Pocas personas han
tenido la oportunidad de ver tras el velo de la Matrix que nos rodea… En
este videoprograma, el investigador David Parcerisa expone algunos
testimonios de los pocos que vieron más allá y regresaron para contarlo
con detalles que demostrarían que nuestra consciencia subsiste luego de
la muerte física.
Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: Los elegidos que cruzaron el umbral hacia el otro lado y lo vieron todo https://mysteryplanet.com.ar/site/los-elegidos-que-cruzaron-el-umbral-hacia-el-otro-lado-y-lo-vieron-todo/
Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: Los elegidos que cruzaron el umbral hacia el otro lado y lo vieron todo https://mysteryplanet.com.ar/site/los-elegidos-que-cruzaron-el-umbral-hacia-el-otro-lado-y-lo-vieron-todo/
GORNAYA SHORIA, EL
COMPLEJO TERALÍTICO DE RUSIA
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
Uno de los mayores misterios para los creyentes de las religiones
judeocristianas es la localización actual del Arca de la Alianza, de la
que se decía que albergaba las dos tablillas de piedra originales con
los Diez Mandamientos. Existen muchas teorías en relación con su posible
paradero, aunque nadie lo conoce con certeza, ya que según la leyenda
un simple mortal no puede mirar un objeto tan sagrado sin sufrir las
terribles consecuencias (aunque quizás no tan terribles como las que se
pueden ver en la película En busca del arca perdida). Sin embargo, un
hombre aseguraba no solo haber encontrado el Arca de la Alianza, sino
también haberla visto con sus propios ojos. Ron Wyatt afirmaba haber
hallado los Diez Mandamientos el 6 de enero de 1982, e incluso creía que
su descubrimiento había sido predicho por una profecía.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
‘El Arca cruza el Jordán’ (Public Domain)
Posibles localizaciones del Arca
Dice la Biblia que los israelitas guardaban las tablillas con los Diez
Mandamientos en un arca de madera recubierta de oro, el Arca de la
Alianza. Es posible que el Arca contuviera también la vara de Aarón
(famosa por haberse convertido en serpiente ante los ojos del Faraón) y
un recipiente con maná (el alimento caído del cielo que permitió a los
israelitas sobrevivir cuando vagaban por el desierto).
Una de las afirmaciones más insistentes de poseer el Arca es la de la
iglesia etíope de Santa María de Sion, desde la cual se sostiene que el
Arca fue llevada hasta Axum por el hijo de la reina de Saba y el rey
Salomón para protegerla. Muchas otras iglesias alegan argumentos
similares. Entre las posibles localizaciones del Arca están Jordania,
Egipto, Israel, Sudáfrica, Francia, Italia, Irlanda y los Estados
Unidos.
Ron Wyatt, un investigador aficionado, aventurero y adventista del
séptimo día, creía haber descubierto el Arca de la Alianza enterrada
bajo las ruinas del casco antiguo de Jerusalén. De hecho, según su
relato el Arca de la Alianza se encontraba exactamente debajo del lugar
en el que fue crucificado Jesús de Nazaret.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
‘El traslado del Arca con el rey David cantando y bailando.’ (Public
Domain)
Oculta en una cámara subterránea
Al escapar de Egipto y asentarse en la tierra prometida, los israelitas
guardaron el Arca de la Alianza en el Santo Templo, conocido también
como Templo de Salomón. 600 años antes de la muerte de Jesús, los
babilonios encabezados por Nabucodonosor invadieron y destruyeron gran
parte de Jerusalén, incluido el Templo. Es este el momento en el que se
pierde el rastro del Arca de la Alianza. Cuando los babilonios
comenzaron su ataque, construyeron una gran muralla alrededor de la
ciudad para su asedio, de tal modo que nadie podía entrar ni salir en
Jerusalén. En consecuencia, los israelitas cavaron numerosos túneles
para poder moverse por la ciudad sin llamar la atención. Muchos de estos
túneles aún existen en nuestros días, y en algunos de ellos se han
encontrado objetos antiguos. Wyatt asegura que el Arca de la Alianza, el
objeto más sagrado de la religión judía, fue escondida en una cámara
subterránea que fue a continuación sellada y más tarde olvidada.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
Ilustración del Templo de Salomón en Jerusalén. (CC by SA 4.0)
La profecía: los mandamientos son revelados
En 1901, una mujer llamada Ellen G. White pronunció la siguiente
profecía:
“Y Él [Cristo] dio a Moisés, cuando puso fin a la comunión con él en
el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas
por el dedo de Dios. Nada escrito sobre estas tablas podía borrarse.
Este valioso documento de la ley fue colocado dentro del arca del
testamento, y se encuentra aún allí, seguro y oculto a la humanidad.
