jueves, 27 de julio de 2017

Una puerta para viajar por el tiempo en medio del desierto en Peru

 Una estructura enorme y misteriosa con apariencia de puerta se ha redescubierto en la región montañosa de Hayu Marca, del Perú meridional, cerca del lago Titicaca. Hayu Marca, a 35 kilómetros de la ciudad de Puno, se ha reverenciado desde hace mucho tiempo por los indios locales como "la Ciudad de los Dioses", y nunca se ha explorado completamente debido al terreno accidentado de la montaña. Aunque no se ha descubierto ninguna ciudad real nunca, muchas de las formaciones rocosas de la región se asemejan a edificios, a dinosaurios y a estructuras artificiales.




¿Una puerta estelar o una entrada interdimensional tallada en la roca?


 La Puerta de Hayu Marca se llama el umbral o la entrada de Aramu Muru Según una profecía, la puerta se abrirá algún día y los dioses volverán en sus naves solares. La leyenda cuenta que grandes héroes atravesaron la puerta para llevar una vida gloriosa de inmortalidad. Personas que pusieron sus manos sobre la puerta tuvieron visiones de estrellas, columnas de fuego y música extraña. Una estructura enorme y misteriosa con apariencia de puerta se ha redescubierto en la región montañosa de Hayu Marca, del Perú meridional, cerca del lago Titicaca. Hayu Marca, a 35 kilómetros de la ciudad de Puno, se ha reverenciado desde hace mucho tiempo por los indios locales como "la Ciudad de los Dioses", y nunca se ha explorado completamente debido al terreno accidentado de la montaña. Aunque no se ha descubierto ninguna ciudad real nunca, muchas de las formaciones rocosas de la región se asemejan a edificios, a dinosaurios y a estructuras artificiales. La Puerta de Hayu Marca (Puerta de los Dioses) fue tallada de una cara natural de la roca, en algún tiempo del pasado distante, y mide exactamente siete metros en altura por siete metros en anchura, con un nicho o hueco más pequeño en el centro en la base, en la cual mide justo dos metros de altura. Jose Luis Delgado Mamani un guía turístico local, encontró por casualidad la estructura mientras hacía una excursión a través de las colinas circundantes para tratar de familiarizarse él mismo con la zona, para su trabajo como guía de turistas montañeros. "¡Cuando vi la estructura por primera vez, casi pasé de largo!" dijo Mamani en una entrevista con la prensa local. "He soñado con tal construcción en varias ocasiones a lo largo de los años, pero en el sueño el sendero a la puerta estaba pavimentado con mármol rosado, y con estatuas de mármol rosado alineadas a cada lado del sendero. En el sueño, también vi que la puerta más pequeña estaba abierta y que había una luz azul brillante que venía de lo que parecía un túnel reluciente. He comentado estos sueños a mi familia muchas veces, y así cuando finalmente contemplé la puerta fue como una revelación de Dios. ¿Cómo ordena uno una aparición tan extraña?"
Cuenta la Biblia que el rey Salomón fue un rey judío, que además de ser justo, llevó a su pueblo la prosperidad, quizás por unas legendarias minas de oro que le hicieron nadar en la abundancia. Ahora, un experto británico asegura que las legendarias fuentes de la riqueza de este monarca jamás existieron. Y, por si fuera poco, también sugiere que Salomón ni siquiera fue propiamente rey de Israel, sino que en realidad fue un faraón egipcio cuya historia fue «malinterpretada» en los textos bíblicos. ¿Es este el verdadero rostro de Salomón? ¿Es este el verdadero rostro de Salomón? Tras una investigación que demandó muchos años, el historiador británico Ralph Ellis ha presentado un libro intitulado «Salomón, faraón de Egipto», donde expone que las historias sobre las riquezas del rey Salomón son una «burda malinterpretación» de textos históricos. «De acuerdo a la Biblia, el rey Salomón fue impresionantemente rico, empero, generaciones sucesivas de teólogos y arqueólogos han barrido Tierra Santa en busca de su capital, palacio, templo y riqueza sin éxito alguno», dice Ellis. «Llega un punto donde quedan solo dos posibilidades: aceptar que el relato bíblico es pura ficción o darse cuenta que has estado buscando en el lugar equivocado cosas equivocadas». El relato bíblico explica que «el peso del oro que vino al rey Salomón en un año ascendió a seiscientos sesenta y seis talentos —unas 22 toneladas— de oro». (1 Reyes 9:14,28; 10:10,14). «Mi investigación sugiere que detrás de todo hay una historia verdadera, pero ha sido groseramente modificada y oscurecida por los escribas bíblicos», agrega el autor. «De hecho, una próspera y poderosa dinastía israelita realmente existió, pero no fue integrada solo por reyes israelitas ni su ciudad capital fue Jerusalén». El faraón bereber Según revela Ellis en su libro, cuando hablamos de Salomón en realidad nos referimos a Sheshonq I, un temido y poderoso faraón de origen bereber que fundó la dinastía XXII de Egipto a finales del siglo 10 a.C. y cuyo reino se extendía más allá del actual Israel. Ellis piensa que los gobernantes vecinos saquearon tumbas reales ubicadas en el Valle de los Reyes (foto) y las presentaron como «tributo» a Salomón/Sheshonq para evitar ser invadidos. Ellis piensa que los gobernantes vecinos saquearon tumbas reales ubicadas en el Valle de los Reyes (foto) y las presentaron como «tributo» a Salomón/Sheshonq para evitar ser invadidos. «Existen paralelismos muy convincentes entre David y Salomón y Psusenes y Shoshenq, incluso los ancestros y miembros de las familias de estas “dos” dinastías reales parecen ser exactamente los mismos», explica Ellis. «Una vez que aceptamos que estos reyes “israelitas” fueron en realidad faraones del Bajo Egipto, entonces todas las inconsistencias de los relatos bíblicos son fácilmente explicables». «Tanto por razones políticas como culturales, este no es el tipo de revelación que los arqueólogos hebreos quisieran oír», sentencia el historiador, quien cree que los faraones eran considerados «desagradables e inaceptables» para ciertos autores bíblicos que, con el fin de solventarlo, alteraron la historia a su antojo y fabricaron un héroe «puramente israelí». Sheshonq sometiendo a los pueblos enemigos, representado en el templo de Amón en Karnak. Sheshonq sometiendo a los pueblos enemigos, representado en el templo de Amón en Karnak. De ser esta teoría cierta, entonces los tesoros del rey Salomón pueden ser encontrados fácilmente en el Museo Egipcio de El Cairo, donde un montón de valiosos artefactos de esa era están en exhibición.

