(Observación: el
siguiente texto es la segunda parte del artículo elaborado por David Pratt, cuya
primera parte la pueden leer aquí. Y le
agradezco enormemente a Nicolás por haber traducido este extenso escrito para
así darle la oportunidad de leerlo a la gente de habla hispana.)
ÍNDICE
7.
Monstruos
8.
Bípedos peludos
9.
Alienígenas
10.
Hombres de negro
11. El
mundo astral
7 - MONSTRUOS
Existen numerosos informes sobre una amplia variedad de
animales cuya existencia es controversial debido a la falta de evidencia física
concluyente. Algunas de dichas especies son completamente desconocidas,
mientras que otras son consideradas oficialmente como extintas. Estos
"críptidos" incluyen criaturas parecidas a simios (por ejemplo: Pie
Grande, Yeti, Almas), monstruos lacustres, pulpos gigantes, serpientes marinas,
animales sauropodomorfos y reptiles voladores similares a los pterosaurios [1].
Ciertas criaturas pueden ser supervivientes de especies
antaño florecientes, mientras que otras parecen ser de índole paranormal.
Se conocen reportes de especies sauropodomorfas (por
ejemplo: Mokele-Mbembe) con un largo cuello, cabeza pequeña y cuerpo ancho, y sobre
reptiles parecidos a estegosaurios, serpientes y lagartos en áreas remotas de
África y Sudamérica.
Y sobre esto, Jerome Clark escribe:
« Si los dinosaurios supervivientes en África y
Sudamérica parecen al menos marginalmente concebibles, la presencia de tales
criaturas en Estados Unidos o Europa es rotundamente imposible (y casi
innecesario decirlo), al menos en este lado de la dimensión desconocida. »
No obstante, tales
reportes "imposibles" sí existen.
En 1934 un granjero de Dakota del Sur afirmaba que un
reptil gigante de cuatro patas sacó su tractor fuera del camino antes de
desaparecer en las cercanías del lago Campbell. Los investigadores encontraron
grandes huellas en la costa, y previo a este avistamiento, las ovejas y otros
animales pequeños habían desaparecido de forma extraña.
Un italiano sostuvo ser atacado por un "reptil de
4.5 metros, como un dinosaurio", en Forli durante diciembre de 1970. Y
cinco años después a 80 km al noreste de esa locación, un monstruo apareció en
un campo cerca de Goro y asustó seriamente a un granjero. Tenía cerca de 3 m
de largo y 20 cm de ancho, asemejándose a un "lagarto gigante".
También otras personas lo divisaron y sostuvieron que aullaba como un lobo [2].
También son muy
comunes las tradiciones que hablan de criaturas gigantes en agua dulce.
Los monstruos lacustres de la Edad Media y más antiguos
son conocidos por nombres tales como "grandes serpientes",
"dragones" y "caballos de agua", haciendo justificable la
idea de que grandes animales desconocidos puedan residir en cuerpos de agua
dulce alrededor del mundo.
Generalmente, estos seres se asemejan a basilosaurios o plesiosaurios,
y muchas noticias de ellos provienen de las Islas Británicas, Norteamérica y
Escandinavia, especialmente del Lago Ness, Ogopogo (lago Okanagan) y Champ
(lago Champlain) entre los más famosos.
Clark escribe:
« Películas, fotografías y rastreos de sonar han
dado a Nessie una merecida y gran fama, estableciendo que seguramente algo
inusual sigue aconteciendo en el lago más visitado de Escocia. No obstante,
como Champ, Nessie se desdibuja cuando está bajo foco intenso.
Algunos reportes son completamente extraños y
zoológicamente absurdos, más parecidos a manifestaciones de un universo
desconocido que a una realidad de consenso, lo cual es particularmente cierto
en los raros avistamientos en tierra y que no son ni más ni menos creíbles que
los encuentros en el agua, pero que a veces implican manifestaciones que rondan
en lo irreal. » [3].
En abril de 1932, el teniente coronel McP. Fordyce y su
esposa conducían su auto por los bosques en el lado sur del lago Ness cuando
vieron un enorme animal que cruzaba el camino 137 metros más adelante y
aparentemente caminando hacia el agua.
Fue descrito como "una mezcla entre un caballo muy grande
y un camello, con una joroba en su lomo y una cabeza pequeña en un cuello
largo", pero con "el andar de un elefante".
El hombre lo siguió a pie por una corta distancia, y
desde la parte posterior lucía gris y desgreñado, con patas largas y delgadas y
una cola peluda y fina.
Otras bestias igualmente raras han sido reportadas en
otros avistamientos terrestres a lo largo de los siglos.
Curiosamente, los encuentros en tierra cesaron después de
la década de 1930, con la excepción de un incidente en 1960 cuando un hombre
observó un animal de cuello largo con aletas; la mitad superior yacía en la
costa con la mitad inferior disipándose dentro del agua. El testigo lo miró
mediante binoculares durante nueve minutos antes que se moviera a la izquierda,
cayendo en el agua y sumergiéndose.
Incluso, los avistamientos acuáticos no son siempre de
animales que se parezcan al clásico monstruo, pues otras personas han visto
cosas como un aligátor, un cocodrilo, una gran salamandra y un enorme sapo [4].
En 1972 un remo o una
aleta de unos 1.2 m de ancho y de 1.8 a 2.4 m de largo, fue capturado
en película al mismo tiempo que aparecieron ecos de sonar que mostraban dos
grandes objetos en el lago Ness persiguiendo un cardumen de peces.
Una foto submarina
tomada en 1975, mostrando lo que parece ser la silueta de un cuerpo con cuello
largo.
Algunas criaturas misteriosas aparecen por un cierto
periodo y entonces desaparecen sin dejar huella, después de lo cual nunca más vuelven
a ser vistos. Y tales registros vienen desde tiempos muy antiguo, pues los
escritos de cronistas romanos tales como Aulo
Gelio, Julio Obsecuente y Plinio el Viejo a menudo mencionan
criaturas extraordinarias (casi siempre vagamente humanoides) y cuya aparición
súbita provocaba miedo entre la población por ser consideradas precursoras de
grandes cambios o desastres. [5].
Y varios casos más
recientes se los presento a continuación:
1. Jack el Saltarín
En septiembre de 1837 un extraño ser, apodado "Jack
el Saltarín", asaltó en Londres y sus inmediaciones a cuatro personas por
separado (tres de ellas eran mujeres).
En una instancia arrancó la parte superior del vestido de
una víctima, arañando su vientre con dedos descritos como metálicos. Además se
lo describía como un personaje alto, delgado y fuerte que vestía una capa,
tenía orejas puntiagudas, ojos resplandecientes y una boca que escupía llamas
azules sobre el rostro de las víctimas.
Después de que el Alcalde Mayor de Londres lo declarara
una amenaza, los policías intentaron capturar a Jack sin éxito, ya que era
capaz de dar enormes saltos o simplemente se desvanecía en la noche. Los
ataques esporádicos continuaron por los siguientes dos años y se registraron
algunos de ellos en 1843.
En 1845, a plena luz del día y en vista de numerosos
testigos, Jack se abalanzó sobre una joven prostituta que cruzaba un puente en
los suburbios londinenses, y tomándola por los hombros, escupió fuego en su
rostro, la lanzó a la alcantarilla abierta por debajo y la contempló
ahogándose, siendo este el único asesinato al que fue ligado.
Los ataques continuaron durante las décadas de 1850 y
1860. Y en 1877, casi todos los residentes de Caistor, Norfolk, vieron a Jack
saltando de techo en techo, y en agosto apareció ante unos soldados en una base
militar de Aldershot. En esa ocasión estaba ataviado con un traje impermeable y
un casco brillante; un centinela le disparó y sostuvo que la bala simplemente
pasó a través de la criatura sin ningún efecto.
El último retorno conocido de Jack a Inglaterra ocurrió en
Liverpool en 1904, cuando fue divisado saltando del suelo a los tejados
alternadamente [6].
Boceto de Jack
Springheel en Aldershot, en 1877.
En el siglo XIX, los principales investigadores asumían
que Jack debió de ser una persona real a pesar de su extraña apariencia y
comportamiento. E incluso hubo un rumor de que era en realidad Henry, marqués
de Waterford, un joven irlandés que supuestamente usaba resortes ocultos en sus
botas para saltar. Sin embargo, no sólo es imposible hacer grandes brincos de
esta forma, sino que Jack continuó sus actividades por muchos años después de la
muerte de Waterford en 1859.
Una entidad similar a Jack Springheel fue observada en
EEUU en junio de 1953. Tres residentes de Houston vieron una gran sombra que
cruzó el césped y brincó hacia la copa de un nogal, mientras una luz gris tenue
iluminaba la figura.
Se la describió como un hombre alto de manto negro, ropas
ajustadas y botas de un cuarto de largo. Luego de unos pocos minutos la figura
se desvaneció y a ello siguió un "estruendoso silbido" que se escuchó
en toda la calle y el rápido ascenso de un objeto con forma de cohete.
2. El monstruo de
Flatwoods
La noche del 12 de septiembre de 1952, tres adolescentes
en el pequeño pueblo de Flatwoods (Virginia del Oeste) vieron una esfera rojiza
moverse lentamente alrededor de un cerro, merodeando por momentos para luego
desaparecer tras otra loma, y desde el lado opuesto podía verse un resplandor
brillante asemejando un objeto posado.
Los jóvenes testigos decidieron ir a investigar, y se les
unieron Kathleen May, sus dos hijos pequeños, su amigo Tommy Hyer, Eugene Lemon
(de 17 años) y el perro de éste.
