Los
«engranajes de bronce antiguo Perú», o «Artes del antiguo Perú» son
considerados por muchos como uno de los artefactos más misteriosos
descubiertos en América del sur. Aunque que no se conoce mucho acerca de
estos enigmáticos «engranajes», son considerados por muchos como la
última evidencia que acreditaría que hace miles de años atrás, los
Incas, una avanzada civilización que floreció en América del sur,
poseían tecnología avanzada.
Actualmente cuando se trata el tema de los «engranajes de
bronce de Perú» la mayoría de las personas están de acuerdo en que se
tratan de artefactos fuera de lugar (ooparts),
mientras que los escépticos permanecen seguros que no son más que meros
artículos decorativos utilizados por personas antiguas que adoraban al
sol.
Estas dos teorías han creado un interminable debate entre
creyentes y escépticos, quienes han tratado de entender qué son estos
enigmáticos discos, y para qué se utilizaban.
Hay muy poca información sobre esto en la actualidad, y
aunque hay algunas imágenes que representan los supuestos engranajes en
buen estado, su propósito ha permanecido en el misterio durante muchos
años. La mayoría de los cuadros representan los curiosos artefactos como
un total de seis objetos circulares que se asemejan extrañamente a
engranajes mecánicos debido a que son dentados. Esto ha conducido muchos
a creer que eran parte de una máquina mucho más grande que fue
utilizada por la gente antigua en el Perú.
Descubrimientos similares fueron encontrados en el
Mediterráneo, cuando los buzos recuperaron el mecanismo de Antikythera,
un equipo que se remonta miles de años, compuesto de varios engranajes
que misteriosamente se asemejan a los encontrados en Perú.
El mecanismo de Antikythera consta de 37 diferentes tipos
de engranajes, y es tan complejo que muchos lo consideran el primer
ordenador analógico hecho por el hombre. Se encuentra ubicado en una
caja de madera de 340 mm × 180 mm × 90 mm. Se trata de un mecanismo de
relojería complejo, compuesto de al menos 30 engranajes de bronce
dentados. Sus restos fueron encontrados como 82 fragmentos separados, de
los cuales sólo siete contienen inscripciones significativas. El
engranaje más grande (claramente en la imagen) es de aproximadamente 140
mm de diámetro y contaba con 223 dientes.
En esta imagen se pueden apreciar los numerosos engranajes dentro del mecanismo de Antikythera.
Es una tarea complicada el establecer si los «engranajes de
bronce del antiguo Perú» fueron utilizados de manera similar como los
engranajes dentro del mecanismo de Antikythera. Sin embargo, antes del
descubrimiento del mecanismo de Antikythera, los investigadores creían
que la antigua humanidad era incapaz de crear máquinas complejas u
«ordenadores.» En otras palabras, el descubrimiento del mecanismo de
Antikythera lo cambió todo.
Por esta razón no podemos descartar el hecho de que los
misteriosos «engranajes de bronce de Perú» pudieron haber pertenecido a
un dispositivo similar al mecanismo de Antikythera, a pesar de que los
escépticos continúen diciendo que los engranajes de bronce de Perú solo
son discos que representan al Sol.
Los enigmáticos discos de Perú fueron mencionados por
primera vez por el profesor Rafael Larco Hoyle en su libro «Perú».
Lamentablemente la información sobre los «engranajes» es extremadamente
limitada, por lo que es muy difícil decir para que fueron usados
estos artefactos misteriosos en el mundo antiguo.
Puerta Aramu Muru y los enigmáticos engranajes
Otra teoría acerca del misterio de los «engranajes de bronce del antiguo Perú» es eran utilizados junto a la Puerta de Hayu Marca o puerta de Aramu Muru (puerta de los dioses).
Hayu Marca o la Puerta de los dioses
Esta misteriosa gran estructura ubicada en la región
montañosa de Hayu Marca, en el sur del Perú, cerca del lago Titicaca,
es uno de los más enigmáticos monumentos megalíticos de la región. Las
personas nativas de la zona hablan de una leyenda en la que esta
misteriosa puerta era en realidad «una puerta de entrada a las tierras
de los dioses», y a través de ella, muchos héroes y dioses llegaron a la
Tierra hace miles de años. La supuesta Stargate o «Puerta estelar» fue
descubierta por Jose Luis Delgado Mamani, un guía de montaña local que
estaba explorando el área. Mientras disfrutaba de la vista en la región
montañosa de Hayu Marca ubicada al sur del Perú, se percató de la
existencia de una estructura gigante que fue tallada en una roca enorme
que mide siete metros de altura y 7 metros de ancho, con una misteriosa
puerta más pequeña en su centro.
Primer plano de la puerta más pequeña (ubicada en el centro
de la estructura) en Hayu Marca. En el medio un pequeño agujero sería
en donde se colocaba la llave que abriría el «portal»
Según algunas leyendas, la puerta más pequeña representa la
entrada de las almas mortales, mientras que la entrada más grande y más
simétrica era utilizada como una entrada a nuestro mundo para
las deidades. Curiosamente, Mamani indicó que él había soñado, desde
mucho antes de descubrir esta puerta, con esta estructura y vio lo que
parecía ser una puerta cubierta con mármol rosa con varias figuras
ubicadas a los lados.
Las leyendas locales dicen que en un pasado distante, un
sacerdote inca llamado Amaru Muru, huyó de su templo con un disco
sagrado de oro conocido como «la llave de los dioses de los siete
rayos». El sacerdote se escondió en las montañas de Hayu Marca por temor
de que los conquistadores españoles pudieran arrebatarle la «llave».
Más tarde, el sacerdote llegó a la «Puerta de los Dioses» en Hayu Marca,
donde mostró la llave a varios otros sacerdotes y chamanes de la zona.
Después de haber cumplido con un ritual, se abrió la puerta con una luz
azul muy intensa que emanaba del interior. El cura, Amaru Muru entregó
el disco de oro a uno de los chamanes, entró por la puerta y nunca se le
volvió a ver.
Gracias a las leyendas existentes de la «Puerta de los
Dioses», es posible que las enigmáticas «llaves de bronce de Perú» hayan
sido utilizadas por los pueblos antiguos en la región como las «llaves»
para ingresar por la supuesta puerta que conduciría al reino de los
dioses. Tal vez , algunas réplicas fueron creadas en períodos
posteriores, con la esperanza de recrear la «la original llave de los
dioses que podría abrir una vez más, este portal situado cerca del lago
Titicaca.
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