Planeta
Azul se presenta nuevamente, esta vez con una interesante reseña sobre
la civilización global de los dioses antiguos en el pasado remoto de
américa. Las culturas profundamente espirituales recuerdan un tiempo en
el que la gente de las estrellas interactuaba libremente con los
humanos. Antes de que los intrépidos y codiciosos europeos, entre
colillas, descubrieran las américas, la tierra estaba poblada por una
variedad de culturas que abarcaban millones de almas. Lamentablemente el
genocidio que produjo la casi aniquilación de los nativos americanos
también significo la desaparición del conocimiento antiguo que nunca
podremos recuperar. Por tanto los esfuerzos de los sobrevivientes han
incluido la transmisión de historias desde tiempos inmemorables con
charlas sobre la gente de las estrellas un término que agrupa a varios
seres que vinieron desde el cielo para compartir una conexión con seres
humanos dignos de sus enseñanzas. El mundo antiguo estaba en contacto
con una multitud de alienígenas avanzados, como demuestra la rica
colección de tradiciones orales que
detallan esas interacciones. Muchas culturas separadas por miles de
años se refieren a narraciones de objetos voladores no identificados y
tecnología tan avanzada que les parecía sobrenatural y mágica. Estas
historias son particularmente fuertes dentro de las leyendas y mitos de
las tribus americanas. Es difícil estudiar la historia de las antiguas
civilizaciones americanas porque aproximadamente todos los registros
originales de esas civilizaciones fueron destruidos siglos atrás. Como
resultado de esto, los historiadores confrontan frecuentes discusiones
sobre los hechos más básicos, como las fechas. Por ejemplo, los tiempos
estimados en relación a la gran civilización Maya han sido colocados en
varias partes desde 30.000 años atrás hasta sólo 700 años atrás. Muchos
arqueólogos creen que la primera civilización importante de Norte
América fue la sociedad Olmeca de México. Se estima que floreció desde
800 AC., hasta 400 DC. Se conoce muy poco acerca
de los Olmecas excepto que dejaron detrás impresionantes ruinas las que
incluyen una gran pirámide. La existencia de la pirámide es una fuerte
evidencia de la interacción que existía entre el Viejo y el Nuevo Mundo
en los años antes de Cristo. Se cree que los Olmecas dieron nacimiento a
la famosa civilización Maya que los siguió. La cultura maya se extendía
desde México hasta América Central y duró desde los 300 AC., hasta los
900 DC. Como los Olmecas, los Mayas eran aficionados a la construcción
de pirámides. Sorpresivamente, algunas pirámides mayas presentan un
revestimiento calcáreo similar al de las antiguas pirámides de Egipto.
Los mayas también repiten a los egipcios en la de cuerpos y sostienen
creencias similares en cuanto al más allá de la vida física. También se
distinguen otras analogías con Egipto en el admirable arte de los
mayas. Sus pinturas murales, frescos y vasos decorados señalan una raza
de hombres con rasgos semíticos mesopotámicos fuertemente marcados,
ocupados en todo tipo de actividades: agricultura, pesca, edificación,
política y religión. Egipto sólo ha representado esas actividades con la
misma cruel verosimilitud o apariencia de la verdad; pero la cerámica
de los mayas recuerda a la de los
etruscos un antigua civilización de Italia sus bajos-relieves recuerdan
los de la India y los enormes escalones escarpados de sus templos
piramidales son parecidos a los de Angkor en Camboya dedicados al culto
Hindú. A menos que obtuvieran sus modelos desde el exterior, sus
cerebros deben haber sido construidos de tal forma que adoptaran las
mismas formas de expresión artística como las demás grandes
civilizaciones antiguas de Europa y Asia. Entonces, una civilización
brotó de una región geográfica particular y luego se extendió
gradualmente en todas direcciones O aparecieron espontánea y
separadamente en varias partes del mundo Fueron algunas razas los
maestros y otras razas los discípulos, o fueron todos ellos autodidactas
Semillas aisladas o un tallo padre emitiendo retoños en todas
direcciones. Las coincidencias son demasiado fuertes en las
