora señalada de Dios, Él desvelará estas tablas de piedra para que sean un testimonio ante todo el mundo contra la desobediencia a sus mandamientos y la adoración idolátrica de un falso Sabatth.” (White citada en ‘Covenant Keepers’ (“Guardianes de la Alianza”), 2016). Algunos estudiosos de la Biblia, como por ejemplo Ron Wyatt, creen que “el Señor Yahveh no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3,7). La profecía de White, pronunciada 81 años antes del hallazgo de Wyatt en 1982, era según creía Wyatt la predicción del milagroso descubrimiento del Arca de la Alianza. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza ‘Moisés con las tablas de la Ley’ (1659), óleo de Rembrandt. (Public Domain) Las excavaciones de Wyatt Ron Wyatt informó de que el primer hallazgo de sus excavaciones fue un altar de piedra que sobresalía de la pared de roca, y que formaría parte de las ruinas de una de las primeras iglesias cristianas, construida quizás en el siglo I a. C. Wyatt dijo que este descubrimiento sugería que “los primeros cristianos sabían que éste era un lugar importante” (Covenant Keepers, 2016). Exploraciones posteriores de la zona revelaron la existencia de cuatro agujeros excavados en el suelo de piedra. Estarían destinados a la inserción de los postes de las cruces de madera utilizadas por los romanos para las crucifixiones. (El lugar en el que Jesús fue crucificado fue testigo de muchas otras ejecuciones, tanto antes como después de la suya.) Uno de los agujeros se encontraba ligeramente más elevado que el resto. Se trataría de la localización del criminal más destacado en cada ejecución, un honor que sin duda fue otorgado a Jesús en el día de su crucifixión junto a dos simples ladrones. “En el agujero para la cruz se había colocado una piedra tallada cuadrada que hacía las veces de tope. Presentaba marcas para los dedos a ambos lados, y cuando Ron Wyatt la retiró observó una gran grieta en el lecho de roca, extendiéndose desde el agujero para la cruz” (Covenant Keepers, 2016). Según Wyatt, éste era el lugar exacto del que hablaba Mateo cuando dijo que las rocas se desgarraron de dolor por la muerte de Jesús. ¿Descubierta el Arca de la Alianza? Wyatt y su equipo siguieron excavando, topándose finalmente con un entramado de antiguas cuevas. Fue en una de ellas donde Wyatt dijo haber descubierto el Arca. El investigador describía su hallazgo en una entrevista de 1999 concedida a AnchorStone International poco antes de morir de cáncer ese mismo año. Cuando encontramos aquel lugar, supe que básicamente necesitaba entrar en aquella pared de roca, ya que existían bastantes indicios de que se trataba claramente de un sistema de túneles y cámaras, y de que necesitaba, básicamente, ir cámara por cámara, túnel por túnel, y fuera lo que fuera, pasar sistemáticamente por allí hasta que encontrara el Arca de la Alianza, o hasta que no la encontrara. Y así, de todos modos, la encontramos el 6 de enero de 1982 aproximadamente a las dos en punto de la tarde. Y cuando la encontré me vi en una situación que no había anticipado ni me esperaba, y era que [el Arca] se encontraba en una cámara completamente llena de lo que parecían ser escombros. Y resultó ser un montón de materiales del mobiliario del primer templo, cubiertos primero por pieles de animales, luego por tablas y finalmente éstas cubiertas de piedras. [El Arca] parecía haber quedado oculta bajo todo aquello que tenían a mano. Parecía que lo hubieran hecho con prisas, como si hubiesen agarrado todo lo que pudiera servir para ocultar el escondrijo, y aún me sentía algo confuso respecto a por qué habrían actuado así, pero entiendo que no necesito saberlo todo. Cuando Dios hace algo, sé que está hecho de forma perfecta, así.” (Entrevista a Wyatt, 1999). Al examinar la gruta, Wyatt observó una extraña sustancia negra seca en una grieta del techo de la cámara. La grieta se encontraba situada justo por encima del Arca, y parecía como si esta sustancia negra hubiera sido rociada sobre la carcasa exterior de piedra del Arca. “Cuando murió Cristo, la tierra tembló. La roca bajo su cruz se partió en dos y esta hendidura se extendió hacia abajo hasta la cámara oculta que