Pero en la hora señalada de Dios, Él desvelará estas tablas de piedra
para que sean un testimonio ante todo el mundo contra la desobediencia a
sus mandamientos y la adoración idolátrica de un falso Sabatth.” (White
citada en ‘Covenant Keepers’ (“Guardianes de la Alianza”), 2016).
Algunos estudiosos de la Biblia, como por ejemplo Ron Wyatt, creen que
“el Señor Yahveh no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los
profetas” (Amós 3,7). La profecía de White, pronunciada 81 años antes
del hallazgo de Wyatt en 1982, era según creía Wyatt la predicción del
milagroso descubrimiento del Arca de la Alianza.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
‘Moisés con las tablas de la Ley’ (1659), óleo de Rembrandt. (Public
Domain)
Las excavaciones de Wyatt
Ron Wyatt informó de que el primer hallazgo de sus excavaciones fue un
altar de piedra que sobresalía de la pared de roca, y que formaría parte
de las ruinas de una de las primeras iglesias cristianas, construida
quizás en el siglo I a. C. Wyatt dijo que este descubrimiento sugería
que “los primeros cristianos sabían que éste era un lugar importante”
(Covenant Keepers, 2016). Exploraciones posteriores de la zona revelaron
la existencia de cuatro agujeros excavados en el suelo de piedra.
Estarían destinados a la inserción de los postes de las cruces de madera
utilizadas por los romanos para las crucifixiones. (El lugar en el que
Jesús fue crucificado fue testigo de muchas otras ejecuciones, tanto
antes como después de la suya.)
Uno de los agujeros se encontraba ligeramente más elevado que el resto.
Se trataría de la localización del criminal más destacado en cada
ejecución, un honor que sin duda fue otorgado a Jesús en el día de su
crucifixión junto a dos simples ladrones. “En el agujero para la cruz se
había colocado una piedra tallada cuadrada que hacía las veces de tope.
Presentaba marcas para los dedos a ambos lados, y cuando Ron Wyatt la
retiró observó una gran grieta en el lecho de roca, extendiéndose desde
el agujero para la cruz” (Covenant Keepers, 2016). Según Wyatt, éste era
el lugar exacto del que hablaba Mateo cuando dijo que las rocas se
desgarraron de dolor por la muerte de Jesús.
¿Descubierta el Arca de la Alianza?
Wyatt y su equipo siguieron excavando, topándose finalmente con un
entramado de antiguas cuevas. Fue en una de ellas donde Wyatt dijo haber
descubierto el Arca. El investigador describía su hallazgo en una
entrevista de 1999 concedida a AnchorStone International poco antes de
morir de cáncer ese mismo año.
Cuando encontramos aquel lugar, supe que básicamente necesitaba
entrar en aquella pared de roca, ya que existían bastantes indicios de
que se trataba claramente de un sistema de túneles y cámaras, y de que
necesitaba, básicamente, ir cámara por cámara, túnel por túnel, y fuera
lo que fuera, pasar sistemáticamente por allí hasta que encontrara el
Arca de la Alianza, o hasta que no la encontrara. Y así, de todos modos,
la encontramos el 6 de enero de 1982 aproximadamente a las dos en punto
de la tarde. Y cuando la encontré me vi en una situación que no había
anticipado ni me esperaba, y era que [el Arca] se encontraba en una
cámara completamente llena de lo que parecían ser escombros. Y resultó
ser un montón de materiales del mobiliario del primer templo, cubiertos
primero por pieles de animales, luego por tablas y finalmente éstas
cubiertas de piedras. [El Arca] parecía haber quedado oculta bajo todo
aquello que tenían a mano. Parecía que lo hubieran hecho con prisas,
como si hubiesen agarrado todo lo que pudiera servir para ocultar el
escondrijo, y aún me sentía algo confuso respecto a por qué habrían
actuado así, pero entiendo que no necesito saberlo todo. Cuando Dios
hace algo, sé que está hecho de forma perfecta, así.” (Entrevista a
Wyatt, 1999).
Al examinar la gruta, Wyatt observó una extraña sustancia negra seca en
una grieta del techo de la cámara. La grieta se encontraba situada justo
por encima del Arca, y parecía como si esta sustancia negra hubiera
sido rociada sobre la carcasa exterior de piedra del Arca. “Cuando murió
Cristo, la tierra tembló. La roca bajo su cruz se partió en dos y esta
hendidura se extendió hacia abajo hasta la cámara oculta que albergaba
el inmaculado Trono de Dios ‘terrenal’ — el Arca con su Propiciatorio,”
escribió Wyatt en una de sus cartas de investigación. “Tras Su muerte,
cuando el centurión clavó su lanza en el costado de Cristo hiriendo su
bazo, salieron sangre y agua, cayendo a través de esta grieta, y la
sangre se derramó sobre el propiciatorio.” (The Pulpit, 2008). De ser
cierto, habría un paralelismo entre el acto de derramar sangre y agua
sobre el Arca de la Alianza y la sangre y el agua con las que Moisés
roció los Mandamientos para santificar la alianza de Dios con los
israelitas (Hebreos 9,19).