El perro iba por delante del grupo y por un rato estuvo
fuera de su vista, pero repentinamente se lo escuchó ladrar furiosamente y
segundos después se lo vio huyendo con la cola metida entre las patas.
Una niebla de horrible hedor cubría el suelo y causó que
los testigos lagrimearan. Lemon y Neil Nunley (quienes lideraban el equipo y
alcanzaron primero la cima) miraron hacia abajo y observaron una "gran
bola de fuego" a 15 metros a su derecha. Y otro de los testigos
afirmó que era del tamaño de una casa.
A la izquierda del grupo, en la cima del cerro y justo
bajo la rama de un roble, habían dos pequeñas luces. Por sugerencia de la
señora May, Lemon dirigió su linterna hacia ese lugar, y para el considerable
asombro de todos, el haz mostró una criatura de apariencia grotesca con una
cabeza en forma del "as de espadas", como varios de los observadores
lo describieron por separado.
Dentro de la cabeza había una "ventana"
circular oscura, excepto por las dos luces de las que salían rayos blanco azulados
hacia adelante. Y durante la breve observación de la criatura, el grupo no vio
nada que pareciera brazos o piernas.
La entidad, que aparentemente tenía más de 1.8 m de
alto, se movió en dirección de los testigos y parecía estar deslizándose en
lugar de caminar. Pero segundos después cambió de trayectoria, regresándose
hacia la bola resplandeciente que se encontraba cerro abajo.
Todo esto supuestamente tuvo lugar en cuestión de
segundos, durante los cuales Lemon se desmayó, y los otros lo arrastraron al
tiempo que abandonaban rápidamente el sitio [7].
Media hora después, un reportero concurrió al lugar con
uno de los jóvenes, y el profesional percibió un olor inusual en el pasto que
irritó su nariz y garganta.
A la mañana siguiente el reportero volvió esta vez solo al
lugar de los hechos y encontró "marcas de patinaje" yendo cuesta abajo
del cerro hacia un área de pasto apelmazado, lo que indicaba la presencia
reciente de un gran objeto.
Este encuentro con la criatura, que la prensa bautizó
como "el monstruo de Flatwoods", tuvo lugar durante una oleada de
avistamientos de objetos voladores inusuales en el área.
Y un hombre dijo haber divisado una bola anaranjada
brillante volando en círculos sobre el área donde se vio al monstruo, y dicho
objeto fue visible por 15 minutos antes de dispararse hacia el aeropuerto de
Sutton, donde también fue observado.
3. Reptiles humanoides
En el clásico filme de ciencia ficción "The Creature From the Black Lagoon"
(La criatura de la laguna negra) de 1954, los arqueólogos de una expedición en
el río Amazonas encuentran un bípedo acuático extraño con agallas y escamas.
Pues bien, de manera similar pero esta vez en la vida
real, en noviembre de 1958, un hombre de Riverside, California, conducía su
auto cerca del río Santa Ana cuando fue atacado por una criatura con "una
cabeza redonda como la de un espantapájaros", ojos brillantes y escamas,
que dejó largos rasguños en su parabrisas, y cuando el chofer aceleró, lo
derribó y pasó sobre él.
Y la noche siguiente otro motorista afirmó que el mismo
monstruo saltó de los arbustos contra su coche.
En Loveland (Ohio) y a lo largo del río Miami, desde al
menos 1955 se han registrado encuentros con bípedos de rasgos más o menos
reptiloides. En ese año, un conductor divisó por espacio de tres minutos a tres
criaturas de apariencia grotesca con pechos desnivelados y anchos, sin labios,
con bocas de rana y arrugas en lugar de cabello en sus cabezas. Y de acuerdo a
su versión, una de ellas sostenía encima de ella un dispositivo con la forma de
una barra, el cual generaba chispas.
El 3 de marzo de 1972 dos oficiales de policía de
Loveland se encontraron con un bípedo de 1.2 m de alto con cara de rana,
de piel semejante al cuero texturizado, y los oficiales lo vieron saltar sobre
una barrera de contención y descender hacia un terraplén que llevaba al río
Little Miami.
Y aproximadamente dos semanas después, uno de los
oficiales avistó nuevamente a la criatura, primero recostada en el camino y
luego alzándose sobre una baranda de contención.
Bípedo con cara de
rana visto en Ohio, marzo de 1972.
Durante el verano de 1972, en el lago Thesis de Columbia Británica,
hubo dos encuentros con una criatura color plateado que emergió del agua.
En el primer incidente persiguió a una pareja de hombres
jóvenes desde la playa, y uno de ellos sufrió laceraciones en la mano por seis
puntas agudas situadas en la cabeza de la entidad. Mientras que en segundo
incidente, un testigo declaró que el ser presentaba forma humana, pero que
tenía una cara monstruosa y estaba cubierto con escamas, con orejas muy grandes y
una aguda punta en su cabeza [8].
4. Humanoides voladores
Los reportes de seres alados humanoides son bastante
raros, aunque ocurren periódicamente.
Una noche de 1952, Sinclair Taylor, soldado de la Fuerza
Aérea estadounidense, se hallaba en servicio de guardia en Camp Okubo en Kyoto,
Japón, cuando escuchó un fuerte sonido de alas batientes.
Al mirar arriba, vio un enorme "pájaro" a la
luz de la luna, y cuando se aproximó, tuvo miedo y puso un cartucho en su
carabina. En ese momento, el "pájaro" detuvo el vuelo y se puso a
merodear a poca distancia y mirando fijamente al soldado.
El soldado Taylor narra que:
« Aquella cosa había comenzado a descender
lentamente otra vez y tenía el cuerpo de un hombre. Bien pudo haber tenido más
de dos metros de largo de la cabeza a los pies y la extensión de sus alas era
casi igual a su altura.
Comencé a disparar hacia el lugar donde esa cosa alcanzó
el suelo hasta vaciar mi carabina, pero cuando miré para corroborar si mis
balas habían hecho efecto, no había nada. »
Cuando el sargento de la guardia fue a investigar y escuchó
la historia, le dijo a Taylor que le creía porque un año antes otro guardia se
había encontrado con la misma aparición.
En agosto de 1969, varios guardias estadounidenses que se
encontraban apostados cerca de Da Nang, Vietnam, vieron una mujer desnuda con
alas de murciélago que planeaba sobre sus cabezas a unos dos metros. Su cuerpo,
piel y alas eran negros, pero resplandecía con un tono verde brillante y la
piel parecía estar cubierta con pelaje en lugar de plumas.
Las alas semejaban estar fundidas a sus manos, y el
movimiento de los brazos sugería que no había huesos en ellos. En un momento
los guardias dijeron incluso escuchar el aleteo de la extraña visitante.
Otros avistamientos
no son de figuras aladas sino de humanos o humanoides volando con ayuda de
aparatos mecánicos apegados a sus cuerpos.
El 6 de enero de 1948 en Chehalis, Washington, una mujer
anciana y un grupo de niños vieron un hombre con largas alas mecánicas que
manipulaba con unos instrumentos que se ubicaban en su pecho a medida que
volaba en posición vertical.
Seis años y medio más tarde un niño campesino de 12 años
en Coldwater, Kansas, divisó a un pequeño hombre de piel oscura y con oídos y
nariz puntiagudos, que flotaba hacia un OVNI circulando en las cercanías [9].
El 16 de noviembre de 1963, cerca de Hythe, Kent
(Inglaterra), cuatro jóvenes caminaban por un camino campestre en la noche,
cuando uno de ellos divisó una "estrella" particularmente brillante
bajando del cielo, y el grupo se alarmó cuando la luz rojo amarillenta parecía
ir directamente hacia ellos, deteniéndose para merodear unos instantes y luego
desapareció tras unos árboles.
Los jóvenes asustados huyeron y fueron perseguidos a una
distancia de 76 m por una luz dorada oval flotando a 3 m sobre el suelo,
la cual tenía entre 4.5 y 6 m de largo, con un núcleo sólido. Y cuando los
jóvenes se detenían, la luz también lo hacía, dándoles la impresión de que
estaban siendo observados.
El objeto luminoso desapareció otra vez tras la
vegetación, y segundos después emergió una figura oscura que caminaba
torpemente hacia ellos por el sendero.
Este ser fue descrito como negro, de forma humana, sin
cabeza, con alas de murciélago a cada lado del cuerpo y al parecer también con
pies membranosos. Y ante esta aparición, los cuatro amigos huyeron corriendo
del lugar.
Una semana después se presentaron investigadores para
examinar el sitio y encontraron una vasta extensión de helechos aplastados y
tres "huellas" gigantes que medían 60 cm de largo y 23 cm
de ancho y 2.5 cm de profundidad [10].
El hombre polilla
Tres años más tarde, en 1966 y 1967, un monstruo alado
similar que los periodistas apodaron "Mothman" ("Hombre
polilla") fue visto sobre el valle del río Ohio en conjunción con extrañas
luces en el cielo y otros eventos anómalos, que incluyeron una oleada de
fenómenos poltergeist, visitas de "hombres de negro", problemas con
televisores y teléfonos, y autos se descomponían cuando pasaban cerca de una
planta de TNT abandonada en Point Pleasant y que parecía ser la guarida de Mothman.
En una ocasión, la criatura se mantuvo volando por encima
de un auto que circulaba a 160 km por hora, y también fue vista en tierra,
aterrorizando a perros y personas.
