Si bien es cierto que en este desierto
se han encontrado numerosos jeroglíficos aún desconocidos, este no es el
único secreto que este lugar, ubicando en el actual territorio de Perú,
guarda sobre el pasado de la humanidad…
Todo comenzó en el año 2014 cuando dos
amigos que pasaban por el desierto se toparon con una lápida de piedra.
Desde luego que no pudieron resistir y pronto la corrieron. Pero lo que
no sabían era que estaban descubriendo un inmenso complejo de túneles
subterráneos.
Una de las cosas más asombrosas que más
tarde descubrirían fue un sarcófago de 2 metros. Al intentar abrirlo se
dieron cuenta que estaba sellado.
¿Se encontraría este sarcófago lleno de piedras preciosas, oro o algún otro metal de valor?
Es sabido que los egipcios escondían, dentro de las momias, todo tipo de joyas para que los faraones y la nobleza en general pudiese cruzar hacia “el más allá”.
Sin embargo, y para su asombro, luego de
días de intentarlo lograron abrir la enigmática tumba y, en su
interior, encontraron figuras de piedra con forma de sapo que
representaba las distintas evoluciones.
¿Se trataría de algún mensaje en alguna antigua lengua perdida?
Además, se hallaron distintas inscripciones que no lograban comprender y, por si esto fuese poco, hallaron el cerebro de una momia.
¿Un cerebro de momia gigante?
Una vez hallado el cerebro de la momia,
se dieron cuenta que el tamaño debía pertenecer a un hombre realmente
gigante: de varios metros de alto…
¿Podría tratarse de alguna técnica de gigantismo utilizada por parte de los aztecas en la antigüedad o bien estaban ante la evidencia de una momia extraterrestre?
El hallazgo parecía complicarse aún más para estos hombres desconcertados… Pero aún faltaba lo más asombroso…
¿Un ser extraterrestre junto a una momia?
Luego de varios días de investigar
detenidamente cada rincón de aquel impactante descubrimiento, uno de los
hombres encontró un hueco realmente muy pequeño por el que tuvo de
deslizarse con algo de presión dado que no cabía muy bien… Sin embargo,
el descubrimiento ¡bien valió la pena! pues del otro lado, y con ayuda
de una linterna, pudo vislumbrar a un ser extraterrestre de ojos
brillantes que le miraba desconcertado.
Ambos permanecieron inmóviles durante
unos instantes hasta que el ser extraterrestre salió por un pasadizo
alejándose del hombre, quien también huyó aterrorizado por aquel
encuentro inesperado.
¿Momias extraterrestres?
Por si esto fuese poco, más adelante hallaron un cuarto muy bien sellado y conservado en el que pudieron ver momias extraterrestres de diferentes tamaños: desde miniaturas hasta momias gigantes.
¿Será esta la prueba irrefutable de que los extraterrestres han estado desde tiempos antiguos entre los seres humanos?
¿Habrán sido ellos los responsables de tantos avances como el calendario maya y su exactitud, la construcción de las pirámides egipcias o la esfinge de Guiza?
¿Cómo eran estas momias extraterrestres?
En principio no quedaban dudas de que esas momias no eran humanas por la simple y llana razón de que tenían, en cada mano y pies, solamente tres dedos. Además, algunas de las momias tenían alrededor de 1,70 mt. de altura y su cráneo era alargado u ovalado.
Aún continúan las investigaciones sobre estas misteriosas tumbas y momias extraterrestres halladas. Lo que sí ya no es posible negar que seres extraterrestres
nos han visitado a lo largo de miles o millones de años y ya deberíamos
creer que forman parte de la historia de la humanidad, dadas todas las
intervenciones de las que ya tenemos abundante evidencia.
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