En el mundo actual, los vampiros se asocian habitualmente
con la región rumana de Transilvania gracias a la novela de terror
gótico de Bram Stoker Drácula. Sin embargo, también existen
historias de vampiros en otras culturas, y una de ellas procede del
sudeste de Europa, más concretamente de Croacia. Es de esta nación
balcánica de donde nos llega la historia de Jure Grando, considerado el
primer caso documentado de vampirismo de toda Europa.
Según las crónicas, Jure Grando vivió en la pequeña aldea
istria de Kringa en el siglo XVII. Al parecer se sabe muy poco de la
vida de Grando, y podría no haber sido más que un simple campesino antes
de su muerte. Según algunas fuentes era un personaje desagradable. En
1656 muere Grando, y se cuenta que fue enterrado en el cementerio local
por el cura del pueblo, el padre Giorgio. Poco después de ser enterrado
Grando, no obstante, la gente de la zona informaba de haber visto al
difunto deambulando por la aldea, e incluso llamando a la puerta de
algunas casas.
Ilustración de un vampiro (forums.gunbroker.com)
Según el historiador natural de Carniola Johann Weichard
von Valvasor, la gente que vivía en las zonas rurales de la península de
Istria creía en un tipo de vampiro conocido como ‘strigon’. Se creía
que eran brujos que se habían alimentado de sangre de niños durante sus
vidas. Cuando morían, se convertían en ‘strigon’ no-muertos, y
vagabundeaban por las aldeas al caer la medianoche. También se contaba
de los ‘strigon’ que tenían la costumbre de llamar a las puertas de las
casas, y que pocos días después alguno de sus residentes moría sin
remedio. Parece que la descripción de Valvasor encaja perfectamente en
la historia de Jure Grando, o quizás esté basada en ella.
Conocida escena de la película de F. W. Murnau ‘Nosferatu’ (1922). (Public Domain)
Valvasor continúa afirmando que si moría alguna persona
durante el período en el que era visto el ‘strigon’, los aldeanos creían
generalmente que había sido devorada por la criatura no-muerta.
Valvasor escribe asimismo que los hombres de la época creían que los
‘strigon’ tenían la costumbre de arrastrarse en silencio hasta los
dormitorios para meterse en la cama con sus mujeres. Según el
historiador, los campesinos creían asimismo que el ‘strigon’ tenía
preferencia por las viudas, especialmente por las más jóvenes y bellas.
Ilustración del primer vampiro (undiscoveredcroatia.blogspot.com)
Era esta firme creencia en las perversas aficiones de los
‘strigon’ la que inspiraba temor a los campesinos, provocando que
salieran en su busca para matarlo. En el caso de Jure Grando, se cuenta
que el ‘primer vampiro’ estuvo aterrorizando a la población durante
dieciséis años antes de que la gente de la zona tomara medidas contra
él. En 1672, el alcalde del pueblo Miho Radetić reclutó un grupo de
jóvenes valientes para dar caza a Grando y poner fin a su reinado de
terror.I
Esta partida, formada por nueve hombres, acudió al
cementerio del pueblo, donde abrieron la tumba de Grando. Se cuenta que
estos hombres vieron entonces el cadáver de Grando aún intacto, un hecho
considerado una clara señal de vampirismo. En una de las versiones de
esta historia los nueve hombres huyen aterrorizados, aunque finalmente
se arman de valor y encabezados por el alcalde vuelven a la tumba de
Grando. A continuación los nueve, por iniciativa del sacerdote, que
habría formado parte del grupo, intentan librarse del vampiro invocando
el nombre de Jesucristo. Sin embargo, esta decisión parece no ser de
mucha ayuda.
El grupo prueba entonces a clavar una estaca de madera al
vampiro en el vientre. Esto tampoco funcionó, ya que la estaca no pudo
atravesar la carne del no-muerto. Finalmente, uno de los hombres, de
nombre Stephen Milašić según una de las versiones, decapita a Grando con
un hacha. Se cuenta que en ese momento el vampiro lanzó un grito y la
sangre brotó con fuerza de su cuello. Los nueve hombres cubrieron
entonces la tumba con tierra de nuevo, y ése fue el fin de Jure Grando.
En cierto modo, el vampiro croata Jure Grando no está aún
muerto del todo. En el año 2006 se informó de que los habitantes de
Kringa estaban esforzándose por resucitar la leyenda de Jure Grando.
Para las gentes que habitan la localidad en nuestros días, el vampiro no
es tanto un ser terrorífico como una fuente de ingresos, ya que esperan
que su historia atraiga a los turistas al pueblo
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