El Misterio de ABERFAN
(Caso Real 1966) Sueño Premonitorio
Uno de los peores desastres de la historia británica se produjo en Gales, el 21 de Octubre de 1966, cuando un enorme montón de desperdicios de carbón se derrumbó y enterró una escuela en la población minera de Aberfan. Murieron más de 140 personas, entre ellas 128 colegiales.
Durante las semanas que siguieron, se vio cada vez más claro que algunos de los niños, así como otras personas en toda Inglaterra, habían previsto la tragedia. En realidad, treinta y cinco de estos casos fueron recogidos por el psiquiatra británico J. C. Barker. Uno de sus informadores fue la madre de una niña muerta en el desprendimiento. Dijo a Barker que, el día antes de la catástrofe, su hija había empezado de pronto a hablar de la muerte, diciendo que no tenía miedo de morir. La madre se quedó perpleja ante aquellos extraños comentarios, pero no advirtió el significado de las subsiguientes observaciones de la niña, referentes a un extraño sueño que acababa de tener.
-Soñé que iba a la escuela- dijo a su madre-, y allí no había ninguna escuela. Algo negro se había derrumbado sobre ella. Tampoco advirtió la niña que el sueño era un aviso, y fue a la escuela al día siguiente, para morir dos horas más tarde.
Una mujer de edad mediana, de Plymouth, Inglaterra, había tenido también una premonición de la tragedia.
-“Vi realmente la catástrofe la noche antes de que ocurriese -explicó-, y el día siguiente hablé de ello a mi vecina, antes de que se radiase la noticia. Primero “vi” una vieja escuela situada en el fondo de un valle; después, un minero, y después, un alud de carbón bajando por la falda de una montaña. Al pie de esta montaña de carbón que caía estrepitosamente, había un niño con un largo flequillo, completamente aterrorizado. Entonces, durante un rato, “vi” operaciones de salvamento. Tuve la impresión de que aquel niño se había quedado atrás y se había salvado.
De los muchos casos recogidos por el doctor Baker, casi todos eran sueños simbólicos ocurridos la semana antes del derrumbamiento.
Durante las semanas que siguieron, se vio cada vez más claro que algunos de los niños, así como otras personas en toda Inglaterra, habían previsto la tragedia. En realidad, treinta y cinco de estos casos fueron recogidos por el psiquiatra británico J. C. Barker. Uno de sus informadores fue la madre de una niña muerta en el desprendimiento. Dijo a Barker que, el día antes de la catástrofe, su hija había empezado de pronto a hablar de la muerte, diciendo que no tenía miedo de morir. La madre se quedó perpleja ante aquellos extraños comentarios, pero no advirtió el significado de las subsiguientes observaciones de la niña, referentes a un extraño sueño que acababa de tener.
-Soñé que iba a la escuela- dijo a su madre-, y allí no había ninguna escuela. Algo negro se había derrumbado sobre ella. Tampoco advirtió la niña que el sueño era un aviso, y fue a la escuela al día siguiente, para morir dos horas más tarde.
Una mujer de edad mediana, de Plymouth, Inglaterra, había tenido también una premonición de la tragedia.
-“Vi realmente la catástrofe la noche antes de que ocurriese -explicó-, y el día siguiente hablé de ello a mi vecina, antes de que se radiase la noticia. Primero “vi” una vieja escuela situada en el fondo de un valle; después, un minero, y después, un alud de carbón bajando por la falda de una montaña. Al pie de esta montaña de carbón que caía estrepitosamente, había un niño con un largo flequillo, completamente aterrorizado. Entonces, durante un rato, “vi” operaciones de salvamento. Tuve la impresión de que aquel niño se había quedado atrás y se había salvado.
De los muchos casos recogidos por el doctor Baker, casi todos eran sueños simbólicos ocurridos la semana antes del derrumbamiento.
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