La constelación de Orión es un patrón que se repite en
monumentos en todo el mundo antiguo, desde Egipto hasta México. Esta
constelación ha sido el centro de los cielos para nuestros antepasados,
pero ¿por qué Orión era tan importante para las civilizaciones antiguas?
¿Por qué monumentos como las pirámides de Egipto fueron construidas de
tal manera que imitaran los cielos?
La ciudad entera de Teotihuacán parece estar alineada
astronómicamente. Está alineada de 15 a 25 grados al este de norte
verdadero, y la pared frontal de la Pirámide del Sol está exactamente
perpendicular al punto en el horizonte donde se pone el sol en los
equinoccios. El resto de los edificios ceremoniales fueron trazados en
ángulos rectos a la pirámide del sol.
Otra alineación hallada es la de la estrella Sirius,
sagrada para los antiguos egipcios, y que ha llevado a algunos a sugerir
un vínculo entre las grandes pirámides de Egipto y México.
La constelación de Orión
Orión es visible en el cielo desde noviembre hasta febrero.
Podrás ver a Orión al sudoeste del cielo si estás en el hemisferio
norte o al noroeste cielo si estás en el hemisferio sur. Se ve mejor
entre los grados de las latitudes 85 y – 75. La ascensión recta es de 5
horas, y su declinación es de 5 grados. Alnilam, Mintaka, y Alnitak, que
forman el cinturón de Orión, son las más importantes estrellas en
esta constelación. Betelgeuse, la segunda estrella más brillante
de Orión, establece el hombro derecho del cazador. Bellatrix sirve de
hombro izquierdo de Orión.
Orión y la constelación Cygnus (una constelación del norte
en el plano de la Vía Láctea. Su nombre deriva de la palabra latinizada
Helénica (en griego) para el cisne. Una de las constelaciones más
reconocibles del verano del hemisferio norte y el otoño, que cuenta con
una asterismo prominente conocido como la Cruz del Norte) han sido tan
importantes para todas estas civilizaciones antiguas y de alguna manera
esta importancia depende de donde venimos y a donde vamos.
En el año 2006, el telescopio Hubble captó una imágenes
nunca antes vistas de la Nebulosa de Orión – una formación de estrellas
masiva a 1.500 años luz de la Tierra. La fotografía panorámica revela
más de 3.000 estrellas en distintas etapas de la vida y da a los
investigadores nuevas perspectivas en la formación de objetos celestes y
sistemas planetarios, y según los científicos modernos, es aquí, en
esta misteriosa nube de polvo y gas, donde estrellas y planetas pueden
haber sido creados hace billones de años.
Los astrónomos generalmente se refieren a él como M42 y es
allí donde están naciendo estrellas. La constelación de Orión es una de
las formaciones más prominentes de estrellas en el cielo nocturno y ha
sido venerada por las culturas antiguas alrededor del mundo durante
miles de años. El nombre del semidiós griego Orión en el siglo VIII
A.C., se debe a que las estrellas de esta constelación forman la cabeza,
hombros, cinturón y pies de un hombre y según la mitología griega,
Orión era un gigante nacido con habilidades sobrehumanas y un poderoso
cazador. Cuando el héroe griego eventualmente fue asesinado, fue
colocado entre las estrellas por toda la eternidad. Su padre fue
Poseidón.
Según la mitología egipcia, los dioses descendieron del
cinturón de Orión y Sirius, la estrella más brillante en el cielo. La
antigua civilización egipcia creía firmemente que entidades bajo la
forma de seres humanos descendieron de Sirio y Orión, se trataba de
Osiris e Isis, quienes se relacionaron con la raza humana.
Sirio y Orión son críticamente importantes porque
representan a Isis y Osiris, el dios y la diosa de la que supuestamente
se originó toda de la civilización egipcia y, en última instancia, toda
la civilización humana. Los antiguos egipcios eran muy claros, y
encontramos evidencia en las escrituras que Orión estaba vinculado con
la creación, Orión y Osiris son lo mismo en el antiguo Egipto y los
egipcios creían que Osiris regresará de Orión algún día y no sólo en
Egipto encontramos relatos de «dioses» prometiendo volver, encontramos
esto prácticamente en todas las culturas en la antigüedad. El concepto
de que las tres pirámides de Giza están en una alineación única con el
cinturón de Orión es fantástico. ¿Por qué la gran pirámide tiene ejes de
aire que apuntan a Orión? Estas son sólo algunas de las preguntas que
hasta hoy, no tienen una respuesta clara.
Si nos trasladamos 500 millas al sur de El Cairo, nos
encontraremos en una desolada llanura de la región oriental del desierto
del Sahara el misterioso sitio arqueológico conocido como Nabta Playa.
Descubierto por un equipo de científicos en 1974, los investigadores
creen que las piedras esparcidas aquí eran una vez parte de un gran
centro ritual de una antigua civilización que prosperó entre el 6400 al
3400 A.C., justo antes del auge de los egipcios. Uno de sus centros es
un círculo que ha sido llamado el «mini Stonehenge del desierto».
Durante más de tres décadas, esta estructura circular de piedra y su
intrincada alineación a las estrellas de la constelación de Orión han
desconcertado a los arqueólogos. Los constructores de Nabta Playa
parecen tener un buen nivel de entendimiento de la física y las
matemáticas, que les permitió construir estas estructuras en relación
con la constelación de Orión.
El Ingeniero Robert Bauval y astrofísico Thomas Brophy han
estudiado la configuración de este misterioso monumento de más de diez
años, en su libro Black Genesis, ellos sugieren que el círculo de piedra
es un diagrama de estrellas que se alinea con las estrellas del
cinturón de Orión en el solsticio de verano.
