Fenómenos como el sonido del diablo o la misteriosa Mansión Winchester siguen impresionándonos en la actualidad. Son tendencia, incluso a esta altura del siglo XXI, cuando la ciencia se ha dado a la tarea de resolver todos los misterios del mundo. Quizá simplemente por la necesidad del hombre de creer en otras cosas, la necesidad de que el mundo sea más de lo que ya conocemos. Tal vez este fue el caso de Carole Compton, una mujer que fue acusada de brujería a principios de los años 80, en Roma, quizá porque se preguntó si existiría la posibilidad de que una parte del ser humano, aburrida de la objetividad, pudiera encontrar un mundo lleno de magia, la posiblidad de dar con fabulosos mundos paralelos. Sin duda, cuando hablamos de Carole Compton estas preguntas siguen retumbando en nuestra mente.
Carole Compton fue acusada en pleno siglo XX de ser una bruja. ¿Por qué? Para conocer su caso tenemos que trasladarnos a Roma, un encantador destino turístico que puedes conocer mejor en Conoce Roma en un día, pero que en los días del año 1982 fue escenario de varios sucesos extraños. Para ese entonces, Carole contaba con unos 20 años, era una muchacha de origen escocés que se había trasladado a Italia con su novio, y que decidió trabajar de niñera mientras su pareja hacía el servicio militar.
Pero todo esto terminaría muy mal. Carole Compton terminaría siendo acusada de brujería, asesinato y piromanía, todo esto a raíz de un incendio, que se dijo había sido provocado por ella, y en el que había fallecido la joven Agnese, una pequeña muy linda, preciosa e inocente. Sin embargo, todo el tema daría un vuelco no tanto por el incendio, sino por la acusación de brujería. Y es que en torno a Carole ocurrían cosas muy extrañas, que llegaron incluso a asociarse con la pelicula maldita Poltergeist.
1. Su trabajo como niñera
Compton comenzó a trabajar para la familia Ricci como niñera, pero su empleo solo duraría unos pocos días. Inmediatamente después de comenzar a trabajar, sucedieron unos eventos realmente extraños: cuadros religiosos se caían inexplicablemente a su paso y unos misteriosos incendios comenzaron a suceder cada vez que Carole estaba cerca. La familia Ricci, que temía por sus hijos, despidió a la muchacha al poco tiempo de contratada. Pero este no sería el fin de sus días de niñera, pues pronto Carole Compton fue contratada por la familia Tonti.La abuela de la familia Tonti era una señora tremendamente supersticiosa, y desde el principio señaló que no le gustaba Carole, había algo en ella que la asustaba. De hecho, la abuela Tonti se refería a Carole como strega, bruja en italiano, y es que a su alrededor seguían suscitándose extraños acontecimientos. Incluso Carole llegó a decir que escuchaba rasguños en el interior de la casa, sin lograr identificar de qué se trataba. El punto crítico llegó cuando ocurrió un incendio que cobró la vida de la pequeña Agnese, quien murió llorando en su cuna. Fue entonces cuando la familia Tonti acusó a Carole Compton de haber iniciado aquel incendio, y la abuela sentenció su suerte al tildarla de bruja.
2. Detención y juicio de Carole Compton
La policía detuvo a Carole para interrogarla y la llevaron a la prisión de Livorno. Sin embargo, no obtuvieron mucha información, ya que Carole afirmaba no saber qué sucedía o cómo es que se provocaron aquellos incendios. El caso se dio a conocer por la prensa con el titular de “La niñera a la que llamaron bruja”, creando gran controversia, ya que parecía que se estaban adentrado en un juicio al viejo estilo de la búsqueda de la verdad de las brujas de Salem.
En sí, nadie había sido testigo de que ella pudiese provocar alguno de estos acontecimientos, y no había ninguna prueba de que ella lo hubiese hecho, solo una sospecha latente.
Todo se volvió más extraño cuando los expertos forenses atestiguaron que algunos de los incendios, como el del colchón, no pudieron haber sido provocados por alguna fuerza externa o a manos de una persona, debido a que habían surgido por una especie de calor intenso que se intensificaba de alguna forma por sí solo.
En Diciembre de 1983 Carole Compton enfrentó el juicio, tras haber estado en prisión durante 16 meses. La superstición y la paranoia de los miembros del jurado provocaron que Carole fuera encerrada en una jaula durante el juicio, como si se tratara de Madame Lalaurie, la bruja de Royal Street. Se le consideró inocente de las acusaciones por intento de homicidio y culpable por incendio intencionado, la pena consistía en permanecer dos años y medio en prisión. No obstante, esta sentencia fue revocada, ya que se habían cumplido 16 meses de su estadía en este lugar.
Tras su liberación, Compton decidió alejarse de los medios de comunicación hasta 1990 cuando publica un libro sobre su experiencia titulado “Superstición: La verdadera historia de una niñera a la que llamaron bruja”, el cual no obtuvo gran impacto. La joven vive actualmente en Yorkshire, Inglaterra, con su esposo.
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