Se acerca la esperada fiesta de Halloween y los amantes de lo misterioso y lo terrorífico ponen sus ojos en esos destinos que prometen experiencias escalofriantes e historias macabras. Uno de ellos está en la pequeña localidad de Salem, en el estado de Massachusetts en Estados Unidos, más conocido como “el pueblo de las brujas”. Pensando en los visitantes y el reclamo que hasta allí les lleva, en esta encantadora ciudad encontraremos ese ambiente mágico de las viejas leyendas. Todas ellas giran en torno a un hecho real: los grandes juicios contra hombres y mujeres acusados por actos de brujería en el año 1692 y que acabaron con casi todos ellos en la hoguera.
Uno de los edificios más visitados de Salem es La casa de los siete tejados que fue escenario de la novela del mismo nombre del escritor Nathaniel Hawthorne. Según la leyenda, se trata de un lugar maldito donde las brujas celebraban sus aquelarres y extendían la maldad por la tierra.
Por supuesto es imprescindible entrar en el Salem’s Witch Museum, el mueso de las brujas de Salem, donde se explica el terrible suceso con ingente documentación de los juicios celebrados y detalles sobre el martirio y la muerte de aquellas personas que fueron asesinadas en nombre de la ignorancia y la superstición. Visitar este museo es en cierto modo una manera de reparar aquella injusticia.
Por supuesto es imprescindible entrar en el Salem’s Witch Museum, el mueso de las brujas de Salem, donde se explica el terrible suceso con ingente documentación de los juicios celebrados y detalles sobre el martirio y la muerte de aquellas personas que fueron asesinadas en nombre de la ignorancia y la superstición. Visitar este museo es en cierto modo una manera de reparar aquella injusticia.
La ciudad de las brujas es un destino clásico en Estados Unidos para la noche de Halloween. Allí los visitantes encuentran toda clase de símbolos, decoraciones y fiestas relacionados con las brujas. Estos adornos se hallan en las puertas de las casas, los retrovisores del interior de los coches e incluso en los edificios oficiales. Las brujitas están por todas partes y los vecinos aseguran que les traen buena suerte. Nada que ver con lo que pensaban los que vivían aquí hace 300 años.
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