Wyatt afirma que la intervención divina impidió que se pudieran ver las
fotografías y vídeos que tomó del Arca de la Alianza. Al regresar al
lugar del hallazgo para recoger nuevas pruebas, cuentan que “Cuatro
ángeles se aparecieron ante él y le dijeron que aún no era el momento de
que el mundo viera este descubrimiento con sus propios ojos, pero que
llegaría la hora en que los habitantes del mundo seguirían una ley
religiosa universal” (Covenant Keepers, 2016).
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
Recreación artística del arca supuestamente descubierta por Ron Wyatt.
(Wyatt Archaeological Research)
Otros supuestos descubrimientos de Wyatt
El Arca de la Alianza no es el único descubrimiento sorprendente que Ron
Wyatt afirmaba haber realizado. Entre más de 100 descubrimientos
relacionados con la Biblia, Wyatt decía haber encontrado el Arca de Noé,
anclas de piedra utilizadas por Noé, su vivienda tras el diluvio, las
tumbas de Noé y su esposa, el emplazamiento de la Torre de Babel, el
lugar donde Jesús fue crucificado, y la propia sangre de Jesús en una
grieta provocada por un terremoto, una sangre que según el investigador
tenía 24 cromosomas en lugar de 23.
Científicos, historiadores, estudiosos de la Biblia, otros creacionistas
y líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día han desestimado los
descubrimientos de Wyatt, pero su obra continúa teniendo seguidores a
día de hoy, y su legado sigue vivo aún en la actualidad gracias a la
asociación Wyatt Archeological Research (Investigaciones Arqueológicas
Wyatt)
Puedes leer mas en : https://mundooculto.es/2017/01/en-busca-del-arca-perdida-el-hombre-que-afirmaba-haber-descubierto-el-arca-de-la-alianza/
Puedes leer mas en : https://mundooculto.es/2017/01/en-busca-del-arca-perdida-el-hombre-que-afirmaba-haber-descubierto-el-arca-de-la-alianza/
Las Tablillas de Glozel
son uno de los misterios que más controversia, debate y escepticismo
han provocado en el mundo científico y arqueológico en la actualidad.
Fueron descubiertas por Emile Fradin el 1 de marzo de 1924 en las
cercanías de la localidad de Glozel, Allier.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
LAS MISTERIOSAS TABLILLAS DE GLOZEL
Mitología sumeria: el descenso de Inanna al Inframundo
Las Tablillas de Glozel son uno de los misterios que más controversia,
debate y escepticismo han provocado en el mundo científico y
arqueológico en la actualidad. Fueron descubiertas por Emile Fradin el 1
de marzo de 1924 en las cercanías de la localidad de Glozel, Allier.
[es] es/wp-content/uploads/2016/07/3-3.jpg”>
Si se demostrase su autenticidad, quizá habría que reescribir la
Historia.
Emile Fradin se encontraba realizando sus tareas de agricultuira, cuando
uno de los animales de trabajo se precipitó en un hoyo, fruto de que el
terreno no aguantó el peso del animal. Al ayudarle a salir, Emile se
topó con unos restos humanos.
Sobresaltado por el descubrimiento, no perdió tiempo en hacerse con un
pico y una pala para seguir cavando, y prosiguió encontrando varios
objetos como hachas, vasijas, herramientas… y unas tablillas con unos
grabados.
Lo primero que hizo fue abrir las vasijas por si había algún tesoro,
pero se decepcionó al ver que solo había tierra en ellas.
Rápidamente, la noticia de este descubrimiento corrió como la pólvora y
los restos fueron analizados por expertos del Museo de Bellas Artes y el
conservador del Museo de los Eyzies.
El abuelo de Emile, mientras, se dedicó a hacer negocio con su terreno,
invitando a la gente a realizar excavaciones en el campo bautizado como
El campo de los muertos, más morboso y comercial.
Poco después, el arqueólogo Antonin Morlet, se dedicó al estudio más
detallado de estos restos. Tras utilizar la técnica del Carbono 14, pudo
datarlos y concretar que tendrían unos 17000 años, pero otro análisis
afirma que tendrían entre 2600 y 1650 años.
La gran controversia surge porque aquellos que han examinado las
tablillas concluyen que la escritura que contienen no se parece a
ninguna, determinando que quizá se trate de algún tipo de preescritura a
partir de la cual se han desarrollado otras como la de los sumerios,
fenicios o etruscos.
Algunos detractores de este misterio afirman que los métodos utilizados
para conocer la antigüedad permiten aproximarse a la edad del material,
pero no a la fecha exacta en que fueron realizadas las inscripciones,
por lo que los grabados en los objetos podrían ser posteriores a las
fechas que arrojan los análisis.