civilizaciones americanas para que haya surgido independientemente de
las sociedades del viejo mundo. Las sorprendentes similitudes indican
que las civilizaciones americanas formaban parte de una sociedad global,
a pesar de que los antiguos habitantes de América no eran conscientes
de ello. Actualmente existe una situación
similar. En diferentes ciudades alrededor del mundo, encontramos
modernos rascacielos que se parecen notablemente a no importa cual
rascacielos construido en cualquier otra ciudad del mundo, bien sea en
Singapur, África o los Estados Unidos de América. Puede que sea bastante
sorprendente que uno vea en una remota nación Africana un enorme
rascacielos de vidrio el cual es virtualmente idéntico a uno existente
en Chicago. Esto sin embargo, la cultura circundante puede ser
radicalmente diferente en cada uno de los países, indicando que el
rascacielos de África no es un producto de la cultura nativa sino el
producto de una influencia global independiente. Una influencia global
similar claramente existió hace más de un milenio, como lo evidencian
las similitudes extraordinarias entre las antiguas civilizaciones maya y
egipcia. Parece que esta influencia global fue causada por los Dioses
como aparece en escrituras antiguas americanas. Los Dioses eran adorados
por los antiguos americanos como dioses que eran nativos de otros
mundos y que poseían un aspecto semi-humano. Al igual que en el
Hemisferio Oriental, en América los dioses estaban disimulados
detrás una pretendida mitología. Lo mismo que en Egipto y Mesopotamia,
los sirvientes de los dioses en América eran los sacerdotes quienes
poseían un considerable poder político derivado de sus relaciones
especiales con esos dioses. Las civilizaciones americanas tuvieron una
historia similar a la del Viejo Mundo. Estuvieron llenas de guerras,
genocidios y calamidades. Una cosa que continuaba consistentemente fue
la construcción de pirámides. Los Toltecas, una civilización que se
originó en la sociedad maya, continuaron la tradición de construcción de
pirámides y edificó la fabulosa pirámide del Sol en México. Esta
pirámide es más grande que la Gran Pirámide de Egipto en volumen total, y
está dotada de la misma precisión en el corte de la piedra que
caracteriza a su contra parte egipcia. Cuando los españoles invadieron
América en el siglo XIV, deliberadamente destruyeron casi todo lo que
pudieron de las antiguas culturas americanas,
excepto el oro y los metales preciosos que fueron embarcados para
España. En este tiempo de la historia, la Inquisición estaba en su
apogeo y España era su más celosa abogado. Los primitivos americanos
eran considerados paganos, y así, los misioneros cristianos estaban
ocupados en una campaña de destrucción de todos los registros y
aparataje relacionados con las religiones americanas. Por desgracia,
entre aquellos registros cayeron textos inestimables de historia y
ciencias. Los efectos de esta eliminación fueron muy parecidos a los de
la destrucción de la biblioteca de Alejandría por los primitivos
cristianos, causando un substancial vacío de conocimientos con respecto a
la historia antigua de la humanidad. Esto dejó sin respuesta una gran
cantidad de interrogantes con respecto a los mayas.
Por ejemplo: los mayas construyeron muchos centros religiosos fabulosos
en los que se desconoce la causa de su abandono gradual en un momento
dado. Un libro se salvó, el cual pretende traducido al español ser la
versión sobreviviente más antigua del Popol, donde se evidencia que
varios grupos hablaban diferentes lenguajes por lo cual las antiguas
tribus mayas se veían obligadas a adoptarlos una vez que ellos caían
bajo las normas de un nuevo dios. También en el Nuevo Mundo, los humanos
fueron repartidos en diferentes grupos lingüísticos por los dioses
custodios. Los ovnis continúan siendo observados en todo el mundo, al
igual que lo hacían los primeros seres humanos desde la noche de los
tiempos, solo que la gente ya no los vio más como los vehículos de los
dioses sino como avistamientos ovnis.
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