4 misterios sin resolver de Australia

El mundo natural único de Australia está llena de misterios que permanecen sin resolver. Están literalmente en todas partes; en el cielo, los reinos vegetales y animales, el océano, las dimensiones extrañas, y los avistamientos de cosas que una vez fueron. La ciencia ha logrado resolver algunos de ellos, pero hay otros que permanecerán parte de la mística de Australia.

1. Las termitas magnéticas

Un misterio australiano son los enormes termiteros que actúan como brújulas. Por razones aún desconocidas, las termitas en el Territorio del Norte rural construyen sus torres monolíticas en una alineación norte-sur.

Los montículos crean una especie espeluznante vista que requiere una segunda mirada, casi como lápidas gigantes que pueden empequeñecer fácilmente a un hombre alto. Estas torres brújula no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.

2. Nubes Morning Glory

Burketown en el norte de Australia vive un fenómeno meteorológico poco frecuente cada primavera: Nubes Morning Glory. Parecidas a enormes cuerdas retorcidas, rodando casi sin fin a lo largo del cielo, no se sabe mucho acerca de cómo se forman.

Aunque estas nubes se crean en otros lugares del mundo, Burketown es el único lugar donde la gente puede “navegar” a través de ellas. Cada primavera, los planeadores e incluso pequeños pilotos de aviones se reúnen aquí para lo que consideran la emoción de su vida.

3. Ciudad Tarantula

Cerca de Maningrida, las tarántulas de color marrón claro están haciendo algo extraño: Alrededor de 25.000 de ellas viven en inaudita proximidad entre sí, con las madrigueras a sólo unos metros de distancia.

Se cree que es la mayor concentración de tarántulas en la Tierra. Encontrar a tantas de ellas en un pequeño espacio de 10 kilómetros de franja de valle tiene sólo una explicación secreta que las arañas no nos están diciendo.

4. Virus Pandora

En 2009, un nuevo Megavirus surgió en Chile. Los investigadores no pudieron encontrar una similitud con ningún virus conocido y se creó una nueva clasificación para el recién llegado, llamándolo “virus Pandora.” A continuación, en 2011, una nueva generación del virus Pandora fue descubierto en un estanque Melbourne, sacudiendo la comunidad científica con su tamaño y sus secretos.

Un estudio de la carga genética de las variedades chilenas y australianas reveló que la friolera del 93% de sus genes eran desconocidos para la ciencia. Esto hace de los orígenes del virus un misterio. Su tamaño también fue un shock. Donde la mayoría de los virus, incluso los más complicados como el SIDA o la gripe, sólo tienen alrededor de 10 genes, el virus Melbourne tiene aproximadamente 2.000. Nadie sabe con certeza cuales son sus genes, cómo funcionan, o incluso por qué hay tantos de ellos.