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: ¿Fue el legendario rey Salomón un faraón egipcio? http://mysteryplanet.com.ar/site/fue-el-legendario-rey-salomon-un-faraon-egipcio/
Cuenta la Biblia que el rey Salomón fue un rey judío, que además de ser justo, llevó a su pueblo la prosperidad, quizás por unas legendarias minas de oro que le hicieron nadar en la abundancia. Ahora, un experto británico asegura que las legendarias fuentes de la riqueza de este monarca jamás existieron. Y, por si fuera poco, también sugiere que Salomón ni siquiera fue propiamente rey de Israel, sino que en realidad fue un faraón egipcio cuya historia fue «malinterpretada» en los textos bíblicos. ¿Es este el verdadero rostro de Salomón? ¿Es este el verdadero rostro de Salomón? Tras una investigación que demandó muchos años, el historiador británico Ralph Ellis ha presentado un libro intitulado «Salomón, faraón de Egipto», donde expone que las historias sobre las riquezas del rey Salomón son una «burda malinterpretación» de textos históricos. «De acuerdo a la Biblia, el rey Salomón fue impresionantemente rico, empero, generaciones sucesivas de teólogos y arqueólogos han barrido Tierra Santa en busca de su capital, palacio, templo y riqueza sin éxito alguno», dice Ellis. «Llega un punto donde quedan solo dos posibilidades: aceptar que el relato bíblico es pura ficción o darse cuenta que has estado buscando en el lugar equivocado cosas equivocadas». El relato bíblico explica que «el peso del oro que vino al rey Salomón en un año ascendió a seiscientos sesenta y seis talentos —unas 22 toneladas— de oro». (1 Reyes 9:14,28; 10:10,14). «Mi investigación sugiere que detrás de todo hay una historia verdadera, pero ha sido groseramente modificada y oscurecida por los escribas bíblicos», agrega el autor. «De hecho, una próspera y poderosa dinastía israelita realmente existió, pero no fue integrada solo por reyes israelitas ni su ciudad capital fue Jerusalén». El faraón bereber Según revela Ellis en su libro, cuando hablamos de Salomón en realidad nos referimos a Sheshonq I, un temido y poderoso faraón de origen bereber que fundó la dinastía XXII de Egipto a finales del siglo 10 a.C. y cuyo reino se extendía más allá del actual Israel. Ellis piensa que los gobernantes vecinos saquearon tumbas reales ubicadas en el Valle de los Reyes (foto) y las presentaron como «tributo» a Salomón/Sheshonq para evitar ser invadidos. Ellis piensa que los gobernantes vecinos saquearon tumbas reales ubicadas en el Valle de los Reyes (foto) y las presentaron como «tributo» a Salomón/Sheshonq para evitar ser invadidos. «Existen paralelismos muy convincentes entre David y Salomón y Psusenes y Shoshenq, incluso los ancestros y miembros de las familias de estas “dos” dinastías reales parecen ser exactamente los mismos», explica Ellis. «Una vez que aceptamos que estos reyes “israelitas” fueron en realidad faraones del Bajo Egipto, entonces todas las inconsistencias de los relatos bíblicos son fácilmente explicables». «Tanto por razones políticas como culturales, este no es el tipo de revelación que los arqueólogos hebreos quisieran oír», sentencia el historiador, quien cree que los faraones eran considerados «desagradables e inaceptables» para ciertos autores bíblicos que, con el fin de solventarlo, alteraron la historia a su antojo y fabricaron un héroe «puramente israelí». Sheshonq sometiendo a los pueblos enemigos, representado en el templo de Amón en Karnak. Sheshonq sometiendo a los pueblos enemigos, representado en el templo de Amón en Karnak. De ser esta teoría cierta, entonces los tesoros del rey Salomón pueden ser encontrados fácilmente en el Museo Egipcio de El Cairo, donde un montón de valiosos artefactos de esa era están en exhibición.

