lunes, 16 de noviembre de 2015
Asombrosos encuentros con humanoides de aspecto mitológico
La vasta cantidad de caras con las que el fenómeno se presenta resulta absolutamente impactante y sorprendente. El número de diferentes diseños de naves y de diversos encuentros con espectaculares humanoides, de momentos y de comportamientos de los mismos, hacen de cada caso y de cada encuentro algo único e irrepetible. Cada uno denota un detalle, grande o pequeño, que lo infunde de personalidad y, aunque extraño, todo encuentro se vuelve también exclusivo y especial.
Sin embargo se reportan relatos de varios testigos que vivencian acercamientos con lo desconocido con características en común. La selección de avistamientos y encuentros que se detalla a continuación tiene un punto en común para todos los casos: los seres descritos en estos testimonios guardan gran similitud con la iconografía de seres mitológicos perteneciente a nuestra cultura. Seres concebibles únicamente en los relatos de ficción pero que ya fueron descritos hace siglos en los mitos de occidente.
Un ejemplo de la enunciación anterior es el caso de un pastor español estudiado por Vicente Ballester Olmos, que se resguardaba en su cabaña de una fuerte tormenta. Escuchaba voces fuera de la misma y, extrañado de poder oírlas en mitad de la tormenta, decidió abrir la puerta. Se encontró con un humanoide de pequeña estatura que se internó en la propiedad sin mediar palabra. Mientras lo hacía el extrañado pastor pudo observar como la parte inferior del cuerpo de su inesperado visitante no estaba formada por piernas, como cabría esperar, sino por extremidades que se asemejaban a las patas posteriores de una cabra. Aterrado, el pastor comenzó a gritar enloquecidamente provocando que la criatura con forma de sátiro saliese huyendo. El pastor echó a correr tras el enigmático ser y ya fuera, presenció como una esfera luminiscente partía volando por el cielo a gran velocidad.
Pero este no es el único avistamiento documentado de un extraño ser cuya fisionomía se asemeja sorprendentemente a la de los mitológicos sátiros. Existe un reporte de un acontecimiento similar ocurrido en Málaga durante el verano de 2011 en el que un guarda de seguridad afirma haberse visto en una de sus rondas durante la noche frente a una criatura humanoide con patas de cabra que se desplazaba levitando.
Se han sucedido otros encuentros con seres de aspecto mitológico como por ejemplo el que sucedió en 1996 en Irlanda. Una pareja conducía por una pequeña carretera rural cuando, a algo de distancia delante de ellos, vieron una figura aparecerse en mitad de la vía, decidieron parar el coche y bajarse a mirar con mayor atención. Lo que tuvieron ante sus ojos fue un ser cuya mitad inferior parecía la de un caballo mientras que la superior se asemejaba a la de una persona, tenía ojos grandes y saltones. Afortunadamente, la criatura estuvo allí pocos minutos antes de marcharse desbloqueando el camino y permitiendo que la aterrorizada pareja pudiera salir huyendo a toda velocidad.
Encontramos otros dos casos de avistamientos de centauros acontecidos en Inglaterra. En uno de ellos el testigo relataba que mientras conducía durante la noche, vio una extraña figura en un lado de la carretera y, mientras se acercaba al punto donde se encontraba la extraña silueta, ésta hizo lo propio y se acercó a la carretera. Llegó el momento en el que el conductor se aproximó a ella y pudo ver perfectamente a un caballo con cabeza humana. El pánico no le dejó hacer otra cosa que apretar el acelerador a fondo para alejarse de aquella turbulenta imagen todo lo que pudo.
El segundo evento inglés de este tipo le sucede a un guardia de seguridad nocturno que manifestó que una noche de guardia escuchó perfectamente el ruido de cascos de caballos. Esto le inquietó pues sabía perfectamente que no había caballos en la zona por lo que salió del edificio, linterna en mano, con ánimo de buscar la fuente de aquel sonido. Al girar una de las esquinas del edificio, se encontró frente a frente con un gran centauro tal y como son descritos en la mitología griega. El guardia hizo caso al impulso de echar a correr y no mirar atrás.
Contrariamente a lo que podría pensarse a priori los encuentros con seres del tipo centauro son bastante comunes y se han dado en diversas ocasiones. Otro de estos sucesos data de 2006 en el estado de Michigan donde una mujer de identidad anónima relató que mientras se encontraba conduciendo, en una señal de stop en el que se detuvo, presenció cómo, tras un banco de nieve en el lado de la carretera surgió un tremendo ser corriendo a gran velocidad y que se dirigía con determinación hacia donde ella se encontraba. La criatura era mitad humana y mitad animal, con el cuerpo totalmente blanco y patas de cabra. Al llegar al coche, trató de abrir la puerta del asiento del copiloto que afortunadamente estaba bloqueada pero esto permitió a la testigo apreciar la mano del extraño ser refiriendo que sus dedos y uñas eran extremadamente largos. Por supuesto, la aterrada conductora arrancó el coche y huyó del lugar esperando que aquella criatura no decidiera seguir el mismo camino.
Otro caso se dio en una reserva apache a principios de la década de los 80. El testigo en esta ocasión fue un policía que se encontraba realizando una patrulla nocturna. Al llegar a la Iglesia de la localidad mientras conducía, se percató de una figura que se movía de una ventana a otra de aquel edificio observando como si buscara algo en su interior. El policía, realizando su trabajo, detuvo el coche para observar. No podía identificar la forma de aquella figura debido a la oscuridad hasta que ésta dándose cuenta de la presencia del observador decide salir de entre las sombras a la luz de la farola más cercana. Se presentó entonces un imponente ser de 2 metros y medio de estatura cuyo torso, cabeza y brazos eran humanos pero su mitad inferior tenía la forma de un caballo y un color oscuro. Aquella criatura se quedó mirando inquisitivamente al policía que pudo ver con total claridad dos cuernos a ambos lados de la cabeza del ser. La idea de desenfundar su pistola pasó por la mente del agente pero la desechó rápidamente ya que pensó que era más prudente no provocar un enfrentamiento con aquella entidad. Mientras se debatía en estos pensamientos, el centauro retomó su camino, terminó de cruzar la carretera y echó a correr hasta perderse entre los árboles.
Casi rozando con lo absurdo, estos son sólo algunos de los casos que se han reportado, cuyos testigos se han atrevido a contar. ¿Cuántos otros existirán de los que nunca tengamos constancia? Encuentros con humanoides que parecen sacados de algún relato mitológico de la antigua Grecia y que podrían llevar a pensar que las descripciones que aparecen en este folklore no sean producto de la imaginación de algún autor sino que cabría la posibilidad de que estas figuras lleven presentándose ante la humanidad desde los tiempos más remotos. Así pues, la exposición de estos seres en los textos antiguos sería una manifestación de su existencia más allá de cualquier ficción.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario