Existe la creencia maya que en cuanto sean descubiertas y
juntadas, nos transmitirán toda su sabiduría. Pero que no pasará hasta
que el hombre esté preparado para tales conocimientos.
Las calaveras de cristal están cortadas con la forma de una calavera humana, varían en forma, tamaño y tipo de cristal.
La mayoría son auténticas, talladas por los mayas y otras culturas,
mientras que la mayoría que podemos contemplar en la actualidad, fueron
talladas recientemente.
Los lugares en que se han hallado estos objetos están
ubicados generalmente en (Centroamérica), especialmente en ruinas
aztecas y mayas, aunque han habido noticias y rumores de posibles
hallazgos en Suramérica, pero no han sido confirmados.
Además de asombrarnos con la forma en que fueron talladas, o
la incapacidad para determinar como lo hicieron, existen afirmaciones
de que a su alrededor se producen fenómenos inexplicables y extraños.
La más conocida de estas calaveras, así como la más misteriosa es el “Cráneo del Destino” o “Calavera del Destino”,
descubierta por Mitchell-Hedges. Tiene características muy similares a
la de una verdadera calavera humana, como dientes y una mandíbula con
movimiento. Hasta ahora no se ha logrado determinar la forma en que fue
tallada, ya que se trata de un trabajo imposible de realizar por los más
talentosos escultores de su época.
Fabricada con cristal puro de cuarzo, tanto la mandíbula
como el cráneo provienen de la misma roca. Exceptuando pequeñas
anomalías, es anatómicamente perfecta, posiblemente la representación de
un cráneo femenino debido a su pequeño tamaño, 12,7 cm. de altura,
mientras que su peso es de 5 kg.
Tantos los prismas ubicados en la base, como las lentes
pulidas a mano de los ojos, se combinan para producir un brillo muy
intenso.
El
cráneo, perfectamente tallado en cristal de roca, presenta un alto
grado de dureza (siete sobre diez, en la escala de Mohs), de lo que se
deduce que sólo mediante fundición del mineral y utilizando un molde, el
tallado con otras piedras preciosas de igual o superior dureza (como el
diamante) o un laser podría obtenerse algo parecido.
Pero los mayas no poseían la suficiente capacidad técnica como para enfrentarse a semejante empresa.
Fue el explorador británico F.A. Mitchell-Hedges quien
afirmó que fue desenterrada por su hija, Anna, en 1924, durante una
expedición realizada en las ruinas mayas de Lubaantum, Belize, mientras
buscaban huellas de la Atlántida, en uno de los templos, tras mover unas
grandes piedras que cubrían un altar.
En 1970 la familia Mitchell-Hedges entregó el cráneo a los
laboratorios de Hewlett Packard para su estudio, en los cuales pudo
comprobarse que el cristal fue tallado en contra del eje natural del
cristal, a pesar de que los modernos escultores no lo harían, porque
esto provocaría la rotura de la pieza de cuarzo, ni siquiera utilizando
la tecnología láser, ya que tendría idénticos resultados sobre el
cristal.
Otro de los hallazgos sorprendentes consistió en que no
hallaron evidencia ni rastros de que se hayan utilizado herramientas
metálicas. La calavera fue hecha de pura roca cristalina en un proceso
de construcción que, generación tras generación, abarcó entre 150 y 300
años. Y dice que durante todos los días de muchas vidas los mayas
rasparon la pieza cristalina original con arena.
Los expertos del British Museum hacen remontar la calavera a
la civilización azteca, fechando el origen (con muchas dudas )
alrededor del (1300/1400) después de Cristo. Sin embargo, los indígenas
que acompañaron a Mitchell-Hedges en Lubaantum (lugar de las piedras
caídas) y siempre según sus propias palabras, aseguraron que el “Cráneo
del Destino” tenía más de 3.600 años de antigüedad.
Otras dos calaveras de cristal se encuentran en el Museum
of Mankind, en Londres, Inglaterra, y en el Trocadero Museum, en París,
Francia. Ambas fueron halladas por soldados en México durante la década
de 1890, y están talladas sobre puro cristal de cuarzo, aunque no tan
elaboradamente como la de Mitchell Hedges.
