La llamada caza de brujas por excelencia se llevó a cabo sobre todo en la Europa Central. Se basaban en la denuncia a supuestos seguidores de la llamada ciencia de las brujas. La persecución de 1450–1750 (con un máximo entre 1550 y 1650) era sólo en parte una acción eclesiástica contra la herejía, principalmente se trataba de un fenómeno de histeria colectiva contra la magia y la brujería, que convirtió la magia en un delito y tuvo como consecuencia recriminaciones, denuncias, procesos públicos en masa y ejecuciones.
Investigaciones recientes muestran que solía sospecharse de brujería en mujeres viejas y en las personas socialmente más débiles. A menudo bastaban rumores o denuncias para poner en marcha la maquinaria judicial, que llevaba a conseguir confesiones falsas a través de la tortura.
Desarrollo de los procesos
La persecución contra la brujería se realizaba,por juzgados civiles y en muchos casos por denuncias populares.Los procesos en caso de brujería se hacían según el siguiente sistema:
- Acusación. A menudo precedía a la acusación una fase de rumores que podía durar años. La acusación podía ser debida a una denuncia de una bruja o brujo que ya había sido detenido, posiblemente bajo tortura. Rara vez se permitía a las presuntas brujas una defensa.
- Detención. Las cárceles, en el sentido moderno, todavía no existían, por lo que se mantenía a los presos en mazmorras o torres. Las llamadas torres de brujas, que todavía se conocen en muchos lugares, no eran exclusivamente para brujos, sino para todo tipo de prisioneros. A menudo eran simples torres de las murallas de la ciudad.
- Interrogatorio. Normalmente se distinguían tres fases: el interrogatorio por las buenas, el interrogatorio con explicación y muestra de los instrumentos de tortura y el interrogatorio doloroso, en el que se empleaba la tortura. En los casos de procesos por brujería, la limitación a una hora no era respetada, ya que se trataba de crimen exceptum (crímenes excepcionales), lo que exigía una dureza especial. Tampoco se respetaba la regla habitual de que sólo se podía torturar a un preso tres veces y, si hasta ese momento no se había producido una confesión, liberar al preso. En el Malleus maleficarum se recomendaba declarar la retoma ilegal de la tortura con pruebas nuevas como una continuación.
- Pruebas a las brujas. Los procesos oficiales no preveían las pruebas de brujas,
de hecho estaba prohibido su uso. Sin embargo, muchos tribunales en
diversos lugares usaron este elemento. La valoración de las pruebas era
tan distinta como su empleo. A veces servían como prueba fuerte, a veces
como prueba débil. Las siguientes son las más conocidas:
- Prueba del agua También llamada baño de la bruja), de la que existían dos variantes. Con agua caliente, el acusado debía sacar un objeto del agua hirviendo. Con agua fría, se descendía a la víctima atada a un pozo y si se hundía resultaba inocente (proceso en el que podía morir ahogada).
- Prueba del fuego (empleada rara vez) agrupa a diversas pruebas en las que la bruja o brujo tenía que andar sobre o transportar hierro candente o meter la mano en el fuego.
- Prueba de la aguja. Si se encontraba una marca del Demonio, se pinchaba con un hierro. Si la zona sangraba se consideraba buena señal.
- Prueba de las lágrimas, puesto que se creía que quien ejercía la brujería no podía llorar.
- Prueba del peso, porque se afirmaba que una bruja o brujo no podía pesar más de 5 kg, ya que tenía que poder flotar (prueba del agua) y volar.
- Confesión. A comienzos del Renacimiento, nadie podía ser juzgado sin confesión – lo que también era válido para los casos de brujería. Pero, debido a que se ignoraban las habituales reglas durante la tortura, la probabilidad de obtener una confesión se multiplicaba enormemente con respecto a los procesos normales.
- Interrogatorio para obtener cómplices. Según la ciencia de la brujería, las brujas debían encontrarse en aquelarres y por lo tanto una bruja debía conocer a otras. En un segundo interrogatorio se preguntaba a las acusadas por los nombres de otras brujas o brujos, a veces bajo nuevas torturas. Así se alargaba siempre más la lista de sospechosas, ya que, bajo tortura, siempre se acusaba a más personas. El resultado eran procesos en cadena.
- Condena.
- Ajusticiamiento. Al delito de brujería le correspondía muerte por fuego, es decir, la hoguera, en la que eran quemadas vivas. Como acto piadoso se consideraba el cortar la cabeza o ahogar antes o colgar un saco de pólvora al cuello.
ZUGARRAMURDI ¿EL SALEM ESPAÑOL?
La población de Zugarramurdi se sitúa en la comarca navarra de Xareta, a pocos kilómetros de la frontera con Francia. Con apenas 250 habitantes, es muy conocida por el magnífico paisaje de pinos y castaños que la rodea, así como por una imponente cueva esculpida por el agua. Pero Zugarramurdi debe su fama a la desgracia de unos cincuenta vecinos que, en el s. xvii, fueron condenados por la Inquisición por practicar la brujería.
en la Edad Media unas 50 de personas naturales de la localidad fueran ajusticiadas o castigadas de manera despiadada. ¿Envidias? ¿Diferencias culturales o políticas? Son diversos los argumentos que tratan de esclarecer aquellos hechos.
El caso más famoso de la historia de la brujería vasca y posiblemente de la brujería en España. El foco de brujería se encontró en la localidad del Pirineo navarro de Zugarramurdi y el proceso fue llevado por el tribunal de la Inquisición española de Logroño.
El municipio cuenta con un museo que narra la historia de la brujería y la locura inquisitorial que condenó a la hoguera a miles de inocentes por no comulgar con su férrea doctrina. Corría el año 1610 cuando una vecina de Zugarramurdi contó que había visto en sueños cómo unos vecinos del pueblo participaban en un aquelarre en la cueva. Lo que debió quedar en una anécdota fue denunciado ante el tribunal de la Inquisición de Logroño, que arrestó a 53 parroquianos. La mayoría murió en la cárcel y 11 ardieron en la hoguera.
Tras meses de pesquisas e interrogatorios, en junio de 1610 los inquisidores enviados por el tribunal de Logroño declararon como culpables de brujería a 29 acusados -posteriormente uno de los miembros del tribunal, Alonso de Salazar, se arrepentiría de la sentencia y plasmaría sus sentimientos en una carta.
Al Auto de Fe, celebrado el 7 de noviembre de 1610, asistieron miles de personas llegadas desde distintos puntos de la geografía peninsular y de Francia. La ceremonia se inició con la correspondiente procesión, a cuya cabeza iba el pendón del Santo Oficio, seguido de familiares y comisarios inquisitoriales.
LA CUEVA, LUGAR DE PRÁCTICAS SECRETAS
Conocida como la cueva de las brujas , tiene el encanto del misterio que la envuelve. Y es que aquí se llevaban a cabo ritos paganos y prácticas ocultistas, muy enraizados en la cultura popular y aceptados por la sociedad hasta que se vincularon al satanismo.
El museo de las brujas de zugarramurdi
Zugarramurdi cuenta con un museo de las brujas,que recuerda los estragos de la inquisición que allí se vivieron.
Os dejo un reportaje bastante interesante sobre zugarramurdi:
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