En esos años, al menos 100 testigos presenciaron a la
criatura, que tenía entre 1.5 y 2 m de alto, era más ancha que un hombre,
y caminaba en una forma torpe arrastrándose con piernas parecidas a las
humanas. No poseía cabeza discernible, pero sí dos grandes ojos rojos
brillantes cerca de la parte superior de los hombros.
Sus alas eran como las de un murciélago pero no aleteaba
en vuelo, y típicamente ascendía en línea recta. El color de su piel era gris o
café, y emitía un sonido chirriante, ya que dos observadores dijeron escuchar
un zumbido mecánico cuando volaba sobre ellos.
"Después de 1967, Mothman desapareció en el mundo de
las tinieblas" dice Jerome Clark [11].
Un dibujo del Mothman,
basado en relatos de testigos [12].
5. El demonio de
Dover
El 21 de abril de 1977, a las 10:30 de la noche, Bill
Barlett, de 17 años, conducía hacia su casa con dos amigos, cuando avistó un
ser extraño a un costado del camino en Dover, Massachussetts. La criatura tenía
una cabeza desproporcionada y ovalada, dos grandes ojos redondos que
destellaban como canicas anaranjadas, brazos y piernas largos y delgados, y
también grandes manos y pies. Aunque no tenía más de 1.2 m de alto y su
piel de color durazno no mostraba pelaje.
Dos horas más tarde otro adolescente, John Baxter,
caminaba hasta su casa y presenció una figura pequeña aproximándose, pero que
finalmente terminó escabulléndose por una ladera. El joven la siguió y observó
la silueta de una figura a unos 9 metros, apoyada contra un árbol y sus
pies parecían estar "fundidos" en la cima de una roca.
El "demonio de
Dover", basado en los dibujos de testigos [13].
El avistamiento final ocurrió durante la noche siguiente.
Will Taintor llevaba en coche a una joven hasta su casa cuando ella divisó algo
en los focos del auto, que resultó ser una criatura sin pelo acurrucada a
gatas, de cuerpo delgado similar al de un mono, y una cabeza larga y oblonga desprovista
de nariz, oídos y boca. El área alrededor de los ojos era más luminosa y tenían
brillo verdoso, no anaranjado como en el primer encuentro [14].
Referencias
- Loren Coleman and Jerome
Clark, “Cryptozoology A to Z: The
encyclopedia of loch monsters, Sasquatch, Chupacabras, and other authentic
mysteries of nature”, New York: Fireside, 1999; “Cryptozoology”, www.pibburns.com/cryptozo.htm.
- Jerome Clark, “Unexplained! 347 strange sightings,
incredible occurrences, and puzzling physical phenomena”, Detroit, MI:
Visible Ink, 1993, p. 104.
- Ibid., p. 209-215, 220-231.
Ver Henry Bauer, “The case for the Loch
Ness monster: the scientific evidence”, Journal of Scientific Exploration,
v. 16, 2002, p. 225-246.
- “Unexplained!”, p. 223-225.
- Daniel W. Murphy, “Through the looking glass darkly: impossible
creatures”, [www.geocities.com/bigfootrus/index.html].
- “Unexplained!”, p. 357-349.
- Ibid., p. 135.
- Ibid., p. 327-329.
- Ibid., p. 143-144.
- Patrick Huyghe, “The Field Guide to Extraterrestrials”,
London: Hodder and Stoughton, 1997, p. 94-95.
- ”Unexplained!”, p. 278-281; John A. Keel, “The Mothman Prophecies”, London: Hodder & Stoughton, 2002
(1975), p. 73-90; “Mothman: the enigma of
Point Pleasant”, www.prairieghosts.com/moth.html.
- Bill Asmussen’s Hominid
Artwork, [http://members.door.net/hominidartwork/mothman.htm].
- Ibid., [http://members.door.net/hominidartwork/doverdemon.htm].
- ”Unexplained!”, p. 105-7; The Anomalist, no. 9, 2000/2001, p.
151-157.
8 - BÍPEDOS PELUDOS
Es posible que una criatura enorme semejante a un simio y
conocida como "Pie Grande" o "Sasquatch" habite en la inmensa
tierra salvaje del noroeste estadounidense y el lejano oeste de Canadá.
Dicho ser fue filmado por Roger Paterson en Bluff Creek,
California, en octubre de 1967, y con el paso del tiempo se han encontrado
numerosas huellas e impresiones de manos y pies, junto con pelos y materia
fecal, pero hasta ahora no hay evidencias de cuerpos o huesos.
Una hembra de
"Pie Grande" filmada por Roger Paterson en 1967. Tenía 2.1 m de
alto, y dejó huellas de 37 cm de largo por 15 cm de ancho [1].
Prácticamente se han avistado bípedos peludos en cada
estado y provincia de EEUU y Canadá. Pero como señala Jerome Clark, la sola
presencia de tales criaturas en áreas pobladas es biológicamente absurda [2], y cuando
dejan huellas (lo que no es frecuente) pueden ser de dos, tres, cuatro, cinco o
incluso seis dedos. Inclusive, algunos avistamientos de criaturas tipo
"Pie Grande" contienen elementos de "alta extrañeza", es
decir, que estos seres son aparentemente inmunes a los disparos y en ocasiones
parecen desvanecerse en una ligera atmósfera.
Los testigos de una aparición de Pie Grande dicen haber
escuchado correr a lo lejos a la criatura, aún cuando ésta hubiera desaparecido
visualmente. Asimismo, muchas personas aseveran haberla oído resollar tras
ellas, siguiéndolas o caminando a su lado, pero que nunca pudieron ver nada.
Durante siglos, los indígenas norteamericanos han
atribuido a Sasquatch habilidades sobrenaturales, incluyendo la telepatía y el
poder de hacerse invisible.
Los casos que les voy a presentar a continuación
involucran a bípedos peludos que tienden a comportarse más como entidades paranormales
que como animales comunes.
A) En el verano de 1960, numerosas personas en las
cercanías de Parson, Virginia Occidental, vieron una criatura horrible de 2.4 m
de altura, cubierta de pelo desgreñado y con ojos que "brillaban como
grandes bolas de fuego".
B) En octubre de 1960, W.C. Priestly conducía por el
Parque Nacional Monongahela en Virginia Occidental, cuando su auto
repentinamente se detuvo y a la izquierda divisó un monstruo simiesco de pelaje
largo, desordenado y totalmente erizado.
Cuando un grupo de los amigos de Priestly que iba por
delante en un bus notaron que no los seguía, se devolvieron para buscarlo, y en
el momento en que la criatura vio el vehículo, dejó caer su pelo y desapareció
en los bosques.
Priestly estaba sorprendido de ver que el coche había
comenzado a funcionar de nuevo, y así nuevamente retomó el trayecto tras el
bus, pero cuando unas repentinas chispas comenzaron a emanar por debajo del
capó de su auto, otra vez avistó a la criatura que lo miraba a un lado del
camino.
El bus se devolvió por segunda vez y tan pronto como
apareció, el monstruo se desvaneció en el bosque.
Los contactos en el auto de Priestly estaban
completamente fundidos y tuvieron que ser reemplazados, como también se
descompuso seriamente parte del sistema eléctrico [3].
C) En 1957, en Wanoga Butte, Washington, Gary Joanis y
Jim Newall dispararon a un ciervo mientras estaban de cacería, pero antes de
que pudieran recuperarlo, una criatura peluda de 2.7 m de alto caminó
hacia el claro y tomó al ciervo llevándoselo bajo el brazo. Joanis, molesto por
perder su presa, disparó varios tiros a la espalda de la criatura con su rifle
de calibre 30.06, pero la entidad nunca detuvo su caminar, aunque sí emitió un
"extraño grito silbante".
D) En Washington, durante el verano de 1966, hubo
numerosos avistamientos de un Pie Grande blanco-grisáceo de 2.4 m de alto
con ojos rojos, pesando al menos 270 kg y que caminaba como humano. Un
grupo de hombres salía a menudo para intentar atraparlo, y frecuentemente lo divisaban
en una mina de grava.
En una ocasión, uno de esos hombres le disparó a sólo 6 m,
y le dio en al menos en tres ocasiones con su rifle de calibre 270, pero no
consiguió que la criatura se desplomara. Otro le disparó con su pistola calibre
10 desde 9 m, y la criatura consiguió huir profiriendo un agudo grito.
E) En mayo de 1967 en The Dalles, Oregon, varios
adolescentes salían por la noche persiguiendo a Pie Grande, y en una
oportunidad caminaban por un bosque cuando encontraron un árbol cuyas ramas
tocaban el suelo.
Abriéndose paso entre ellas, vieron una criatura a 3 metros
que tenía aproximadamente 2 m de alto cuando se agazapó. Uno de los
jóvenes le disparó dos veces en el pecho con su pistola calibre 12, haciéndolo
caer y rodó brevemente para huir raudo rompiendo un cerco y derribando tres
postes.
Los jóvenes volvieron al día siguiente para buscar su
"recompensa", pero las huellas desaparecieron transcurridos unos 70 ó
90 m, y tampoco había rastros de sangre.
F) Una noche del otoño de 1968, en el área de Point
Isabel, Ohio, la familia Abbot escuchó extraños sonidos semejantes a golpes
metálicos. Por lo que Larry Abbot, de 15 años, su padre y un pariente salieron
de la casa para ver qué sucedía, y se hallaron en presencia de una entidad
extraña a 15 m de distancia, que comenzó a caminar hacia ellos.