El Dr. Morlet llegó a un acuerdo para encargarse de las excavaciones,
siempre a costa suya, durante dieciséis años, hasta 1941, en los que
encontrará más de 3000 objetos, como numerosas tablillas con una extraña
escritura que él y sus colaboradores dataron en torno al año 6000 aC.
Tuvieron que interrumpir los trabajos por la implantación por parte del
gobierno francés de la Ley Carcopino, que prohibía excavar el suelo a
particulares, pasando la investigación exclusiva al propio gobierno de
Francia.
La arqueología oficial ha dado la espalda a los descubrimientos de
Glozel. Su aceptación significaría para ellos tener que reescribir la
Historia.
Actualmente, gran parte de los restos se encuentran en el Museo de la
localidad
Descarga nuestra aplicación para android “misterios y conspiraciones”
desde el play store. www.mundooculto.es
Misterios y Conspiraciones
Puedes leer mas en : https://mundooculto.es/2018/11/las-tablillas-de-glozel/#more
Puedes leer mas en : https://mundooculto.es/2018/11/las-tablillas-de-glozel/#more
Portada - Recreación
artística del Arca de la Alianza. (Public Domain)
Uno de los mayores misterios para los creyentes de las religiones
judeocristianas es la localización actual del Arca de la Alianza, de la
que se decía que albergaba las dos tablillas de piedra originales con
los Diez Mandamientos. Existen muchas teorías en relación con su posible
paradero, aunque nadie lo conoce con certeza, ya que según la leyenda
un simple mortal no puede mirar un objeto tan sagrado sin sufrir las
terribles consecuencias (aunque quizás no tan terribles como las que se
pueden ver en la película En busca del arca perdida). Sin embargo, un
hombre aseguraba no solo haber encontrado el Arca de la Alianza, sino
también haberla visto con sus propios ojos. Ron Wyatt afirmaba haber
hallado los Diez Mandamientos el 6 de enero de 1982, e incluso creía que
su descubrimiento había sido predicho por una profecía.
Read more
Section:
Noticias
General
Mitos y Leyendas
Asia
Físicos creen haber descubierto como una nave podría atravesar un
agujero negro
Un Vimana de 6000 años de antigüedad descubierto por militares en
Afganistán
GORNAYA SHORIA, EL COMPLEJO TERALÍTICO DE RUSIA
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
Uno de los mayores misterios para los creyentes de las religiones
judeocristianas es la localización actual del Arca de la Alianza, de la
que se decía que albergaba las dos tablillas de piedra originales con
los Diez Mandamientos. Existen muchas teorías en relación con su posible
paradero, aunque nadie lo conoce con certeza, ya que según la leyenda
un simple mortal no puede mirar un objeto tan sagrado sin sufrir las
terribles consecuencias (aunque quizás no tan terribles como las que se
pueden ver en la película En busca del arca perdida). Sin embargo, un
hombre aseguraba no solo haber encontrado el Arca de la Alianza, sino
también haberla visto con sus propios ojos. Ron Wyatt afirmaba haber
hallado los Diez Mandamientos el 6 de enero de 1982, e incluso creía que
su descubrimiento había sido predicho por una profecía.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
‘El Arca cruza el Jordán’ (Public Domain)
Posibles localizaciones del Arca
Dice la Biblia que los israelitas guardaban las tablillas con los Diez
Mandamientos en un arca de madera recubierta de oro, el Arca de la
Alianza. Es posible que el Arca contuviera también la vara de Aarón
(famosa por haberse convertido en serpiente ante los ojos del Faraón) y
un recipiente con maná (el alimento caído del cielo que permitió a los
israelitas sobrevivir cuando vagaban por el desierto).
Una de las afirmaciones más insistentes de poseer el Arca es la de la
iglesia etíope de Santa María de Sion, desde la cual se sostiene que el
Arca fue llevada hasta Axum por el hijo de la reina de Saba y el rey
Salomón para protegerla. Muchas otras iglesias alegan argumentos
similares. Entre las posibles localizaciones del Arca están Jordania,
Egipto, Israel, Sudáfrica, Francia, Italia, Irlanda y los Estados
Unidos.