albergaba el inmaculado Trono de Dios ‘terrenal’ — el Arca con su Propiciatorio,” escribió Wyatt en una de sus cartas de investigación. “Tras Su muerte, cuando el centurión clavó su lanza en el costado de Cristo hiriendo su bazo, salieron sangre y agua, cayendo a través de esta grieta, y la sangre se derramó sobre el propiciatorio.” (The Pulpit, 2008). De ser cierto, habría un paralelismo entre el acto de derramar sangre y agua sobre el Arca de la Alianza y la sangre y el agua con las que Moisés roció los Mandamientos para santificar la alianza de Dios con los israelitas (Hebreos 9,19). Wyatt afirma que la intervención divina impidió que se pudieran ver las fotografías y vídeos que tomó del Arca de la Alianza. Al regresar al lugar del hallazgo para recoger nuevas pruebas, cuentan que “Cuatro ángeles se aparecieron ante él y le dijeron que aún no era el momento de que el mundo viera este descubrimiento con sus propios ojos, pero que llegaría la hora en que los habitantes del mundo seguirían una ley religiosa universal” (Covenant Keepers, 2016). En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza Recreación artística del arca supuestamente descubierta por Ron Wyatt. (Wyatt Archaeological Research) Otros supuestos descubrimientos de Wyatt El Arca de la Alianza no es el único descubrimiento sorprendente que Ron Wyatt afirmaba haber realizado. Entre más de 100 descubrimientos relacionados con la Biblia, Wyatt decía haber encontrado el Arca de Noé, anclas de piedra utilizadas por Noé, su vivienda tras el diluvio, las tumbas de Noé y su esposa, el emplazamiento de la Torre de Babel, el lugar donde Jesús fue crucificado, y la propia sangre de Jesús en una grieta provocada por un terremoto, una sangre que según el investigador tenía 24 cromosomas en lugar de 23. Científicos, historiadores, estudiosos de la Biblia, otros creacionistas y líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día han desestimado los descubrimientos de Wyatt, pero su obra continúa teniendo seguidores a día de hoy, y su legado sigue vivo aún en la actualidad gracias a la asociación Wyatt Archeological Research (Investigaciones Arqueológicas Wyatt)

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GORNAYA SHORIA, EL COMPLEJO TERALÍTICO DE RUSIA En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza Uno de los mayores misterios para los creyentes de las religiones judeocristianas es la localización actual del Arca de la Alianza, de la que se decía que albergaba las dos tablillas de piedra originales con los Diez Mandamientos. Existen muchas teorías en relación con su posible paradero, aunque nadie lo conoce con certeza, ya que según la leyenda un simple mortal no puede mirar un objeto tan sagrado sin sufrir las terribles consecuencias (aunque quizás no tan terribles como las que se pueden ver en la película En busca del arca perdida). Sin embargo, un hombre aseguraba no solo haber encontrado el Arca de la Alianza, sino también haberla visto con sus propios ojos. Ron Wyatt afirmaba haber hallado los Diez Mandamientos el 6 de enero de 1982, e incluso creía que su descubrimiento había sido predicho por una profecía. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza ‘El Arca cruza el Jordán’ (Public Domain) Posibles localizaciones del Arca Dice la Biblia que los israelitas guardaban las tablillas con los Diez Mandamientos en un arca de madera recubierta de oro, el Arca de la Alianza. Es posible que el Arca contuviera también la vara de Aarón (famosa por haberse convertido en serpiente ante los ojos del Faraón) y un recipiente con maná (el alimento caído del cielo que permitió a los israelitas sobrevivir cuando vagaban por el desierto). Una de las afirmaciones más insistentes de poseer el Arca es la de la iglesia etíope de Santa María de Sion, desde la cual se sostiene que el Arca fue llevada hasta Axum por el hijo de la reina de Saba y el rey Salomón para protegerla. Muchas otras iglesias alegan argumentos similares. Entre las posibles localizaciones del Arca están Jordania, Egipto, Israel, Sudáfrica, Francia, Italia, Irlanda y los Estados Unidos. Ron Wyatt, un investigador aficionado, aventurero y adventista del séptimo día, creía haber descubierto el Arca de la Alianza enterrada bajo las ruinas del casco antiguo de Jerusalén. De hecho, según su relato el Arca de la Alianza se encontraba exactamente debajo del lugar en el que fue crucificado Jesús de Nazaret. