El concepto de nahual se expresa en
diferentes lenguas nativas, con diferentes significados y contextos. Más
comúnmente, entre los grupos indígenas se
denomina nahualismo a la práctica o capacidad de algunas personas para
transformarse en animales, elementos de la naturaleza o realizar actos
de brujería.
De acuerdo con algunas tradiciones, se
dice que cada persona, al momento de nacer, tiene ya el espíritu de un
animal, que se encarga de protegerlo y guiarlo. Estos espíritus
usualmente se manifiestan sólo como una imagen que aconseja en sueños o
con cierta afinidad al animal que tomó a la persona como su protegida.
La palabra «nahual» proviene del término «nahualli», cuyo origen es discutido y su significación polisémica, al punto que ya desde el siglo XVI, autores como Hernando Ruiz de Alarcón o Jacinto de la Serna propusieron diversas posibles etimologías para el término, sin que alguna fuera cien por ciento aceptada.
Desde la época prehispánica se atribuye a los dioses de las culturas maya, tolteca y mexica,
entre otras, la facultad de tomar la forma de un animal (nahual) para
interactuar con los humanos. Cada deidad solía tomar una forma o dos;
por ejemplo, el nahual de Tezcatlipoca era el jaguar y el dios azteca de la guerra y el sacrificio, aunque usaba indistintamente la forma de coyote, y la de Huitzilopochtli el dios del agua se creía que era un colibrí.
Según tradiciones de Michoacán,
los nahuales en ocasiones se transforman en elementos de la naturaleza,
aunque hay referencias similares en diversas culturas que se prestan a
confusión, y es probable que sea una amalgama de otras culturas donde el
cambio de forma es a elementos de la naturaleza y no a animales.
Podemos encontrar narraciones en las que se menciona como es su transformación:
– Una asegura que el brujo simplemente
desaparece y se encarna en el animal, a voluntad. El chamán afirma ser
capaz de incorporar su conciencia al cuerpo de un animal ya existente.
Sea de una forma u otra, hay una afinidad psíquica, una especie de
parentela del alma entre el chamán y el animal en el que se transforma.
– Otra dice que se “fragmenta”, para lo cual se desprende, de modo
deliberado, de parte de su cuerpo (los ojos, las piernas, un brazo o,
incluso, los intestinos), de este modo si se quiere acabar con un Nahual
el mejor método es seguirle y observar donde realiza su transformación,
robarle la parte del cuerpo de la que se desprendió ya que de este modo
le será imposible volver a su forma origianl y al amanecer morirá.– Otra más afirma que el cuerpo dormido del brujo permanece en su casa, mientras su espíritu vaga en la figura de animal. En este caso, para evitar que alguien toque su cuerpo dormido, el nagual debe dar siete volteretas.
Existen muchas personas que afirman que
han visto en carne propia los misteriosos rituales de los nahuales, los
cuales se llevan a cabo bajo la luz de la luna y con la presencia de los
dioses de la noche. Sacrifican a un coyote, le cortan la piel y
encienden una gran fogata para iniciar con sus rezos con un lenguaje que
hasta el momento nadie ha sabido descifrar.