Ron Wyatt, un investigador aficionado, aventurero y adventista del
séptimo día, creía haber descubierto el Arca de la Alianza enterrada
bajo las ruinas del casco antiguo de Jerusalén. De hecho, según su
relato el Arca de la Alianza se encontraba exactamente debajo del lugar
en el que fue crucificado Jesús de Nazaret.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
‘El traslado del Arca con el rey David cantando y bailando.’ (Public
Domain)
Oculta en una cámara subterránea
Al escapar de Egipto y asentarse en la tierra prometida, los israelitas
guardaron el Arca de la Alianza en el Santo Templo, conocido también
como Templo de Salomón. 600 años antes de la muerte de Jesús, los
babilonios encabezados por Nabucodonosor invadieron y destruyeron gran
parte de Jerusalén, incluido el Templo. Es este el momento en el que se
pierde el rastro del Arca de la Alianza. Cuando los babilonios
comenzaron su ataque, construyeron una gran muralla alrededor de la
ciudad para su asedio, de tal modo que nadie podía entrar ni salir en
Jerusalén. En consecuencia, los israelitas cavaron numerosos túneles
para poder moverse por la ciudad sin llamar la atención. Muchos de estos
túneles aún existen en nuestros días, y en algunos de ellos se han
encontrado objetos antiguos. Wyatt asegura que el Arca de la Alianza, el
objeto más sagrado de la religión judía, fue escondida en una cámara
subterránea que fue a continuación sellada y más tarde olvidada.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
Ilustración del Templo de Salomón en Jerusalén. (CC by SA 4.0)
La profecía: los mandamientos son revelados
En 1901, una mujer llamada Ellen G. White pronunció la siguiente
profecía:
“Y Él [Cristo] dio a Moisés, cuando puso fin a la comunión con él en
el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas
por el dedo de Dios. Nada escrito sobre estas tablas podía borrarse.
Este valioso documento de la ley fue colocado dentro del arca del
testamento, y se encuentra aún allí, seguro y oculto a la humanidad.
Pero en la hora señalada de Dios, Él desvelará estas tablas de piedra
para que sean un testimonio ante todo el mundo contra la desobediencia a
sus mandamientos y la adoración idolátrica de un falso Sabatth.” (White
citada en ‘Covenant Keepers’ (“Guardianes de la Alianza”), 2016).
Algunos estudiosos de la Biblia, como por ejemplo Ron Wyatt, creen que
“el Señor Yahveh no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los
profetas” (Amós 3,7). La profecía de White, pronunciada 81 años antes
del hallazgo de Wyatt en 1982, era según creía Wyatt la predicción del
milagroso descubrimiento del Arca de la Alianza.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
‘Moisés con las tablas de la Ley’ (1659), óleo de Rembrandt. (Public
Domain)
Las excavaciones de Wyatt
Ron Wyatt informó de que el primer hallazgo de sus excavaciones fue un
altar de piedra que sobresalía de la pared de roca, y que formaría parte
de las ruinas de una de las primeras iglesias cristianas, construida
quizás en el siglo I a. C. Wyatt dijo que este descubrimiento sugería
que “los primeros cristianos sabían que éste era un lugar importante”
(Covenant Keepers, 2016). Exploraciones posteriores de la zona revelaron
la existencia de cuatro agujeros excavados en el suelo de piedra.
Estarían destinados a la inserción de los postes de las cruces de madera
utilizadas por los romanos para las crucifixiones. (El lugar en el que
Jesús fue crucificado fue testigo de muchas otras ejecuciones, tanto
antes como después de la suya.)
Uno de los agujeros se encontraba ligeramente más elevado que el resto.
Se trataría de la localización del criminal más destacado en cada
ejecución, un honor que sin duda fue otorgado a Jesús en el día de su
crucifixión junto a dos simples ladrones. “En el agujero para la cruz se
había colocado una piedra tallada cuadrada que hacía las veces de tope.
Presentaba marcas para los dedos a ambos lados, y cuando Ron Wyatt la
retiró observó una gran grieta en el lecho de roca, extendiéndose desde
el agujero para la cruz” (Covenant Keepers, 2016). Según Wyatt, éste era
el lugar exacto del que hablaba Mateo cuando dijo que las rocas se
desgarraron de dolor por la muerte de Jesús.
¿Descubierta el Arca de la Alianza?
Wyatt y su equipo siguieron excavando, topándose finalmente con un
entramado de antiguas cuevas. Fue en una de ellas donde Wyatt dijo haber
descubierto el Arca. El investigador describía su hallazgo en una
entrevista de 1999 concedida a AnchorStone International poco antes de
morir de cáncer ese mismo año.
Cuando encontramos aquel lugar, supe que básicamente necesitaba
entrar en aquella pared de roca, ya que existían bastantes indicios de
que se trataba claramente de un sistema de túneles y cámaras, y de que
necesitaba, básicamente, ir cámara por cámara, túnel por túnel, y fuera
lo que fuera, pasar sistemáticamente por allí hasta que encontrara el
Arca de la Alianza, o hasta que no la encontrara. Y así, de todos modos,
la encontramos el 6 de enero de 1982 aproximadamente a las dos en punto
de la tarde. Y cuando la encontré me vi en una situación que no había
anticipado ni me esperaba, y era que [el Arca] se encontraba en una
cámara completamente llena de lo que parecían ser escombros. Y resultó
ser un montón de materiales del mobiliario del primer templo, cubiertos
primero por pieles de animales, luego por tablas y finalmente éstas
cubiertas de piedras. [El Arca] parecía haber quedado oculta bajo todo
aquello que tenían a mano. Parecía que lo hubieran hecho con prisas,
como si hubiesen agarrado todo lo que pudiera servir para ocultar el
escondrijo, y aún me sentía algo confuso respecto a por qué habrían
actuado así, pero entiendo que no necesito saberlo todo. Cuando Dios
hace algo, sé que está hecho de forma perfecta, así.” (Entrevista a
Wyatt, 1999).