La criatura tenía 3 m de alto, con hombros de un
ancho de 1 metro, y estaba cubierta de pelo café brillante y poseía brazos muy
largos, dientes prominentes, orejas puntiagudas y ojos resplandecientes. Larry
aseveró que el ser parecía ponerlos en trance, puesto que no pudo moverse o
hablar, y de un momento a otro la criatura cayó al suelo y lo perdieron de
vista.
Más tarde lo escucharon cerca del garaje, y así el otro
familiar les pidió prestado un rifle de calibre 22 y salió en su búsqueda. Al
cruzar por un campo, repentinamente el ser volvió a aparecer deteniéndose a 15 metros.
Larry apuntó su linterna y su pariente disparó con éxito,
mientras el monstruo profería un horrible grito a medida que recibía más tiros,
y entonces una niebla blanca lo envolvió, la cual al disiparse dejó solamente
oscuridad. La familia buscó por toda la granja, pero no había sangre ni vestigios
de la entidad [4].
G) En agosto de 1972, una joven pareja que vivía en
Putman County, Indiana, muy tarde en la noche comenzó a recibir visitas de un
ente oscuro y con apariencia de un gorila grande y peludo.
La mayor parte del tiempo tenía un andar bípedo, pero al
correr lo hacía en cuatro patas, y parecía huir y saltar sin tocar el suelo ya
que nunca dejó huella alguna.
Cuando corría por las malezas, no se escuchaba nada, y
aún así en ocasiones los testigos podían verlo a través de ellas.
Una hora antes del primer avistamiento, los vecinos
vieron un objeto luminoso pasar sobre ellos y que luego explotó, aunque nunca
se encontraron restos.
Un granjero del área perdió 30 de sus 200 pollos culpando
a la criatura, que destrozaba a las aves chupándoles la sangre, pero sin
comerlas, y esparcía sus restos por varios metros.
Algunos dispararon contra la figura simiesca varias veces
a unos 30 metros, pero no parecía hacerle mella, y al menos 40 personas
aseguraron haberla visto antes de que los avistamientos cesaran a finales del
mes [5].
H) En la noche del 25 de octubre de 1973, cerca de
Greensbury, Pennsylvania, un granjero llamado Stephen Pulaski y otros 15
testigos observaron una bola roja brillante merodeando sobre un campo.
Pulaski y dos adolescentes fueron a investigar y a medida
que se aproximaban, los focos de sus autos perdían potencia. Decidieron por lo
tanto continuar a pie y esta vez vieron un objeto de luz blanca resplandeciente
que tenía unos 30 m de diámetro, con forma de domo y emitía un zumbido
como el de una cortadora de pasto, posándose en el campo o volando directamente
sobre él, además de oírse sonidos muy agudos en las cercanías.
Pulaski disparó, y en ese instante avistaron dos grandes
criaturas simiescas con ojos verdes brillantes, una de ellas era de 2.1 m
de alto y la otra era de 2.4 m, caminando a lo largo de un cerco. Tenían
brazos largos que casi llegaban al suelo, estaban cubiertos de pelo largo gris
oscuro, emitían un fuerte olor como goma quemada y parecían estarse comunicando
por medio de una especie de gemidos.
Pulaski disparó tres veces más hacia la entidad más
grande que respondió gimiendo y alcanzando a su compañero, y en ese momento, el
aparato luminoso se desvaneció dejando un área blanca brillante en el campo.
Las criaturas se volvieron caminando hacia los bosques y nunca más fueron
vistos.
Más tarde, cuando llegaron otros investigadores al sitio,
un perro comenzó a perseguir algo invisible, varias personas olieron un fuerte
olor sulfuroso y se escucharon sonidos estrepitosamente agudos viniendo de los
bosques.
En ese instante, Pulaski enloqueció y se puso a correr
moviendo descontroladamente los brazos y gruñendo como un animal, y al mismo
tiempo tuvo visiones de un personaje parecido a un "esqueleto con
guadaña". Pulaski escuchó que lo llamaban por su nombre desde el bosque e
hizo declaraciones confusas, como: "Si el hombre no se corrige, el fin
llegará pronto", tras lo cual se desplomó.
Posteriormente el granjero fue examinado por un
psiquiatra quien concluyó que la espantosa situación le había causado un
trastorno temporal y entró en un estado psicológico disociado el cual es conocido
como "fuga disociativa".
Este caso fue sólo uno en una oleada de al menos 79
avistamientos de "criaturas" informados en seis condados de
Pennsylvania occidental durante 1973.
Todos ellos tuvieron de protagonistas a entidades
similares a “hombres peludos” que aparecían y desaparecían misteriosamente
dejando pocas huellas de su existencia, aunque a veces también hubo reportes de
huellas y hedores nauseabundos.
Además se dieron casos donde mataban pollos, arrancaron
los cuartos traseros de un perro San Bernardo y degollaron a un ciervo
doméstico, pero no se dieron instancias de daños a personas [6].
I) Durante la noche del 6 de febrero de 1974, una mujer
que vivía cerca de Uniontown, Pennsylvania, estaba en casa viendo televisión
cuando escuchó un ruido en el porche y salió a investigar, pensando que los
perros eran la causa.
Tomó una pistola cargada para asustarlos, encendió la luz
del pórtico y abrió la puerta para contemplar horrorizada a una criatura simiesca
peluda de 2 m de alto que estaba parada a corta distancia.
La criatura levantó los brazos sobre su cabeza, y
pensando que estaba a punto de atacar, la mujer le disparó en el tórax, pero
para su sorpresa "sólo desapareció en un resplandor de luz" [7].
J) Durante septiembre de 1975 en Noxie, Oklahoma, un
granjero y sus vecinos afirmaron ver y escuchar a al menos dos bípedos peludos.
El primero tenía una estatura de 1.8 a 2.1 m, estaba cubierto de pelo café
oscuro y tenía ojos brillantes de color rojo-violeta.
Le dispararon en tres ocasiones, pero respondió
aplastándose el brazo como si matara una mosca. Olía "como huevos podridos
o sulfurados" y dejó una huella de tres dedos (aunque todos los primates
tienen cinco).
Otras dos criaturas, una con ojos rojos y la otra de
cuencas amarillas, fueron oídas llamándose entre sí, una gritaba como mujer y
el otro chillaba igual que un bebé.
K) En agosto de 1976, una mujer sentada en su granja del
sureste de Nebraska notó un silencio espeluznante y súbito entre los animales.
A 270 m de distancia y dibujándose contra el cielo, se alzaba una gran
figura peluda que se movía rápidamente a través del pastizal hacia ella,
aterrorizando a los perros. Rompió el cerco de cables y estaba sólo a 9 m
cuando el ser se desvaneció frente a la testigo. Esta vez, la entidad dejó
muestras de pelo en el enrejado, pero la Comisión de Parques y Entretenciones
del estado se rehusó a examinarlas [8].
Referencias
- http://en.wikipedia.org/wiki/Patterson-Gimlin_film.
- Clark, “Unexplained!”, p. 167-176 y 418.
- John A. Keel, Strange Creatures from Time and Space, London:
Sphere, 1979, p. 126.
- Daniel W. Murphy, “Can Bigfoot be killed?”, [www.geocities.com/bigfootrus/index.html].
- Ibid.; “Unexplained!”, p. 170-171.
- Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into
modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, segunda
edición, 1995, p. 303-304; “Unexplained!”,
p. 173.
- “Can Bigfoot be killed?”
- “Unexplained!”,
p. 171-172.
9 - ALIENÍGENAS
Varios de los incidentes ya descritos involucran a
humanoides u otras criaturas vistas junto con luminosidades inexplicables u
objetos en el cielo (OVNIs).
Los siguientes casos proveen más evidencia de que los
"alienígenas" varían mucho en apariencia y a menudo presentan una
conducta paranormal y extraña, sugiriendo que son manifestaciones de tipo
psíquico en lugar de extraterrestres genuinos [1].
A) En el verano de 1968, una británica conducía a
Stafford con un acompañante cuando divisaron un disco que brillaba en el cielo.
Se detuvieron para verlo moverse velozmente y evadirlos, y otro conductor
también se detuvo para presenciarlo, después de lo cual el disco desapareció
tras unos árboles y la mujer reanudó el viaje.
Durante el trayecto experimentó profundas visiones sobre
la naturaleza de la realidad que transformaron su personalidad, según declaró.
No obstante, esa misma noche encontró a una aparición malévola en su casa,
semejante a un fauno, que más tarde ella describió como un "hombre escorpión"
con 1.2 a 1.5 m de alto con orejas puntiagudas, hocico largo y patas de
perro o cabra.
La manifestación estaba cubierta de pelaje mullido, se
encontraba agazapada y miraba sin pestañear a la mujer con espantosos ojos
verde brillante que se inclinaban hacia arriba y sin mostrar pupilas.
La mujer pensó que estaba tratando de comunicarse con
ella, pero el pánico interfirió con cualquier intento para ello, ya que las
patas de cabra y el pelaje sedoso parecen corresponder con la tradición europea
del demonio, mientras que sus ojos y apariencia demacrada son rasgos típicos de
entidades vistas durante encuentros con OVNIs [2].
B) Poco después de las 2 a.m. del 28 de noviembre de
1954, Gustavo Gonzales y José Ponce iban en un camión desde Caracas (Venezuela)
a un pueblo cercano cuando se toparon con una esfera luminosa de cerca de 3 m
en diámetro merodeando sobre el suelo y que obstaculizaba parcialmente la
calzada. Los dos hombres salieron del vehículo para investigar y se les
aproximó un pequeño hombre peludo, de aproximadamente 1 metro de alto.