La calavera expuesta en el Museum of Mankind se considera
gemela de la de Mitchell-Hedges, salvo por un detalle. La calavera de
Mitchell-Hedges, en efecto, tiene la mandíbula articulada, como en un
cráneo verdadero; mientras que la llamada Calavera Británica tiene la
mandíbula fija. Los investigadores están de acuerdo en afirmar que los
dos objetos han sido construidos por las mismas manos.
El (Museum of Mankind) lo
adquirió de Tiffany’s, el célebre joyero de Nueva York, en el 1898, por
120 libras. Él encargado de la transición fue cierto Kunz, que en un
libro suyo sobre los minerales, cita la calavera. Los ejecutivos de
Tiffany’s no fueron capaces de (o no quisieron) dar explicaciones sobre
su origen.
Unos 12 años después, sería el
(British Museum) quien
entró en posesión de esta calavera. La llegada de la calavera al
British Museum, coincidió con una serie de extraños acontecimientos.
A parte las afirmaciones, antes escasamente probadas, de
repentinos desplazamientos de objetos o repentinas invasiones de
perfumes diferentes e inexplicables, fue el personal de limpieza del
museo en las horas nocturnas, quienes alimentaron las creencias que
atribuyen a la calavera poderes ocultos. Finalmente consiguieron que la
calavera fuera cubierta por un pesado paño durante las horas nocturnas.
El antropólogo Morant realizó un estudio comparativo de
ambas calaveras, llegando a conclusiones que no son compartidas por
otros estudiosos. Morant dejó constancia de que ambas eran similares en
muchos detalles anatómicos, llegando a afirmar que, por su forma, ambas
habían sido modeladas sobre la calavera de una mujer, que eran
representaciones de un mismo cráneo y que la una era copia de la otra,
siendo la de (Mitchell-Hedges) la primera.
En el 1950, la calavera del British Museum fue examinada de
nuevo y de tal examen se descubrió qué la calavera tenía su origen en
México, que se remontaba 1400 – 1500 d.C. y qué el material fue cuarzo
brasileño.
Una tercera calavera de cristal expuesto al Musèe de El
Homme de París, idéntica en el estilo a los otras dos pero de
dimensiones menores, puede proveer informaciones particularmente
interesantes.
Arqueologos del Museo afirman que hizo parte de un “cetro
mágico” azteca del siglo (XIII o XIV d.C.), y que fue usado para alejar a
las serpientes y prever el futuro. Tiene un agujero que la atraviesa de
arriba a abajo (supuestamente hecho por un grupo cristiano para colocar
en ella una cruz) y el estilo, la forma y el corte son similares a
otras calaveras descubiertas en diversas ruinas de México.
Un gran misterio aun por resolver
Existen incontables hipótesis acerca del origen real de las
calaveras, llegando algunos a pensar que puedan ser el legado de
inteligencias superiores o extraterrestres.
La respuesta más obvia sería que los nativos de
Centroamérica, aztecas y mayas, las tallaron por sí mismos, pero esta
hipótesis no explica la los medios con que fueron creadas, ya que
ninguna de esta culturas, por lo menos hasta donde sabemos, poseían la
tecnología o el conocimiento necesarios para completar esta labor, a
menos que realmente empleasen la técnica de fricción con arena, pero eso
sería extremadamente pesado y costoso y como ya explicamos precisaría
el trabajo de vidas enteras dedicadas a tan ardua labor ya que por este
metodo se tardarían entre 150 y 300 años en conseguir tal perfección.
A las abundantes anécdotas y creencias surgidas alrededor
de estas raras piezas, y a las originarias atribuciones de poderes
utilizados en los rituales en los que, presumiblemente, fueron usadas,
son sumadas muchos otras que van desde el ocultismo, lo paranormal y la
ufología.
Este misterio también es enriquecido también por una
leyenda que se remontaría a los mayas. Tal leyenda cuenta que en el
mundo existen 13 calaveras de cristal a tamaño natural, y cuando todas
sean redescubiertas y asociadas, les transmitirán a los hombres todo su
conocimiento.
Esta leyenda, en cambio, nos advierte que eso ocurrirá
solamente cuando los hombres sean íntegros moralmente. Esta leyenda que
se transmite como una tradición oral, ha contribuido al nacimiento de un
mito, aquel de las calaveras malditas. Todo eso, además, no es inmune
al atractivo que los mayas suscitan como pueblo.