Al examinar la gruta, Wyatt observó una extraña sustancia negra seca en
una grieta del techo de la cámara. La grieta se encontraba situada justo
por encima del Arca, y parecía como si esta sustancia negra hubiera
sido rociada sobre la carcasa exterior de piedra del Arca. “Cuando murió
Cristo, la tierra tembló. La roca bajo su cruz se partió en dos y esta
hendidura se extendió hacia abajo hasta la cámara oculta que albergaba
el inmaculado Trono de Dios ‘terrenal’ — el Arca con su Propiciatorio,”
escribió Wyatt en una de sus cartas de investigación. “Tras Su muerte,
cuando el centurión clavó su lanza en el costado de Cristo hiriendo su
bazo, salieron sangre y agua, cayendo a través de esta grieta, y la
sangre se derramó sobre el propiciatorio.” (The Pulpit, 2008). De ser
cierto, habría un paralelismo entre el acto de derramar sangre y agua
sobre el Arca de la Alianza y la sangre y el agua con las que Moisés
roció los Mandamientos para santificar la alianza de Dios con los
israelitas (Hebreos 9,19).
Wyatt afirma que la intervención divina impidió que se pudieran ver las
fotografías y vídeos que tomó del Arca de la Alianza. Al regresar al
lugar del hallazgo para recoger nuevas pruebas, cuentan que “Cuatro
ángeles se aparecieron ante él y le dijeron que aún no era el momento de
que el mundo viera este descubrimiento con sus propios ojos, pero que
llegaría la hora en que los habitantes del mundo seguirían una ley
religiosa universal” (Covenant Keepers, 2016).
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
Recreación artística del arca supuestamente descubierta por Ron Wyatt.
(Wyatt Archaeological Research)
Otros supuestos descubrimientos de Wyatt
El Arca de la Alianza no es el único descubrimiento sorprendente que Ron
Wyatt afirmaba haber realizado. Entre más de 100 descubrimientos
relacionados con la Biblia, Wyatt decía haber encontrado el Arca de Noé,
anclas de piedra utilizadas por Noé, su vivienda tras el diluvio, las
tumbas de Noé y su esposa, el emplazamiento de la Torre de Babel, el
lugar donde Jesús fue crucificado, y la propia sangre de Jesús en una
grieta provocada por un terremoto, una sangre que según el investigador
tenía 24 cromosomas en lugar de 23.
Científicos, historiadores, estudiosos de la Biblia, otros creacionistas
y líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día han desestimado los
descubrimientos de Wyatt, pero su obra continúa teniendo seguidores a
día de hoy, y su legado sigue vivo aún en la actualidad gracias a la
asociación Wyatt Archeological Research (Investigaciones Arqueológicas
Wyatt)
Puedes leer mas en : https://mundooculto.es/2017/01/en-busca-del-arca-perdida-el-hombre-que-afirmaba-haber-descubierto-el-arca-de-la-alianza/
Puedes leer mas en : https://mundooculto.es/2017/01/en-busca-del-arca-perdida-el-hombre-que-afirmaba-haber-descubierto-el-arca-de-la-alianza/
GORNAYA SHORIA, EL
COMPLEJO TERALÍTICO DE RUSIA
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
Uno de los mayores misterios para los creyentes de las religiones
judeocristianas es la localización actual del Arca de la Alianza, de la
que se decía que albergaba las dos tablillas de piedra originales con
los Diez Mandamientos. Existen muchas teorías en relación con su posible
paradero, aunque nadie lo conoce con certeza, ya que según la leyenda
un simple mortal no puede mirar un objeto tan sagrado sin sufrir las
terribles consecuencias (aunque quizás no tan terribles como las que se
pueden ver en la película En busca del arca perdida). Sin embargo, un
hombre aseguraba no solo haber encontrado el Arca de la Alianza, sino
también haberla visto con sus propios ojos. Ron Wyatt afirmaba haber
hallado los Diez Mandamientos el 6 de enero de 1982, e incluso creía que
su descubrimiento había sido predicho por una profecía.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
‘El Arca cruza el Jordán’ (Public Domain)
Posibles localizaciones del Arca
Dice la Biblia que los israelitas guardaban las tablillas con los Diez
Mandamientos en un arca de madera recubierta de oro, el Arca de la
Alianza. Es posible que el Arca contuviera también la vara de Aarón
(famosa por haberse convertido en serpiente ante los ojos del Faraón) y
un recipiente con maná (el alimento caído del cielo que permitió a los
israelitas sobrevivir cuando vagaban por el desierto).