Gonzales inmediatamente lo capturó, pretendiendo llevarlo
a la policía. Pero para su sorpresa, constató que el humanoide era muy ligero,
pesando sólo unos 15 kilos. Su cuerpo era muy duro y estaba cubierto con
pelo tieso y erizado.
Repentinamente, la criatura dio a Gonzales un empujón con
una mano provista de garras y lo eyectó a casi 5 metros.
Ponce, que era ayudante de Gonzales, se horrorizó y
corrió a la estación de policía que se hallaba a poca distancia. Cuando partió,
vio que otros dos hombres pequeños salían de los arbustos y llevaban rocas o
trozos de tierra en sus brazos al entrar saltando por una apertura en el
costado de la nave.
Mientras tanto, el primer hombrecillo peludo de ojos
brillantes y garras extendidas atacó a Gonzales, y sacando su cuchillo apuñaló
a la criatura en el hombro, pero el arma rebotó como si el cuerpo estuviera
hecho de acero.
Entonces otro humanoide salió de la esfera y disparó un
rayo luminoso desde un pequeño tubo que cegó temporalmente a Gonzales. Cuando
los dos seres entraron a bordo, la esfera despegó rápidamente.
Gonzales llegó a la estación de policía poco después de
Ponce. Los oficiales sospecharon que estaban borrachos, pero un examen reveló
lo contrario y los policías constataron que Gonzales tenía un largo rasguño
rojo en un costado.
A ambos testigos se les suministraron sedantes y varios
días después un doctor admitió que había visto la pelea que habían tenido los
dos hombres con las criaturas, pero abandonó el lugar ya que no deseaba ser
parte de una publicidad indeseada [3].
Criatura peluda
hallada en Caracas, noviembre de 1954 [4].
C) El siguiente caso tuvo lugar en Kelly, Kentucky, el 21
de agosto de 1955. Los testigos fueron Billy Ray Taylor, Lucky Sutton y su familia.
Cerca de las 19 horas, en una calurosa tarde de verano,
Billy Ray contó a los Sutton que acababa de ver un platillo volador con un tubo
de escape de múltiples colores que volaba y cayó en un barranco cerca de su
granja, pero la familia bromeó con la historia. Media hora más tarde, el perro
comenzó a ladrar y se escondió en el sótano.
Cuando Billy Ray y Lucky fueron a la puerta trasera,
vieron aproximarse un resplandor que resultó ser una criatura de 1 metro de
altura y cabeza calva, redonda y desproporcionada. Su piel era de un color
plata metálica y brillaba en la oscuridad.
Los ojos eran grandes y amarillos y se ubicaban casi en
el borde de su cara, mientras que los brazos eran casi dos veces más largos que
las piernas y casi tocaban el suelo. Sus manos eran grandes y mostraban garras.
Los hombres tomaron sus armas, un rifle calibre 22 y una
pistola, y esperaron hasta que la criatura estuviera a 6 metros de la
puerta trasera antes de abrir fuego. Ero los disparos sonaron como si
"dieran contra una cubeta de metal", y el visitante simplemente
retrocedió escabulléndose en la oscuridad.
Cuando otro visitante apareció en la ventana, los hombres
le dispararon a través de ella, y creyendo que estaba muerta.
Entonces Billy Ray salió por la puerta frontal para
buscar el cuerpo, pero cuando se detuvo un instante bajo la saliente del techo,
una mano con garras lo alcanzó tocando su cabello, mientras la familia gritaba
desesperada y lo arrastró de vuelta al interior.
Lucky corrió y disparó a la entidad, haciendo que cayera
del techo, y luego ambos hombres dispararon a otra en el arce de las cercanías,
pero ésta también no pareció afectarle las balas y simplemente se elevó del
suelo y desapareció.
Aterrorizada por la inefectividad de sus armas, la
familia se encerró dentro de la casa, pero las criaturas siguieron escudriñando
en las ventanas, y luego de tres horas los ocho desesperados adultos y los tres
espantados niños se metieron en dos autos y escaparon hacia el cuartel de
policía del pueblo.
La policía de Hopskinville volvió a la granja con la
familia e inspeccionó la casa y los alrededores sin encontrar rastros. Los
oficiales se retiraron a las 2:15 de la mañana, y al poco tiempo las criaturas
volvieron y se aparecían en las ventanas, curiosos pero nunca hostiles, y
nuevamente los hombres respondieron con disparos.
La rutina continuó hasta media hora antes del amanecer, y
esa mañana los investigadores retornaron aunque por segunda vez no encontraron
nada [5].
Criatura encontrada
en Kentucky en agosto de 1955 [6].
D) Una mañana de julio de 1983 en Mount Vernon, Missouri,
Ron y Paula Watson notaron algunos resplandores plateados brillantes en el
pasto de su granja, y por medio de unos binoculares vieron a dos seres en
trajes plateados que pasaban sus manos sobre una vaca negra que yacía inmóvil
en el suelo.
Los seres hacían movimientos manuales espasmódicos sobre
el animal, el cual inesperadamente se elevó por el aire y flotó con los
individuos hacia un objeto con forma de cono que permanecía cerca de una
arboleda, y también otras dos criaturas de apariencia extraña estaban situadas
cerca de la nave.
A la izquierda había un "hombre lagarto" alto y
de piel verde, con ojos brillosos y pupilas verticales como las de un reptil, y
sus manos y pies eran membranosos. Mientras que en la derecha del aparato
estaba una criatura tipo Pie Grande más alta la cual también tenía rayas
verticales amarillas en ojos verdes redondos.
Los seres entraron en el objeto con la vaca y este
desapareció súbitamente.
Más tarde, el propietario del campo confirmó que efectivamente
faltaba una de sus vacas negras y jamás fue encontrada [7].
El comportamiento de
las entidades asociadas con OVNIs a veces muestra símiles con aquél de seres
medievales tales como hadas, silfos o elfos.
E) En la mañana del 18 de abril de 1961, Joe Simonton,
granjero avícola de 60 años oriundo de Wisconsin, escuchó un sonido
extraño en el exterior de su casa, y cuando salió al patio vio un objeto
plateado que planeaba cerca del suelo, cuya forma era como la de dos cuencos
invertidos y medía cerca de 3.6 m de alto y 9 m de diámetro.
Se abrió una escotilla y Simonton pudo divisar a tres
hombres de 1.5 m de alto en el interior que tenían cabello y piel oscuros
y usaban trajes con "cuello de tortuga" y cascos entretejidos.
Uno de los extraños sostenía un jarro e hizo gestos a
Simonton para que le trajese agua. Cuando el granjero volvió, notó que uno de
los seres en el platillo freía comida en una parrilla sin fuego, y distinguió
varios paneles de instrumentos en el interior oscuro de la nave, al tiempo que
oía un lento sonido zumbante.
Cuando Simonton indicó por gestos que estaba interesado
en la comida, uno de los visitantes le dio tres panqueques de 7 cm de
diámetro y perforados con pequeños hoyos.
La escotilla entonces se cerró y el objeto se alzó unos 6 m
del suelo antes de despegar directamente al sur, causando una ráfaga de aire que
dobló algunos pinos cercanos.
En total, la experiencia tuvo una duración cercana a los
cinco minutos.
Simonton comió uno de los panqueques y los describió con
un sabor a "cartulina". Los investigadores de la Fuerza Aérea
hicieron analizar un trozo en el laboratorio de la Agencia de Drogas y
Alimentos (FDA), y concluyendo que era un panqueque ordinario de origen terrestre.
La explicación oficial era que el avicultor sinceramente
creía que su contacto había sido una experiencia real, pero que sólo se trataba
de un sueño y el avicultor lo había insertado en los eventos que tenían lugar a
su alrededor mientras estaba consciente.
Pero la petición de comida es uno de los aspectos
tratados con más frecuencia en las leyendas celtas, y los cuentos sobre hadas
que intercambian alimentos con humanos son bastante comunes.
Evans Wentz reporta en su libro “Fairy Faith in Celtic Countries” (1909) que un irlandés le contó
que el "Gentry" come carne fresca y bebe agua pura, y que nunca
ingiere algo que contenga sal.
En el caso de Simonton, los seres del platillo volador
también adquirieron agua, y el análisis llevado a cabo por la Fuerza Aérea no
citó la presencia de sal en los panqueques. Sin embargo, sí contenían vainas de
trigo sarraceno, y dicha planta está muy asociada con las leyendas sobre hadas
en Bretaña [8].
Asimismo, una de las travesuras preferidas por las hadas
era robar comida. Y también algunos "alienígenas" son conocidos por
eso, como muestra el siguiente caso.
F) Hacia 1986 y en la ciudad rusa de Ulyanovsk, el señor
N. abrió su pórtico y se encontró con un hombre de unos 2 m de alto que vestía
un guardapolvo plateado y botas, declarando que era un extraterrestre y
necesitaba comida.
El señor N. estaba tan impactado que llevó a su huésped
hasta la cocina y comenzó a empacar comestibles para él.
Le dijo al visitante que estaba retrasado para llegar su
trabajo, y el visitante respondió "lo entiendo" con un marcado acento
ruso. Ambos dejaron juntos la casa, pero cuando el señor N. tomó el bus el
extraño visitante no estaba por ninguna parte.
El dueño del inmueble se sintió ansioso y molesto todo el
día, pues algo lo conminaba para volver a casa tan pronto como fuera posible, y
encontró una excusa para irse temprano. Y luego de destrabar la puerta frontal,
corrió a la cocina donde descubrió que la comida restante había desaparecido.