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza ‘El traslado del Arca con el rey David cantando y bailando.’ (Public Domain) Oculta en una cámara subterránea Al escapar de Egipto y asentarse en la tierra prometida, los israelitas guardaron el Arca de la Alianza en el Santo Templo, conocido también como Templo de Salomón. 600 años antes de la muerte de Jesús, los babilonios encabezados por Nabucodonosor invadieron y destruyeron gran parte de Jerusalén, incluido el Templo. Es este el momento en el que se pierde el rastro del Arca de la Alianza. Cuando los babilonios comenzaron su ataque, construyeron una gran muralla alrededor de la ciudad para su asedio, de tal modo que nadie podía entrar ni salir en Jerusalén. En consecuencia, los israelitas cavaron numerosos túneles para poder moverse por la ciudad sin llamar la atención. Muchos de estos túneles aún existen en nuestros días, y en algunos de ellos se han encontrado objetos antiguos. Wyatt asegura que el Arca de la Alianza, el objeto más sagrado de la religión judía, fue escondida en una cámara subterránea que fue a continuación sellada y más tarde olvidada. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza Ilustración del Templo de Salomón en Jerusalén. (CC by SA 4.0) La profecía: los mandamientos son revelados En 1901, una mujer llamada Ellen G. White pronunció la siguiente profecía: “Y Él [Cristo] dio a Moisés, cuando puso fin a la comunión con él en el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios. Nada escrito sobre estas tablas podía borrarse. Este valioso documento de la ley fue colocado dentro del arca del testamento, y se encuentra aún allí, seguro y oculto a la humanidad. Pero en la hora señalada de Dios, Él desvelará estas tablas de piedra para que sean un testimonio ante todo el mundo contra la desobediencia a sus mandamientos y la adoración idolátrica de un falso Sabatth.” (White citada en ‘Covenant Keepers’ (“Guardianes de la Alianza”), 2016). Algunos estudiosos de la Biblia, como por ejemplo Ron Wyatt, creen que “el Señor Yahveh no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3,7). La profecía de White, pronunciada 81 años antes del hallazgo de Wyatt en 1982, era según creía Wyatt la predicción del milagroso descubrimiento del Arca de la Alianza. En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza ‘Moisés con las tablas de la Ley’ (1659), óleo de Rembrandt. (Public Domain) Las excavaciones de Wyatt Ron Wyatt informó de que el primer hallazgo de sus excavaciones fue un altar de piedra que sobresalía de la pared de roca, y que formaría parte de las ruinas de una de las primeras iglesias cristianas, construida quizás en el siglo I a. C. Wyatt dijo que este descubrimiento sugería que “los primeros cristianos sabían que éste era un lugar importante” (Covenant Keepers, 2016). Exploraciones posteriores de la zona revelaron la existencia de cuatro agujeros excavados en el suelo de piedra. Estarían destinados a la inserción de los postes de las cruces de madera utilizadas por los romanos para las crucifixiones. (El lugar en el que Jesús fue crucificado fue testigo de muchas otras ejecuciones, tanto antes como después de la suya.) Uno de los agujeros se encontraba ligeramente más elevado que el resto. Se trataría de la localización del criminal más destacado en cada ejecución, un honor que sin duda fue otorgado a Jesús en el día de su crucifixión junto a dos simples ladrones. “En el agujero para la cruz se había colocado una piedra tallada cuadrada que hacía las veces de tope. Presentaba marcas para los dedos a ambos lados, y cuando Ron Wyatt la retiró observó una gran grieta en el lecho de roca, extendiéndose desde el agujero para la cruz” (Covenant Keepers, 2016). Según Wyatt, éste era el lugar exacto del que hablaba Mateo cuando dijo que las rocas se desgarraron de dolor por la muerte de Jesús. ¿Descubierta el Arca de la Alianza? Wyatt y su equipo siguieron excavando, topándose finalmente con un entramado de