Hasta ahora se han descubierto varios cráneos en distintos lugares del mundo, pero sólo estas ,parecen auténticas:
SKULL OF DOOM: Descubierta
en 1927 por Mitchell-Hedges en las ruinas mayas de Lubaantum, Belize,
mientras buscaban una posible conexión con ruinas de la Atlantida.
Según su relato, después de su descubrimiento se sucedieron
varios fenómenos sobrenaturales. Los 300 indianos que trabajaron con
ella en las excavaciones se arrodillaron y besaron el terreno cuando el
objeto fue llevado a la luz. Anna relata que los nativos mayas de la
zona la reconocieron al instante como representación del dios de sus
antepasados y oraron ante ella.
MAYAN: Esta calavera está tallada en cuarzo.
Tiene 20,48 cm de largo, 12,54 cm de ancho, 10,79 cm de alto y pesa 3,95
kg. Pertenece a un supuesto “Monje maya”. Dicen que fue descubierta en
San Augustine, Aczahuanthan, Departmento De Zacopa, Guatemala, en 1912
por un tal Héctor Montano.
ET: Descubierta en 1906 en Guatemala. Es de
cuarzo ahumado. Se caracteriza por la forma puntiaguda del cráneo y
mandibula pronunciada. Tiene cierto aire no humano. En la actualidad
pertenece a un coleccionista Norteamericano.
LAZULI: Tallada en lapislázuli. Descubierta en 1995 al norte del Perú por indígenas incas
Calavera expuesta en Paris: Esta calavera
está tallada en cuarzo. Probablemente pertenece a la cultura Azteca del
siglo XV. Representa a Mictlantccuhtli, el “Dios de la Muerte”. Tiene un
conducto cavado en forma vertical, por lo cual se supone que se llevaba
en el extremo de un bastón. Pertenece al Musèe de El Homme en París,
Francia.
Calavera expuesta en Londres: Esta calavera
de cristal pertenece al Museum of Mankind, del British Museum en
Londres. El museo lo compró en Tiffany’s de Nueva York en 1898 por 120
libras. Se considera gemela de la de Mitchell-Hedges, salvo por un
detalle. La calavera de Mitchell-Hedges, en efecto, tiene la mandíbula
articulada
JESUITA: Se tiene noticias de ella desde 1534. San Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas, la tuvo en su poder.
SHUI TING ER: Tallada en amazonita, descubierta hace 130 años por el arqueologo chino Yeng Fo Huu en el suroeste de Mongolia.
OCEANA. Esculpida en cuarzo. Pertenecia a
un campesino Brasileño que vive en una región remota de la Amazonia.
Se cree que fue descubierta por indígenas nómadas de esta región.
BABY LUV: De cuarzo rosa , descubierta en 1700 por un monje del monasterio de Luov (Ucrania). La conservaban desde hacía cientos de años.
SHA-NA-RA: Encontrada en México en 1995, al parecer se usaron técnicas psíquicas para encontrarla
El esoterismo nos cuenta que estas calaveras
fueron puestas en la Tierra por el Alto Consejo de Sirio y están
programadas para abrir portales de conciencia multidimensional.
Aparecieron en la Tierra a comienzos de la Atlántida.
Pero los guardianes de luz, conociendo de antemano el
destino humano, separaron las trece calaveras por el mundo hasta que
este estuviese preparado. Se está acercando el momento en que estas
energías deben estar operativas.
El enigma de las calaveras es enriquecido también por una leyenda que se remontaría a los mayas.
Esta leyenda cuenta que en el mundo existen 13 calaveras de
cristal de tamaño natural, y cuando todas sean descubiertas,
transmitirán a los hombres todo su conocimiento.
Agradecemos su interés por este tema tan interesante, no
cabe duda que nos rodean un sinnúmero de misterios que en la actualidad
no han sido descubiertos, y es que el destino de estos acontecimientos
será en corto plazo revelado, llegando así a su propósito entonces el
mundo será visto tal y como es, sin más velo que cubra la verdadera
identidad de este planeta y su humanidad.