Según los científicos, la datación por radiocarbono indica
que el sitio fue construido hace casi 7.000 años. Brophy estudió la
colocación de las puertas y las piedras del centro y descubrió que en el
año 4900 A.C., tres de las piedras centrales se alinearon precisamente
con tres de las estrellas más brillantes en la constelación de Orión.
A sólo 35 millas al noreste de la ciudad de México se
encuentran las ruinas de Teotihuacán, una antigua ciudad habitada por
más de 150.000 personas. Los investigadores creen que las estructuras
impresionantes existentes aquí, incluyendo dos grandes pirámides y un
templo fueron construidas en el siglo II A.C. y como las pirámides
egipcias de Giza, los monumentos señalan directamente a las tres
estrellas del cinturón de Orión. Esto no es casual; Existen evidencias, y
Orión es claramente un lugar importante en los cielos para las
civilizaciones antiguas de América y África.
El diseño de las pirámides de Teotihuacán representa la
formación del cinturón de Orión, es claro como el agua. La historia nos
dice en el año 3114 A.C., los dioses vinieron del cielo a la Tierra en
una convención y esta convención se produjo en Teotihuacán.
Teotihuacán y Orión están perfectamente alineados.
La construcción de Teotihuacán se atribuyó a los Gigantes
Quinametzin; Quinametzin (Náhuatl), una raza de gigantes que, cuenta la
leyenda, poblaron el mundo durante una anterior era y cuyos
sobrevivientes se ocultaban en esos días. «Lo Quinametzin fueron creados
durante la época del sol de la lluvia y su gobernante era Tlaloc. Su
gobierno terminó cuando Quetzalcóatl generó una lluvia de fuego y los
Quinametzin murieron.»
Otro aspecto muy interesante es que las pirámides de Teotihuacán reflejan la posición de chips de computadoras.
El diseño de la ciudad se asemeja a un tablero de circuitos de computadora con 2 chips de procesador grandes. La pirámide del Sol y la Luna están conectados por lo que se llama Avenida de la Muerte, que se extiende desde el norte al sur. Hay otra vía, de igual longitud, que corre de este a oeste. A lo largo de la Avenida, hay una serie de patios abiertos con pequeñas plataformas. Los patios son de 145 m. de ancho. Existen numerosas similitudes a las pirámides de Giza, en Egipto utilizando las mismas matemáticas como en la meseta de Giza. La base de la Gran Pirámide en Egipto y la del Sol en México miden 750 pies cuadrados. La pirámide del Sol posee exactamente la mitad del alto de la pirámide de Giza.” – History Channel
Otro sitio increíble que tiene una conexión directa a la constelación de Orión se encuentra en el noreste de Arizona. Aquí la tribu indígena «Hopis» ha llamado a estos picos de la meseta de Colorado su hogar durante más de 1.000 años. Muy por encima del desierto de Arizona, se encuentra su reserva, que abarca más de 1,5 millones de hectáreas, y está conformada por 12 pueblos. Según la investigación del paisaje Hopi y mitología de la tribu están centradas con Orión.
Los hopis migraron al suroeste y después de una serie de
construcción de aldeas abandonaron estos pueblos, llegaron a estas tres
lugares principales en el norte de Arizona. En primer lugar, las
llamaron mesas de segunda y terceros. Las mesas del Hopi forman la
imagen del cinturón de Orión y se dice que los Hopi específicamente
llegaron aquí debido a la forma, por lo que sabemos con certeza que los
Hopis estaban extremadamente interesados en el cinturón de Orión y para
ellos su fue el centro de su universo. Dicen que es un lugar donde hacen
contacto con los dioses y según algunos investigadores, no sólo las
tres mesas representan las estrellas en el cinturón de Orión, sino que
cuando se conectan otros monumentos de los Hopi en el sudoeste, los
sitios colectivos del mapa forman todo el cuerpo de la constelación de
Orión.
Las tres Hopi Mesas están perfectamente alineadas con la constelación de Orión. Crédito: History Channel
Todas las grandes estrellas de la constelación corresponde a
un sitio de ruinas o de un pueblo en el que los Hopi viven actualmente.
Cuando echamos un vistazo al hombro izquierdo de Orión se encuentra un
lugar llamado Wupatki, al norte de Flagstaff, Arizona, donde los Hopi
construyeron esta ruina aproximadamente en el 1.120 D. C. Entonces nos
encontramos con otro lugar llamado Ruinas Homolovi de Winslow, Arizona,
ésta corresponde al hombro derecho de Orión y a la estrella Betelgeuse y
además nos encontramos con que otros sitios corresponden a la estrella
Rigel. Así también podemos encontrar un conjunto de pueblos que se
corresponden con el pie derecho de Orión, la estrella Saiph.
¿Coincidencia? No creo.
Si nos fijamos en la historia Sumeria, de Egipto, y de los
Mayas, veremos que se trata de la misma historia contada de diferente
manera en diferentes idiomas. Aquellos que vinieron de las estrellas, y
comenzaron la civilización humana. Y lo increíble es que todas estas
historias, leyendas y cuentos tienen que ver directamente con la
constelación de Orión, y dicho esto, no puede ser una coincidencia.
Lo que necesitamos hacer es enfocar nuestra investigación
en Orión, tenemos que entender por qué las antiguas civilizaciones que
gobernaron el mundo, miles de años atrás, le dieron tanta importancia a
esta constelación, y por qué decidieron construir monumentos y ciudades
que representan las estrellas sobre el terreno. Tenemos que estudiar la
historia y buscar evidencia adicional ahora que contamos con la
tecnología que nos permitirá obtener respuestas de cientos si no miles
de preguntas que la raza humana tiene en cuanto a su origen y al
verdadero propósito de la vida en conjunto.
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