Todos conocemos al gran escritor Julio Verne. Sus obras estaban
relacionadas con la ciencia ficción, yendo mas allá de la realidad y
dándonos paso a volar nuestra imaginación con sus relatos. Decían que
era un loco, pero hoy en día podríamos decir perfectamente que fue un
visionario, pues en sus libros, siglos después, se ha podido comprobar
que lo decía en ellos, se ha cumplido.
Dejándonos auténticas obras de arte como "Viaje al centro de la Tierra",
"Veinte mil leguas de viaje submarino", o "De la Tierra a la Luna",
son sólo parte de una vasta colección de textos que el escritor
realizara en toda su vida la cual finalizaría un 24 de marzo de 1905,
enfermo de diabetes y sufriendo por el dolor de una cojera que le
produjera en 1886, su sobrino Gastón luego de intentar asesinarlo con
dos disparos de bala.
Todavía no sabemos por qué su sobrino intentó matarle. Muchos especulan
que esta tentativa se debía a los oscuros lazos que unían a este
escritor con grupos masónicos y esotéricos. Lo que queda claro, es que a
partir de aquel día, Verne quemó varios de sus escritos, borradores que
el autor tenía guardado, otras obras de ficción que él venía
hilvanando.
Es justamente esos lazos masónicos lo que hace pensar a muchos que el
autor era más que un escritor de textos fantasiosos, algunos le dan
cierto poder de conocimiento que va mucho más allá del tiempo en que
vivía.
Alrededor de la Luna
En el libro "Alrededor de la Luna" (segunda parte de
De la Tierra a la Luna)
escrita en 1870, es la que más misterio levanta en torno de este
autor. Debido a que hay muchas coincidencias entre ésta y el
verdadero viaje a la Luna realizado por los estadounidenses en el Apolo
11 en 1969.
El primer hecho curioso es que Julio Verne se aproxima mucho en cuanto a
la latitud y longitud del lugar de salida y de caída de su nave
ficticia. Verne escribió que el país estaría entre los 28º al norte y
los 28º al sur del Ecuador. El paralelo 28º de latitud norte cruza el
continente americano un poco más abajo de Cabo Kennedy.
Así mismo, cabe
resaltar que en aquella época, los Estados Unidos no tenían el poder en cuanto a ciencia como lo tienen hoy en día, por ello
resulta curioso que Verne considerara a esta nación como la propulsora
de dicha tarea. Asimismo, Verne explica que la nave estaría protegida
con paredes de aluminio de 20 cm. Las paredes del Apolo estaban hechas
por paredes de aluminio de 30 cm.
Cabe resaltar también que el aluminio
en tiempos de Verne eran una aleación sencilla, un descubrimiento no muy
estudiado hasta ese entonces. Además, y esto quizá sea lo más
sorprendente, es que coincidió con el número de los tripulantes, tres en
total, uno de ellos incluso, se llamaba Michael Nikol, como se sabe,
uno de los tripulantes del Apolo se llamaba Michael Collins. Otro dato más, es que para Verne, el costo de la misión costaría
un aproximado de 12.112.000.000 millones de dólares, la cifra que la Nasa
comunicó fue de 14.400.000.000 millones de dólares.
Entonces, ¿fue Verne un esotérico?. ¿Un profeta, un vidente?, o ¿fue acaso un
miembro de la masonería que conocía ciertos conocimientos que muchos de
su época no conocían? ¿Por qué intentó asesinarle su propio sobrino y
por qué luego de ese atentado decidió quemar varios de sus escritos?
¿Por qué decidió colocar esa extraña tumba en donde él se retrata
saliendo de su propia cripta?
Son muchas las preguntas en torno de él. En sí, Julio
Verne, siempre negó tener algunos dones proféticos, pero si que
aseguraba poseer documentos e ideas científicas de vanguardia en la
Francia
del siglo XIX. Nadie duda que Verne tenía fuentes de información que
muchos en su época no manejaban, es por ello, que la hipótesis más
aceptada no es la visión profética del francés, sino, su relación con
ciertas sectas masónicas o esotéricas, como la Sociedad de la Niebla,
una secta de quien se dice custodiaba conocimientos ocultos. Es más, uno
de sus personajes de la novela "La vuelta al mundo en ochenta días", se
llamaba Píelas Fogg (Fileas Fog), Fog en inglés, significa Niebla.
La última obra (¿profética?) de Verne
Antes de
morir, Verne preparaba una obra. Esta era en sentido apocalíptica, el
libro titulado "La invasión del mar" (1905), En ella nos cuenta que
Europa sería cubierta por las aguas, las mismas que
llegarían desde los polos producto de un deshielo a consecuencia del
cambio climático lo que provocaba que el hombre volviera a su forma
primitiva.
En este sentido también se publicó El eterno Adán,
libro que se sitúa la acción en México y en donde el protagonista
descubre y traduce un diario que narra la destrucción de toda la
humanidad y la supervivencia del ser humano.
Otras profecías
Las más comentadas son, sin embargo, las que realiza en su libro "París"
en el siglo
XX, en esta obra, el autor francés describe un París de 1960, y dice sobre ella los siguientes enunciados:
- "Los ferrocarriles pasarán de las manos de los particulares a las del Estado".
- "Aunque ya nadie leía, todo el mundo sabía leer".
- "El latín y el griego no sólo eran lenguas muertas, sino enterradas".
- "La mayor parte de los innumerables coches que surcaban la calzada de
los bulevares lo hacían sin caballos; se movían por una fuerza
invisible, mediante un motor de aire dilatado por la combustión del
gas".
- "Serás mayor de edad a los dieciocho".
- "Se comprende que en esa época de negocios el consumo de papel
aumentase en proporciones inesperadas; los bosques ya no servían
para calefacción, sino para la impresión".
- "...Ya no hay mujeres, se han pasado al género masculino y ya no
merecen la mirada de un artista ni la atención de un amante".
Destacar que a pesar de que Verne terminó la obra en 1863, su
editor, Jules Hetzel, se negó a publicarla porque la consideraba
demasiado negativa.