Una de las afirmaciones más insistentes de poseer el Arca es la de la
iglesia etíope de Santa María de Sion, desde la cual se sostiene que el
Arca fue llevada hasta Axum por el hijo de la reina de Saba y el rey
Salomón para protegerla. Muchas otras iglesias alegan argumentos
similares. Entre las posibles localizaciones del Arca están Jordania,
Egipto, Israel, Sudáfrica, Francia, Italia, Irlanda y los Estados
Unidos.
Ron Wyatt, un investigador aficionado, aventurero y adventista del
séptimo día, creía haber descubierto el Arca de la Alianza enterrada
bajo las ruinas del casco antiguo de Jerusalén. De hecho, según su
relato el Arca de la Alianza se encontraba exactamente debajo del lugar
en el que fue crucificado Jesús de Nazaret.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
‘El traslado del Arca con el rey David cantando y bailando.’ (Public
Domain)
Oculta en una cámara subterránea
Al escapar de Egipto y asentarse en la tierra prometida, los israelitas
guardaron el Arca de la Alianza en el Santo Templo, conocido también
como Templo de Salomón. 600 años antes de la muerte de Jesús, los
babilonios encabezados por Nabucodonosor invadieron y destruyeron gran
parte de Jerusalén, incluido el Templo. Es este el momento en el que se
pierde el rastro del Arca de la Alianza. Cuando los babilonios
comenzaron su ataque, construyeron una gran muralla alrededor de la
ciudad para su asedio, de tal modo que nadie podía entrar ni salir en
Jerusalén. En consecuencia, los israelitas cavaron numerosos túneles
para poder moverse por la ciudad sin llamar la atención. Muchos de estos
túneles aún existen en nuestros días, y en algunos de ellos se han
encontrado objetos antiguos. Wyatt asegura que el Arca de la Alianza, el
objeto más sagrado de la religión judía, fue escondida en una cámara
subterránea que fue a continuación sellada y más tarde olvidada.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
Ilustración del Templo de Salomón en Jerusalén. (CC by SA 4.0)
La profecía: los mandamientos son revelados
En 1901, una mujer llamada Ellen G. White pronunció la siguiente
profecía:
“Y Él [Cristo] dio a Moisés, cuando puso fin a la comunión con él en
el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas
por el dedo de Dios. Nada escrito sobre estas tablas podía borrarse.
Este valioso documento de la ley fue colocado dentro del arca del
testamento, y se encuentra aún allí, seguro y oculto a la humanidad.
Pero en la hora señalada de Dios, Él desvelará estas tablas de piedra
para que sean un testimonio ante todo el mundo contra la desobediencia a
sus mandamientos y la adoración idolátrica de un falso Sabatth.” (White
citada en ‘Covenant Keepers’ (“Guardianes de la Alianza”), 2016).
Algunos estudiosos de la Biblia, como por ejemplo Ron Wyatt, creen que
“el Señor Yahveh no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los
profetas” (Amós 3,7). La profecía de White, pronunciada 81 años antes
del hallazgo de Wyatt en 1982, era según creía Wyatt la predicción del
milagroso descubrimiento del Arca de la Alianza.
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
‘Moisés con las tablas de la Ley’ (1659), óleo de Rembrandt. (Public
Domain)
Las excavaciones de Wyatt
Ron Wyatt informó de que el primer hallazgo de sus excavaciones fue un
altar de piedra que sobresalía de la pared de roca, y que formaría parte
de las ruinas de una de las primeras iglesias cristianas, construida
quizás en el siglo I a. C. Wyatt dijo que este descubrimiento sugería
que “los primeros cristianos sabían que éste era un lugar importante”
(Covenant Keepers, 2016). Exploraciones posteriores de la zona revelaron
la existencia de cuatro agujeros excavados en el suelo de piedra.
Estarían destinados a la inserción de los postes de las cruces de madera
utilizadas por los romanos para las crucifixiones. (El lugar en el que
Jesús fue crucificado fue testigo de muchas otras ejecuciones, tanto
antes como después de la suya.)
Uno de los agujeros se encontraba ligeramente más elevado que el resto.
Se trataría de la localización del criminal más destacado en cada
ejecución, un honor que sin duda fue otorgado a Jesús en el día de su
crucifixión junto a dos simples ladrones. “En el agujero para la cruz se
había colocado una piedra tallada cuadrada que hacía las veces de tope.
Presentaba marcas para los dedos a ambos lados, y cuando Ron Wyatt la
retiró observó una gran grieta en el lecho de roca, extendiéndose desde
el agujero para la cruz” (Covenant Keepers, 2016). Según Wyatt, éste era
el lugar exacto del que hablaba Mateo cuando dijo que las rocas se
desgarraron de dolor por la muerte de Jesús.
¿Descubierta el Arca de la Alianza?