Las bolsas de papel estaban vacías, empaques y
envoltorios yacían por todas partes, había granos de arroz, mijo y sal en las
grietas del piso, y también el refrigerador y las alacenas estaban vacíos. Sin
embargo, si el visitante era culpable por ese desorden, ¿para qué habría
necesitado desenvolver todo?
La esposa del pobre hombre encontró absurda su
explicación por la comida faltante, a lo que siguió un serio escándalo y la
pareja estuvo cerca de un divorcio, situación que es común entre las
consecuencias provocadas por los encuentros cercanos [9].
Referencias
- Ver “UFOs: the
psychic dimension”, www.davidpratt.info.
- Jacques Vallee, “Dimensions: A casebook of alien contact”,
New York: Ballantine Books, 1989, p. 33-34.
- Patrick Huyghe, “The Field Guide to Extraterrestrials”,
London: Hodder and Stoughton, 1997, p. 74.
- Kevin Randle and Russ Estes, “Faces of the Visitors: An illustrated
reference to alien contact”, New York: Fireside, 1997, p. 25.
- “The Field Guide to Extraterrestrials”, p. 84-85.
- “Faces of the Visitors”, p. 30.
- “The Field Guide to Extraterrestrials”, p. 82-83.
- “Dimensions”, p. 43-51.
- Jacques Vallee, “UFO Chronicles of the Soviet Union: A cosmic
samizdat”, New York: Ballantine Books, 1992, p. 144-145.
10 - HOMBRES DE NEGRO
Algunas personas que han tenido un avistamiento OVNI o un
encuentro cercano reciben posteriormente extrañas visitas de siniestros
"hombres de negro" ("Men In Black" o MIB en inglés),
quienes los acosan, amenazan e intimidan para que no hablen sobre su experiencia [1].
E incluso estos hombres aparecen antes que el testigo
haya reportado el incidente OVNI, lo que indicaría que tienen acceso a esa
información antes de que esta se encuentre disponible públicamente.
Con frecuencia, la persona que recibe la visita se halla
sola, y ningún MIB ha sido capturado o interrogado en alguna ocasión. No
obstante (y hasta donde se sabe) las víctimas de MIBs que han ignorado las
amenazas no han sufrido daños permanentes.
Algunas veces los MIB trabajan solos, y otras en parejas
o en trío. Pueden llegar a bordo de un gran auto negro (a menudo un modelo
antiguo y con placas que después se corroboran que son falsas).
Visten trajes, sombreros, corbatas, zapatos y calcetines
oscuros, aunque las camisas son blancas, y los testigos a menudo comentan acerca
de la pulcritud en las vestimentas que aparentemente son nuevas.
También estos personajes presentan con frecuencia una
complexión oscura y débil, quizás de apariencia oriental.
Ajustándose a una imagen estereotipada de la CIA, los
hombres de negro sostienen ser agentes gubernamentales o portan tarjetas de
identidad falsas, e incluso se hacen pasar por periodistas, ejecutivos de
seguros o personal de la Fuerza Aérea.
Sus movimientos son rígidos y tienen gestos formales y
fríos. Nunca sonríen, no exhiben expresiones faciales y su hablar afectado
recuerda a un diálogo de cine B. Es más, su conducta llega a ser absurda como
sucedió en un caso donde un MIB portaba una gran grabadora de cinta, pero no
sabía cómo operarla.
A veces no se produce una visita personal, sino sólo una
llamada telefónica, o tampoco se ve el arribo de un auto negro, pero sí una aparición
o desaparición abrupta.
Y a continuación le doy algunos testimonios de gente que
asegura haberse encontrado con los hombres de negro:
A) En mayo de 1975 y dos semanas después que un joven
piloto haya tenido avistamiento OVNI desde su avión (suceso que fue confirmado
en las pantallas del radar del aeropuerto de la Ciudad de México), el joven
piloto fue perseguido en la autopista por cuatro hombres de apariencia
escandinava y de trajes oscuros a bordo de una limusina negra.
Después de forzarlo para que aparcara a un costado del
camino, le advirtieron que no discutiera su avistamiento pues el piloto ese día
planeaba conceder una entrevista televisiva.
Un mes más tarde, uno de los extraños hombres reapareció
amenazándolo nuevamente mientras iba a un hotel para hablar con el prominente
investigador Joseph Allen Hynek.
El testigo describió a los MIB como altos y extrañamente
blancos, y dijo que nunca los había visto pestañear [2].
B) En la noche del 11 de septiembre de 1976, Herbert
Hopkins, médico general de Maine y quien investigaba un incidente OVNI, estaba
solo en casa cuando llamó un hombre que afirmaba ser ufólogo y preguntó si
podía visitarle para discutir el caso; asimismo decía pertenecer a una
organización OVNI que posteriormente se descubrió que era ficticia.
El doctor estuvo de acuerdo, y tan pronto como terminó la
llamada telefónica, encendió la luz del pórtico trasero y vio al sujeto que ya
subía los peldaños.
Vestía traje oscuro, era calvo y de piel tan blanca como
la de un muerto; no tenía cejas ni pestañas y usaba lápiz labial rojo
brillante. Se sentó casi sin hacer gestos, apenas abriendo una boca sin
dentadura que más bien parecía un tajo.
El visitante le dijo a Hopkins que tenía dos monedas en
su bolsillo izquierdo, lo cual era correcto, y lo conminó a que pusiera una de
ellas en la palma de la mano.
Hopkins entonces vio que el objeto gradualmente se
desvaneció en una "bola azul difusa" de vapor, al tiempo que el MIB
declaraba: "Ni usted ni nadie más en este plano verá esa moneda otra
vez".
Luego ordenó a Hopkins destruir cualquier cinta,
correspondencia o material que tuviese sobre el caso OVNI que estaba
estudiando, y de pronto se levantó inestablemente, diciendo: "Mi energía
se está consumiendo; debo irme ahora, adiós".
Al dejar la casa, caminó hacia una luz blanco azulada
brillante en la entrada, y Hopkins asumió que era parte del auto en el que
había llegado, aunque no vio ni escuchó partir al vehículo.
Hubo extrañas marcas en la parte central del ingreso y
que no se parecían a aquéllas de los neumáticos, las cuales se desvanecieron al
día siguiente. Muy impactado, Hopkins borró las cintas, abandonó el caso OVNI y
nunca más escuchó nuevamente del intruso [3].
C) Una madrugada de enero de 1967 y durante las
manifestaciones del “Hombre polilla” en Virginia Occidental, Mary Hyre,
periodista que había escrito extensamente sobre los avistamientos locales,
trabajaba en su oficina cuando un hombre apareció en la puerta y tenía cerca de
1.15 m de alto.
Aunque la temperatura exterior era casi congelante, el
extraño usaba sólo una camisa azul de mangas cortas y pantalones azules
delgados.
Sus ojos eran oscuros y hundidos, portaba gruesos
anteojos y el cabello era largo y negro cortado en forma cuadrada. Hablaba a
modo de sonsonete y difícil de entender, "como una grabación".
Hyre lo encontró atemorizante pues dijo que "se
acercaba cada vez más", al tiempo que sus ojos extraños la miraban casi
hipnóticamente, y alarmada decidió llamar al administrador del periódico para
que juntos atendieran al personaje, el cual parecía saber más que ellos sobre
los eventos que habían sucedido en Virginia Occidental.
En un momento de la conversación, el teléfono sonó y
mientras Hyre contestaba, el visitante tomó un lápiz del escritorio y lo miró
asombrado como si nunca antes hubiera visto uno. Cuando Hyre dijo que podía
llevárselo, él rió extraña y ruidosamente, corrió al exterior y desapareció a
la vuelta de una esquina.
Varias semanas más tarde, Hyre cruzaba la calle cercana a
su oficina y vio al mismo hombrecillo que parecía asustado cuando se dio cuenta
que lo miraba, dándose la vuelta rápidamente y corriendo hacia un gran auto
negro que llegó de improviso a la vuelta de la esquina. El pequeño sujeto lo
abordó de un salto y el vehículo se alejó rápidamente.
Por esos días, la frecuencia de los avistamientos del
“Hombre polilla” comenzaban a declinar, y el 15 de diciembre de 1967 el puente
de 213 m que unía Point Pleasant con Ohio repentinamente colapsó mientras
estaba repleto de tráfico y cayeron docenas de vehículos al río Ohio
falleciendo 46 personas.
Durante la semana de Navidad, un hombre pequeño y de piel
oscura entró a la oficina de Mary Hyre, vistiendo traje y corbata negros, y de
apariencia vagamente oriental. También tenía pómulos altos, ojos estrechos y un
acento no determinado.
No estaba interesado en el desastre del puente, sino que
deseaba saber sobre avistamientos locales de OVNIs, y Hyre estaba demasiado
ocupada para hablar con él, por lo que le entregó un archivo con recortes de
prensa relacionados. Pero tampoco el sujeto tenía curiosidad en ellos e
insistía en hablar con ella, hasta que finalmente Mary lo echó de su oficina.
Esa misma noche, un hombre de apariencia idéntica visitó
las casas de varios testigos en el área donde se vieron luces en el cielo, e
hizo que todos ellos se sintieran intranquilos e incómodos, y aún cuando
afirmaba ser reportero de Cambridge, Ohio, él admitió por descuido que ni
siquiera sabía la ubicación de Columbus, aunque ambos pueblos están a sólo unas
pocas millas de distancia [4].
_ _ _
John Keel afirma que el comportamiento de los MIB
recuerda a los engaños y juegos de las hadas que se mencionaba en otras épocas.
