Aquel papel antiguo se quedó perdido y olvidado hasta que un investigador llamado Antonio Fenoglio visitó el mencionado archivo en 1975 y se encontró con un fantástico relato de un ser aparecido dentro de una esfera transparente sobrevolando toda la ciudad. El propio Jacques Vallée, del que hemos hablado en no pocas ocasiones aquí cita este incidente como uno de los más interesantes retroufos de la historia, habida cuenta de que su descripción coincide con varios avistamientos similares ocurridos en el siglo XX. ¿Os apetece ver este nuevo caso?
Esta es la recreación original encontrada en el caso.
Era junio de 1790 en París. Calor, carromatos, venta de fruta en la calle, nobles evitando a la plebe en sus cuidados jardines. Y en este entorno, un singular protagonista, el inspector de policía Liabeuf en la gendarmería sin dar crédito a las órdenes de sus superiores. Tenía que ir desde París hasta Alençon, cerca de Le Mans para hacer una investigación a fondo sobre lo que acababa de ocurrir allí. Las habladurías corrían de boca en boca y desde luego el incidente debió de ser importante. Las historias hablaban de un perturbador ser acechando desde los cielos desde una bola transparente. “Imposible, debe ser una broma”pensó Liabeuf, pero para allá tuvo que ir.
Llegó a la Plaza Mayor de la localidad y comenzó a preguntar aquí y allí, a todos los vecinos que pudiesen haberlo visto. Algunos de ellos aseguraban haberlo visto nítidamente. O todo el pueblo se había confabulado y se había vuelto loco de repente o algo de verdad había ocurrido allí. Comentarios sin contradicciones. Una esfera transparente. Un hombre en su interior. Miedo y perturbación. Gritos en toda la localidad cuando aquello pasó. Cierta histeria. Liabeuf no salía de su asombro. Apuntó todos los testimonios y elaboró de camino a París un informe que presentó en la Gendarmería y en la Academia de Ciencias y que es de lo más extraordinario que hemos podido estudiar. El informe decía lo siguiente (textual):
“A las 5 de la mañana del 12 de junio de 1790, varios agricultores tomaron visión de un enorme cuerpo que parecía rodeado de llamas. Primero pensaron que podía ser un globo incendiado, pero la alta velocidad y el sonido silbante procedente del cuerpo les dejó intrigados. Los testigos hablaron de que el mundo de repente “se ralentizó” para ellos. El objeto hizo algunos cambios y se desplazó hacia la parte superior de una colina. Las plantas a su paso por la pendiente se desenterraban. El calor emanado por aquello era tan intenso que pronto la hierba y un pequeño árbol cercano comenzó a arder. Los campesinos de la zona lograron controlar el fuego, que amenazaba con extenderse por todo el lugar.
Por la noche, el ambiente todavía era cálido y algo extraordinario sucedió. Los testigos eran dos alcaldes, un médico y otras tres autoridades que confirman mi informe, así como decenas de campesinos que estaban presentes. Esta bola de fuego, que era lo suficientemente grande como para contener un carro, seguía penosamente volando allí. Las gentes vinieron de todas partes para verlo. Entonces, de repente, una especie de puerta se abrió y lo interesante es que salió una persona, pero esta persona iba vestida de un modo extraño, con un traje apretado. Viendo toda esa multitud que allí esperaba, dijo algunas palabras incomprensibles y huyó hacia el bosque. Instintivamente, los campesinos se retiraron con miedo, guardando el paso. Poco después, la pelota estalló en silencio y comenzó a lanzar piezas a todas partes, piezas que ardieron hasta que fueron reducidas a polvo. La investigación posterior se centró en buscar el paradero del misterioso hombre, pero éste pareció también haberse disuelto.
El caso Galdar es similar en varios elementos al descrito en este incidente de Alençon de 1790.
Hasta aquí, el impresionante, por no decir otro adjetivo mejor, testimonio de este policía que sonó de esta forma (en francés) de la voz del Dr. Vallée cuando habló del enigma ovni en la sede de las Naciones Unidas, como una prueba más del fenómeno a lo largo de la historia de la humanidad.
Lo cierto es que a día de hoy se desconoce el paradero del mencionado informe. El investigador que lo descubrió, Fenoglio expuso que había desaparecido de los archivos a los pocos días de haber confeccionado su artículo sobre el caso. Quizá a alguien no le gustó que se indagara en estos retro-ufos. Quizá, de hecho las similaridades (ralentización del tiempo, calor por posible radiación, dificultades de vuelo, salida del humanoide e incluso explosión del objeto) son demasiadas si las comparamos con los modernos avistamientos, como el del caso Galdar, de Gran Canaria en 1976 o el de Premios Franco en 1951, en Milán, con seres similares aparentemente enfundados en un curioso mono muy pegado al cuerpo. Esto lo hemos visto en centenares de casos, si no miles.
El caso de premios franco, Italia, 1951 también expuso a un humanoide con la ropa ceñida
Fenoglio parece haber sido la única persona que ha visto el informe y según afirmo, según otras crónicas de la época habría más referencias a este caso. Al parecer, podría haber chocado aquel objeto directamente con el cielo, más que aterrizar, y habría intentado salir volando en repetidas ocasiones. Lo más curioso es que el gentío no se habría puesto en un solo lugar a contemplar aquel espectáculo. Habría rodeado literalmente todo el perímetro de aquel objeto con el deseo de que no se escapara, si se decidían a prenderlo. Habría sido impresionante que lo hubieran intentado, pero las crónicas observan que hacía demasiado calor para hacerlo. No era seguro. Todo el pueblo habría ido para allá.
El mítico caso Galdar, similar al de Alençon, vino acompañado además de varias de las imágenes más impresionantes de la historia del fenómeno ovni.
El humanoide al parecer, no solo habría realizado un intento de comunicación con el gentío, si no que además habría hecho un gesto antes de huir. Muchos de los espectadores de tan increíble incidente, le habrían tratado de seguir sin éxito a la carrera, hasta que una extraña sensación de calor que emanó del objeto poco menos que les hizo echarse cuerpo a tierra o retirarse. El objeto “similar al cristal”, es decir, transparente, estalló y al parecer se organizó una espectacular batida para cazar al intrigante sospechoso de aspecto inaudito. Nadie consiguió ni seguir el rastro ni volver a verlo. Para terminar de rematar todo este asombroso y clarísimo incidente de Alençon, resulta que el bueno del inspector Liabeud habría sugerido en su informe que aquel globo podría, (como lo oyen) “proceder de otro mundo”. Un primigenio expediente X de 300 años. Y como todo buen expediente X, su ración de censura porque las autoridades de París habrían desestimado la teoría por ser una idea ridícula. A Fox Mulder, le pasaba igual…
¿Quién sería aquel extraño visitante?
Hasta aquí la gran historia del humanoide, el posible ufo crash, el viajero en el tiempo, la esfera transparente, la emoción del pueblo, y las escenas costumbristas. Un suceso único en el mundo que nos devuelve a la época dorada de la ufología de los años 70 con sus cientos de casos similares alrededor del mundo y con su impresionante casuística siempre esperando a ser rescatada en lugares, como ésta, vuestra web.
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