¿Te has preguntado alguna vez si el hombre podría ser capaz de llegar al centro de la Tierra? No
solo era un sueño de Julio Verne, el acceder hasta las entrañas de
nuestro planeta ha sido desde siempre uno más de los propósitos del
hombre, empeñado contínuamente en desafiar los límites de la ciencia y
la naturaleza.
Pero ¿se consiguió? te preguntarás. En absoluto.
La máxima distancia conseguida fue de 12.262 metros de profundidad, pero
lo interesante de todo esto fue lo sucedido mientras se estaban
realizando las obras de prospección. El misterio y la leyenda empezaron a
tejerse desde el mismo momento en que, sencillamente, se decidió
abandonar el proyecto…¿La razón?
El pozo superprofundo de Kola
Fueron los rusos, quienes en los años 70, iniciaron un proyecto
científico llamado SG-3. El objetivo era profundizar en la corteza
terrestre lo máximo posible en una zona muy concreta del Báltico, en el
óblast de Múrmansk, ahí donde la llamada discuntinuidad de Mohorovich,
ofrece más cercanía a esta parte de la tierra.
La perforación empezó en 1972, cuando la URSS aún sostenía todo su
poder. Los científcos se trasladaron a la vieja península de Kola
utilizando última tecnología en materia de prospección.
Se trajeron perforadoras Uralmash 4E y la Uralmash 15000, potentísimas
máquinas que fueron mejorándose año tras año. Ya en 1983 habían llegado a
los 10.000 metros y en 1989, se alcanzan unos increíbles 12,262
metros.A esta altura el trabajo ya se hace un poco más complicado. Al ir
descendiendo en la corteza terrestre, la temperatura alcanzaba unos
potentes 180º , y aunque estaban satisfechos por haber superado con
creces a la empresa GNPP Nebra que había conseguido llegar a los 8.578,
ansiaban llegar un poco más allá.
Aunque no lo hicieron. No pudieron.
La razón por la que este proyecto soviético terminó frustrándose casi al
mismo tiempo que caía el muro de Berlín, tiene dos versiones. La
oficial, y la extraoficial. La oficial es consistente y es la aceptada
por la mayoría: llegadas a estas profundidades del planeta, las masas de
fango fluyen contínuamente en compañía del hidrógeno. El trabajo es más
que imposible.
¿Y cuál es la otra explicación del porqué se abandonó la idea por llegar hasta las entrañas del planeta? Escucharon
gritos. El gerente del proyecto, el Doctor Azzacov informó que se
decidió dejar los trabajos por unanimidad en vista de la inquietud que
experimentaban todos los hombres y mujeres del equipo. A medida que
taladraban, del agujero ascendían extraños gritos, voces desgarradas
como si llegaran del mismo corazón del planeta. Los trabajadores, viendo
cómo subía la temperatura a medica que bajaban en metros empezaron a
creer que aquello no era otra cosa más que el infierno, y los gritos,
los lamentos de las almas condenadas.
La verdad es que no se sabe a ciencia cierta qué pudo ocurrir.
El proyecto se abandonó, tal vez los acontecimientos políticos también
determinaron la falta de presupuesto para continuar, no se sabe. De
momento nadie ha decidido continuar la prospección y alcanzar los 15.000
metros de profundidad en busca del corazón de nuestro planeta… o del
mismísmo infierno.
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