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: ¿Fue el legendario rey Salomón un faraón egipcio? http://mysteryplanet.com.ar/site/fue-el-legendario-rey-salomon-un-faraon-egipcio/
Cuenta la Biblia que el rey Salomón fue un rey judío, que además de ser justo, llevó a su pueblo la prosperidad, quizás por unas legendarias minas de oro que le hicieron nadar en la abundancia. Ahora, un experto británico asegura que las legendarias fuentes de la riqueza de este monarca jamás existieron. Y, por si fuera poco, también sugiere que Salomón ni siquiera fue propiamente rey de Israel, sino que en realidad fue un faraón egipcio cuya historia fue «malinterpretada» en los textos bíblicos. ¿Es este el verdadero rostro de Salomón? ¿Es este el verdadero rostro de Salomón? Tras una investigación que demandó muchos años, el historiador británico Ralph Ellis ha presentado un libro intitulado «Salomón, faraón de Egipto», donde expone que las historias sobre las riquezas del rey Salomón son una «burda malinterpretación» de textos históricos. «De acuerdo a la Biblia, el rey Salomón fue impresionantemente rico, empero, generaciones sucesivas de teólogos y arqueólogos han barrido Tierra Santa en busca de su capital, palacio, templo y riqueza sin éxito alguno», dice Ellis. «Llega un punto donde quedan solo dos posibilidades: aceptar que el relato bíblico es pura ficción o darse cuenta que has estado buscando en el lugar equivocado cosas equivocadas». El relato bíblico explica que «el peso del oro que vino al rey Salomón en un año ascendió a seiscientos sesenta y seis talentos —unas 22 toneladas— de oro». (1 Reyes 9:14,28; 10:10,14). «Mi investigación sugiere que detrás de todo hay una historia verdadera, pero ha sido groseramente modificada y oscurecida por los escribas bíblicos», agrega el autor. «De hecho, una próspera y poderosa dinastía israelita realmente existió, pero no fue integrada solo por reyes israelitas ni su ciudad capital fue Jerusalén». El faraón bereber Según revela Ellis en su libro, cuando hablamos de Salomón en realidad nos referimos a Sheshonq I, un temido y poderoso faraón de origen bereber que fundó la dinastía XXII de Egipto a finales del siglo 10 a.C. y cuyo reino se extendía más allá del actual Israel. Ellis piensa que los gobernantes vecinos saquearon tumbas reales ubicadas en el Valle de los Reyes (foto) y las presentaron como «tributo» a Salomón/Sheshonq para evitar ser invadidos. Ellis piensa que los gobernantes vecinos saquearon tumbas reales ubicadas en el Valle de los Reyes (foto) y las presentaron como «tributo» a Salomón/Sheshonq para evitar ser invadidos. «Existen paralelismos muy convincentes entre David y Salomón y Psusenes y Shoshenq, incluso los ancestros y miembros de las familias de estas “dos” dinastías reales parecen ser exactamente los mismos», explica Ellis. «Una vez que aceptamos que estos reyes “israelitas” fueron en realidad faraones del Bajo Egipto, entonces todas las inconsistencias de los relatos bíblicos son fácilmente explicables». «Tanto por razones políticas como culturales, este no es el tipo de revelación que los arqueólogos hebreos quisieran oír», sentencia el historiador, quien cree que los faraones eran considerados «desagradables e inaceptables» para ciertos autores bíblicos que, con el fin de solventarlo, alteraron la historia a su antojo y fabricaron un héroe «puramente israelí». Sheshonq sometiendo a los pueblos enemigos, representado en el templo de Amón en Karnak. Sheshonq sometiendo a los pueblos enemigos, representado en el templo de Amón en Karnak. De ser esta teoría cierta, entonces los tesoros del rey Salomón pueden ser encontrados fácilmente en el Museo Egipcio de El Cairo, donde un montón de valiosos artefactos de esa era están en exhibición.

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: ¿Fue el legendario rey Salomón un faraón egipcio? http://mysteryplanet.com.ar/site/fue-el-legendario-rey-salomon-un-faraon-egipcio/

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