Wyatt y su equipo siguieron excavando, topándose finalmente con un
entramado de antiguas cuevas. Fue en una de ellas donde Wyatt dijo haber
descubierto el Arca. El investigador describía su hallazgo en una
entrevista de 1999 concedida a AnchorStone International poco antes de
morir de cáncer ese mismo año.
Cuando encontramos aquel lugar, supe que básicamente necesitaba
entrar en aquella pared de roca, ya que existían bastantes indicios de
que se trataba claramente de un sistema de túneles y cámaras, y de que
necesitaba, básicamente, ir cámara por cámara, túnel por túnel, y fuera
lo que fuera, pasar sistemáticamente por allí hasta que encontrara el
Arca de la Alianza, o hasta que no la encontrara. Y así, de todos modos,
la encontramos el 6 de enero de 1982 aproximadamente a las dos en punto
de la tarde. Y cuando la encontré me vi en una situación que no había
anticipado ni me esperaba, y era que [el Arca] se encontraba en una
cámara completamente llena de lo que parecían ser escombros. Y resultó
ser un montón de materiales del mobiliario del primer templo, cubiertos
primero por pieles de animales, luego por tablas y finalmente éstas
cubiertas de piedras. [El Arca] parecía haber quedado oculta bajo todo
aquello que tenían a mano. Parecía que lo hubieran hecho con prisas,
como si hubiesen agarrado todo lo que pudiera servir para ocultar el
escondrijo, y aún me sentía algo confuso respecto a por qué habrían
actuado así, pero entiendo que no necesito saberlo todo. Cuando Dios
hace algo, sé que está hecho de forma perfecta, así.” (Entrevista a
Wyatt, 1999).
Al examinar la gruta, Wyatt observó una extraña sustancia negra seca en
una grieta del techo de la cámara. La grieta se encontraba situada justo
por encima del Arca, y parecía como si esta sustancia negra hubiera
sido rociada sobre la carcasa exterior de piedra del Arca. “Cuando murió
Cristo, la tierra tembló. La roca bajo su cruz se partió en dos y esta
hendidura se extendió hacia abajo hasta la cámara oculta que albergaba
el inmaculado Trono de Dios ‘terrenal’ — el Arca con su Propiciatorio,”
escribió Wyatt en una de sus cartas de investigación. “Tras Su muerte,
cuando el centurión clavó su lanza en el costado de Cristo hiriendo su
bazo, salieron sangre y agua, cayendo a través de esta grieta, y la
sangre se derramó sobre el propiciatorio.” (The Pulpit, 2008). De ser
cierto, habría un paralelismo entre el acto de derramar sangre y agua
sobre el Arca de la Alianza y la sangre y el agua con las que Moisés
roció los Mandamientos para santificar la alianza de Dios con los
israelitas (Hebreos 9,19).
Wyatt afirma que la intervención divina impidió que se pudieran ver las
fotografías y vídeos que tomó del Arca de la Alianza. Al regresar al
lugar del hallazgo para recoger nuevas pruebas, cuentan que “Cuatro
ángeles se aparecieron ante él y le dijeron que aún no era el momento de
que el mundo viera este descubrimiento con sus propios ojos, pero que
llegaría la hora en que los habitantes del mundo seguirían una ley
religiosa universal” (Covenant Keepers, 2016).
En busca del arca perdida: el hombre que afirmaba haber descubierto el
Arca de la Alianza
Recreación artística del arca supuestamente descubierta por Ron Wyatt.
(Wyatt Archaeological Research)
Otros supuestos descubrimientos de Wyatt
El Arca de la Alianza no es el único descubrimiento sorprendente que Ron
Wyatt afirmaba haber realizado. Entre más de 100 descubrimientos
relacionados con la Biblia, Wyatt decía haber encontrado el Arca de Noé,
anclas de piedra utilizadas por Noé, su vivienda tras el diluvio, las
tumbas de Noé y su esposa, el emplazamiento de la Torre de Babel, el
lugar donde Jesús fue crucificado, y la propia sangre de Jesús en una
grieta provocada por un terremoto, una sangre que según el investigador
tenía 24 cromosomas en lugar de 23.
Científicos, historiadores, estudiosos de la Biblia, otros creacionistas
y líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día han desestimado los
descubrimientos de Wyatt, pero su obra continúa teniendo seguidores a
día de hoy, y su legado sigue vivo aún en la actualidad gracias a la
asociación Wyatt Archeological Research (Investigaciones Arqueológicas
Wyatt)
Content Protection by DMCA.com
Comparte esto:
Puedes leer mas en : https://mundooculto.es/2017/01/en-busca-del-arca-perdida-el-hombre-que-afirmaba-haber-descubierto-el-arca-de-la-alianza/
Puedes leer mas en : https://mundooculto.es/2017/01/en-busca-del-arca-perdida-el-hombre-que-afirmaba-haber-descubierto-el-arca-de-la-alianza/
No hay comentarios:
Publicar un comentario