Otros investigadores consideran a los hombres de negro
como un tipo de entidades psíquicas y demoníacas, y como sostiene Michael
Grosso:
« Los MIB parecen entrar y salir de la realidad,
comportándose como fantasmas o “pesadillas” en un momento y asumiendo
corporeidad a la luz del día en el siguiente. » [5]
Keel puntualiza que los grupos que investigan el
asesinato del presidente Kennedy han sufrido persecuciones similares a las
experimentadas por los investigadores de OVNIs: sus teléfonos presentan fallas,
son seguidos por misteriosos autos y hombres sospechosos de apariencia
oriental, y también sus correos son interceptados.
Estudiantes de brujería, miembros de grupos religiosos
fanáticos e incluso integrantes de movimientos pro-derechos civiles y de
partidos políticos de izquierda y derecha, han sido todos víctimas de estos
acosos y cada grupo intenta encontrar una causa o culpable para explicarlos, a
menudo achacándolos a la CIA o el FBI.
Miles de personas están sufriendo esta persecución
continuamente, y ninguna agencia de gobierno es lo suficientemente grande, ni
tiene el personal necesario y tampoco un presupuesto tan elevado para que se
los responsabilice.
Tampoco ninguna entidad gubernamental tendría motivos
para gastar una fortuna con tal de amenazar a ufólogos adolescentes o a señoras
que coleccionen recortes de prensa sobre John F. Kennedy [6].
Aparentemente, cualquier persona involucrada en
investigaciones controversiales que confronte hostilidades y sea propensa a la
paranoia puede experimentar una persecución similar.
Por ejemplo, T. Henry Moray (1892-1974) inventó una
máquina que convertía la energía del espacio en energía utilizable y que era
capaz de producir más potencia de la requerida para hacerla funcionar, siendo
analizada por varios científicos que estaban convencidos de su autenticidad.
Sin embargo, Moray también enfrentó mucho escepticismo y oposición, y tuvo
problemas para obtener las patentes de su aparato, lo que lo convirtió en un
hombre muy receloso.
Asimismo, Moray fue amenazado de muerte y fue víctima de
extraños acosos, y tanto él como su esposa fueron blancos de disparos en
ciertas ocasiones, por lo que la familia decidió adquirir un auto a prueba de
balas.
Uno de los hijos contó que mientras conducía por el
pueblo el auto fue atacado por una lluvia de balas disparadas desde un
misterioso sedán negro.
Otro de sus hijo dice que su madre recibió varias
llamadas telefónicas anónimas que amenazaban sus vidas, y en una de ellas, se
le dijo que la vida de su esposo no valía "ni un centavo" a menos que
cooperara con los agentes sobre la máquina de energía radiante.
La casa de Moray y el laboratorio fueron invadidos en
varias ocasiones, pero la máquina nunca fue robada, y en un incidente posterior
el científico recibió un tiro en la pierna mientras trabajaba, todo lo cual le
hizo creer firmemente que era parte de una trama para atraparlo y hacer que
entregara el invento [7].
_ _ _
Este fenómeno de los
hombres negros probablemente se halla muy estimulado por la paranoia de parte
de los testigos y ufólogos.
Referencias
- Stuart Gordon, “The Paranormal: An illustrated encyclopedia”,
London: Headline, 1992, p. 437-439. Clark, “Unexplained!”,
p. 242-244. Daniel W. Murphy, “Men in black”,
[www.geocities.com/bigfootrus/index.html].
- “Unexplained!”, p. 243.
- “The Paranormal”, p. 438. Michael Grosso, “Frontiers of the Soul: Exploring psychic evolution”, Wheaton, IL:
Quest, 1992, p. 211.
- Keel, “The Mothman Prophecies”, p. 109-110, 113. “Mothman:
the enigma of Point Pleasant”, www.prairieghosts.com/moth.html.
- “Frontiers of the Soul”, p. 211.
- Keel, “Strange Creatures from Time and Space”, p. 199.
- Keith Tutt, “The Search for Free Energy: A scientific
tale of jealousy, genius and electricity”, London: Simon & Schuster,
2001, p. 58. Jeane Manning, “The Coming Energy Revolution: The search for
free energy”, New York: Avery, 1996, p. 36-39.
11 - EL MUNDO ASTRAL
De acuerdo a la tradición teosófica, el "mundo
astral" o "luz astral" comprende varias esferas compuestas de
substancias más sutiles y plásticas que la materia, las cuales rodean e
interpenetran al mundo físico.
Y es de este “anteproyecto etérico” del que deriva la
tierra física, y corresponde al cuerpo astral de cada individuo.
Sus niveles inferiores no revisten especial importancia
ya que sólo se ubican un rango vibratorio más arriba a partir de la materia
densa, pero sus cotas superiores se fusionan en los ámbitos akásicos o
espirituales.
Se dice que la luz astral contiene un registro de todo lo
que ha pasado en la Tierra, tanto en el presente como en el pasado, y por esta
razón se le llama a veces "la galería de imágenes de la Naturaleza".
Puesto que registra pensamientos, emociones y acciones de todos los tipos
concebibles, y también comprende todo desde el "inconsciente" al
"superconsciente" colectivo.
Además, se afirma que el mundo astral está poblado por
una variedad de seres cuyos átomos de vida pueden considerarse como entidades
básicas que se combinan para formar toda clase de criaturas fugaces y
metamorfoseantes, conocidas por los términos genéricos de
"elementales", "fuerzas de la Naturaleza" o "espíritus
de la Naturaleza".
Los elementales son agentes semiautomáticos, cuasi
conscientes y constituyen los bloques de construcción en la Naturaleza, y están
implicados en todo cuanto sucede en el plano terrenal, ya que cada átomo físico
está animado por un elemental.
Dicho de otro modo, todo lo que tiene lugar en el plano
físico es producido por la acción deliberada o inconsciente de elementales, ya
sea actuando por sí mismos o como vehículos de inteligencias superiores. Y también
pueden trabajar individualmente, aunque es más común que lo hagan en grupos,
ondas o flujos, y mientras algunos elementales son de tamaño atómico, otros son
gigantescos, cada uno con capacidades distintas.
Aunque los elementales no son conscientes de sí mismos y
no tienen libre albedrío, los asociados con los subplanos superiores pueden
mostrar cierto grado de inteligencia.
La vasta mayoría de elementales no tiene forma propia
permanente y pueden cambiarla con gran rapidez, adoptando así apariencias (y
también vestimentas) que reflejan las imágenes y maneras de pensamiento
existentes en su entorno, incluyendo a las mentes humanas.
Los elementales superiores pueden asumir la forma de
animales (ya sea vivos o extintos) y aquéllos en el plano mental tienden a
adquirir una silueta más o menos humana.
Se dice que algunos elementales son hostiles hacia los
humanos y otros amigables, siendo los elementales del aire los más peligrosos
debido a su estrecha conexión con el cuerpo del deseo en la constitución humana [1].
En Teosofía, se distinguen generalmente tres reinos de
elementales que están situados bajo el reino mineral. Esto significa que los
centros de consciencia (o mónadas) que se manifiestan como elementales están en
las primeras fases de su crecimiento evolutivo, y todavía tienen que realizar
un recorrido por los otros reinos de la Naturaleza (que son mineral, vegetal y
animal).
Desde otro punto de vista, hay siete reinos de
elementales, como también existen elementales asociados con cada subplano (o
elemento cósmico) con características sutiles o espirituales de varios grados.
Los místicos medievales categorizaban a los elementales
en cuatro grupos, según lo cual estaban asociados con los cuatro elementos:
- gnomos (tierra),
- ondinas (agua),
- silfos (aire) y
- salamandras (fuego).
Los hindúes distinguen muchos otros tipos, por ejemplo:
los inferiores que incluyen pretas, yakshas y dakinis. Mientras que los tipos superiores comprenden gandharvas, vidyadharas y apsaras.
Se dice que los primeros son malévolos y peligrosos, y
los últimos, benevolentes, y si son abordados adecuadamente, pueden impartir
conocimientos útiles de artes y ciencias [2].
William Q. Judge menciona una clase muy avanzada de
elementales, llamados saptarishis,
que aunque no correspondan estrictamente con nuestra corriente evolutiva, en
ocasiones se comunican con médiums y por su aparente conocimiento dan la
impresión de ser entidades de alta espiritualidad, cuando lo cierto es que son
del mismo carácter que los devas
inferiores de los hindúes [3].
Puesto que los elementales no pueden estudiarse con
instrumentos físicos, son un libro cerrado para la ciencia materialista, pero
no para aquéllos que poseen suficientes poderes de clarividencia.
Los cuerpos astrales modelo de los humanos y los
"cuerpos mentales" están compuestos de sustancias astrales de
distinto grado.
El mundo astral está estrechamente asociado con todos los
fenómenos mentales y psíquicos, ya que nuestras mentes atraen ideas,
pensamientos e imágenes desde la atmósfera general de pensamiento o campo de
memoria de la luz astral, y las envía de vuelta otra vez en forma modificada.
Los pensamientos, las emociones y los deseos son energías
elementales que asumen una forma particular y se mantienen por el periodo
correspondiente a la intensidad de la fuerza original.
Los grupos humanos como familias, naciones, razas y los
movimientos religiosos, sociales y políticos construyen formas de pensamiento
colectivo, algunas de las cuales pueden adquirir vida propia y poderosa.