antiguas cuevas. Fue en una de ellas donde Wyatt dijo haber descubierto el Arca. El investigador describía su hallazgo en una entrevista de 1999 concedida a AnchorStone International poco antes de morir de cáncer ese mismo año. Cuando encontramos aquel lugar, supe que básicamente necesitaba entrar en aquella pared de roca, ya que existían bastantes indicios de que se trataba claramente de un sistema de túneles y cámaras, y de que necesitaba, básicamente, ir cámara por cámara, túnel por túnel, y fuera lo que fuera, pasar sistemáticamente por allí hasta que encontrara el Arca de la Alianza, o hasta que no la encontrara. Y así, de todos modos, la encontramos el 6 de enero de 1982 aproximadamente a las dos en punto de la tarde. Y cuando la encontré me vi en una situación que no había anticipado ni me esperaba, y era que [el Arca] se encontraba en una cámara completamente llena de lo que parecían ser escombros. Y resultó ser un montón de materiales del mobiliario del primer templo, cubiertos primero por pieles de animales, luego por tablas y finalmente éstas cubiertas de piedras. [El Arca] parecía haber quedado oculta bajo todo aquello que tenían a mano. Parecía que lo hubieran hecho con prisas, como si hubiesen agarrado todo lo que pudiera servir para ocultar el escondrijo, y aún me sentía algo confuso respecto a por qué habrían actuado así, pero entiendo que no necesito saberlo todo. Cuando Dios hace algo, sé que está hecho de forma perfecta, así.” (Entrevista a Wyatt, 1999). Al examinar la gruta, Wyatt observó una extraña sustancia negra seca en una grieta del techo de la cámara. La grieta se encontraba situada justo por encima del Arca, y parecía como si esta sustancia negra hubiera sido rociada sobre la carcasa exterior de piedra del Arca. “Cuando murió Cristo, la tierra tembló. La roca bajo su cruz se partió en dos y esta hendidura se extendió hacia abajo hasta la cámara oculta que albergaba el inmaculado Trono de Dios ‘terrenal’ — el Arca con su Propiciatorio,” escribió Wyatt en una de sus cartas de investigación. “Tras Su muerte, cuando el centurión clavó su lanza en el costado de Cristo hiriendo su bazo, salieron sangre y agua, cayendo a través de esta grieta, y la sangre se derramó sobre el propiciatorio.” (The Pulpit, 2008). De ser cierto, habría un paralelismo entre el acto de derramar sangre y agua sobre el Arca de la Alianza y la sangre y el agua con las que Moisés roció los Mandamientos para santificar la alianza de Dios con los israelitas (Hebreos 9,19). Wyatt afirma que la intervención divina impidió que se pudieran ver las fotografías y vídeos que tomó del Arca de la Alianza. Al regresar al lugar del hallazgo para recoger nuevas pruebas, cuentan que “Cuatro ángeles se aparecieron ante él y le dijeron que aún no era el momento de que el mundo viera este descubrimiento con sus propios ojos, pero que llegaría la hora en que los habitantes del mundo seguirían una ley religiosa universal” (Covenant Keepers, 2016). En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el Arca de la Alianza Recreación artística del arca supuestamente descubierta por Ron Wyatt. (Wyatt Archaeological Research) Otros supuestos descubrimientos de Wyatt El Arca de la Alianza no es el único descubrimiento sorprendente que Ron Wyatt afirmaba haber realizado. Entre más de 100 descubrimientos relacionados con la Biblia, Wyatt decía haber encontrado el Arca de Noé, anclas de piedra utilizadas por Noé, su vivienda tras el diluvio, las tumbas de Noé y su esposa, el emplazamiento de la Torre de Babel, el lugar donde Jesús fue crucificado, y la propia sangre de Jesús en una grieta provocada por un terremoto, una sangre que según el investigador tenía 24 cromosomas en lugar de 23. Científicos, historiadores, estudiosos de la Biblia, otros creacionistas y líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día han desestimado los descubrimientos de Wyatt, pero su obra continúa teniendo seguidores a día de hoy, y su legado sigue vivo aún en la actualidad gracias a la asociación Wyatt Archeological Research (Investigaciones Arqueológicas Wyatt) Content Protection by DMCA.com Comparte esto:

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