Los ámbitos más bajos del astral están habitados por cascarones
astrales decadentes de humanos muertos. Estos cascarones son desechados cuando
el alma humana superior asciende a los ámbitos akásicos superiores, y a menudo
son confundidos por los médiums con los "espíritus" de los muertos. Y
puesto que estas entidades son instintivas y desprovistas de inteligencia
autoconsciente, las comunicaciones recibidas por ellas son a menudo mensajes superficiales
y sin importancia.
Ciertos tipos de elementales también pueden utilizar la
información contenida en las mentes de los participantes durante una sesión
espiritista, generando así la ilusión de que está presente el alma de una
persona muerta.
Helena P. Blavatsky describe cómo en dichas reuniones los
cascarones astrales "caen sobre la gente igual que nubes o grandes pulpos,
y desaparecen dentro de ellos como si fueran absorbidos por una esponja",
ya que vampirizan a los asistentes y médiums reduciendo su vitalidad [4].
Además y fuera del ámbito espiritista, los cascarones
astrales pueden ser atraídos por afinidad hacia una persona y absorberse en su
cuerpo astral, fortaleciendo de esta manera cualquier vicio al que la persona
pueda ser adicta.
Una amenaza aún mayor es ser poseído por
"elementarios" o cascarones astrales de humanos que han llevado vidas
muy depravadas en la Tierra y que toman más tiempo en descomponerse.
Otros seres que habitan los ámbitos astrales son los
humanos que han conseguido un alto grado de poder oculto y son capaces de vivir
u operar conscientemente en el mundo astral después de dejar atrás su cuerpo
físico, ya sea de manera temporal o permanente.
Estos pueden ser humanos de naturaleza mahátmica, o sus
contrapartes malignas como hechiceros, magos negros o los "hermanos de las
sombras".
En cambio, las entidades superhumanas asociadas con los
tres reinos superiores de la naturaleza habitan en el alto astral, o ámbitos
akásicos.
Cada planeta físico en nuestro sistema solar está rodeado
por sus propias esferas astrales y akásicas, que son regiones condensadas de
los planos astral y akásico generalizados que abarcan el sistema solar
completo.
Estos ámbitos pueden ser considerados como subplanos más
elevados de nuestro propio plano cósmico, por "encima" y
"debajo" de los cuales hay además planos septenarios.
De acuerdo a la Sabiduría Antigua, el universo ilimitado
comprende un número infinito de planos dentro de planos, y mundos dentro de
otros.
Se sostiene que en los seis planos cósmicos "por
encima" del nuestro existen 11 "globos compañeros"
pertenecientes a cada uno de los planetas que observamos en nuestro plano
físico, haciendo un total de 12 globos que componen una cadena planetaria
completa.
Durante el tiempo de vida de la Tierra, las mónadas
encarnantes en cada uno de los 10 reinos u ondas de vida realizan siete ciclos
o rondas a través de todos estos 12 globos, y en cualquiera de ellos, en
cualquier época, domina un reino específico y el grueso de sus mónadas encarna
en esa esfera.
Actualmente el reino humano es el dominante y activo en
nuestra esfera de acción (La Tierra) la cual es la más densa de la cadena
terrestre.
De esta forma, son nuestras mónadas humanas superiores y
no nuestros cuerpos materiales externos los que se trasladan de globo en globo,
residiendo por millones de años en cada uno a la vez, durante una ronda
planetaria.
En el transcurso de periodos más largos, nuestras mónadas
espirituales y divinas viajan de planeta en planeta, de sistema solar en
sistema solar, como también pasan rápidamente a través de otros globos
terrestres y planetas mientras dormimos, después de la muerte o durante las
iniciaciones esotéricas.
Y tal y como cada globo físico de un planeta o estrella
tiene sus propios ámbitos astrales y akásicos, así es también para las esferas
superiores.
Representación
esquemática de los 12 globos de una cadena planetaria.
Por lo tanto no se puede descartar la posibilidad de que
la Tierra esté siendo visitada por especies inteligentes que han evolucionado
en otros planetas físicos y hayan dominado técnicas de viaje espacial, pero
probablemente muchas de ellas no se adaptarían a la gravedad terrestre ni
serían capaces de respirar nuestra atmósfera, y tampoco tendrían por qué
parecerse a nosotros.
Es posible también que seres avanzados provenientes de
otros globos sobre el plano físico u otros ámbitos podrían visitar nuestro
planeta y hacerse visibles por proyección consciente y materializando así sus
cuerpos etéricos.
No obstante, y dada su apariencia y comportamiento,
muchas de las entidades paranormales que las personas de diversas épocas han
encontrado, probablemente sean manifestaciones físicas breves de elementales
metamorfoseantes y de energía psíquica del mundo astral inmediatamente
circundante a nuestro planeta.
Y que por ende no poseen forma e identidad permanentes y
relativamente estables que sean resultado de un largo proceso evolutivo.
En algunos casos, sus formas pueden subsistir sólo
durante su manifestación física, lo que puede reflejar las propias actitudes y
creencias del testigo junto con patrones "arquetípicos" y
conductuales o imágenes previamente registrados en la luz astral.
Tales manifestaciones pueden ocurrir espontáneamente o
ser orquestadas por agentes inteligentes que detentan ciertos poderes y cuyos
motivos podrían ir desde los benevolentes a los malévolos.
En nuestra moderna era espacial y científica, es
comprensible que gnomos, hadas y otras formas tradicionales de elementales no
se consideren tanto como los OVNIs y los "alienígenas".
Al respecto, Stuart Gordon señala:
« Las imágenes proyectadas por los individuos y
mantenidas por grupos de creyentes han cambiado, pero el proceso básico
permanece igual. Las hadas y su tradición han disminuido literalmente en
importancia y realidad al menguar la creencia popular en ellas, y aún así el
sustrato mental del que están formados estos seres y otros elementales permanecen
activos en nosotros. » [5].
Sin embargo hay que estar conscientes que mientras
algunos encuentros paranormales parecen involucrar manifestaciones físicas o
semi-físicas, otras pueden ser solamente alucinatorias, visiones o experiencias
fuera del cuerpo.
Pero las experiencias de este tipo no son necesariamente
generadas en el cerebro ya que nuestras mentes están inmersas en la atmósfera
de pensamiento de Gaia y pueden estar influenciadas por toda clase de entidades
que residan en esa zona.
Aunque muchas personas no sean capaces de predecir
cuándo, dónde o a quién ocurrirá la próxima visitación psíquica, no hay nada
accidental en este tema. La "suerte" es únicamente una palabra que
usamos para disfrazar nuestra ignorancia.
En el estricto sentido cosechamos lo que sembramos, vida
tras vida, y encontramos las experiencias y desafíos que necesitamos para
corregir nuestros defectos y profundizar nuestro entendimiento de la
Naturaleza.
Las entidades astrales requieren una fuente de energía
para entrometerse en nuestra realidad, y esta puede ser obtenida de los propios
testigos o del medioambiente.
Cabe destacar también que ciertas áreas geográficas
caracterizadas por anomalías y perturbaciones geomagnéticas y electromagnéticas
parecen atraer una inmensa cantidad de actividad paranormal, y por esta razón a
veces se las denomina "puertas dimensionales", pudiendo haber varios
factores en juego que hagan que la materialización de formas y entidades
astrales llegue a ser más fácil o más difícil en intervalos periódicos.
En su valioso libro sobre fenómenos inexplicables, Jerome
Clark alega que la teoría de las visitas desde otros ámbitos causa
"perplejidad":
« Afirmar que se están dejando caer bípedos peludos
desde otra realidad o dimensión no es decir nada en absoluto. Por supuesto, no
es que esto sea imposible; es sólo que, dado nuestro estado presente de
conocimiento, tampoco tenemos razón para creer en ello, convirtiéndose así en
el equivalente intelectual para “explicar” esos monstruos al declararlos como
visitantes desde un mundo desconocido u otro lugar caprichoso que nos podamos
imaginar. » [6].
Comentarios como éste son un buen ejemplo de "la ofuscación
intelectual". De buena gana, Clark admite que algunas de las entidades
extrañas catalogadas en su libro podrían ser visitantes de una "realidad
paralela", "zona de penumbras" o "universo de
goblins", y de hecho ésta es a menudo la única sugestión plausible que
puede proponer.
No obstante, si estos términos no son sólo frases vacías,
probablemente hagan alusión al mundo astral de la tradición oculta, un ámbito
real y sustancial aunque más etérico que interpenetra nuestro mundo físico y
que se encuentran en constante interacción.
Esta explicación provee una clave para entender una
amplia gama de manifestaciones paranormales cuya existencia ha sido reconocida
por místicos y ocultistas de todas las épocas.
Referencias
- G. de Purucker, “The Esoteric Tradition”, Pasadena, CA:
Theosophical University Press (TUP), segunda edición, 1973, p. 249-252. G. de Purucker, “Questions We All Ask”, TUP, 1929-30, 2:325-336. G. de Purucker, “Fountain-Source of Occultism”, TUP, 1974, 232-237. G. de Purucker, “Studies in Occult Philosophy”, TUP, 1973, p. 49-52. “Dialogues
of G. de Purucker”, TUP, 1948, 3:60-65.
- “H.P. Blavatsky Collected Writings”, Wheaton, IL: Theosophical Publishing
House, 1950-91, 6:169.
- W.Q. Judge, “Echoes of the Orient”, San Diego, CA:
Point Loma Publications, 1975-87, 2:237.
- “Blavatsky Collected Writings”, 9:107.
- Gordon, “The Paranormal”, p. 206.
- Clark, “Unexplained!”,
p. xx, 175-6.
-
- Vía Esoterica