La pasada semana salió a la luz la
Gran Pirámide de Guiza, también llamada Pirámide de Keops, ocultaba en
su interior una cámara secreta del tamaño de “un avión de 200 plazas”. . Se ha descubierto que
La cavidad de más de 4500 años se ha encontrado gracias a . Pero en Assassin’s Creed: Origins, el videojuego de Ubisoft que salió hace unas semanas, ya se habían adelantado al descubrimiento.
En el juego, puedes acceder con el protagonista a las numerosas pirámides que pueblan todo Egipto. Y, efectivamente, cuando
accedes a la de Keops, te encuentras con la enorme pasarela inclinada
cuya existencia no se ha confirmado hasta después de la publicación de
este título.
Maxime Durand, encargado de la documentación histórica de la franquicia, ha hablado con sobre la decisión de incluir esta estructura en la versión original del videojuego:
“Estábamos
convencidos de que las teorías de Jean-Pierre Houdin, que hablaban
sobre dos antecámaras y un circuito real dentro de la Gran Pirámide,
eran muy creíbles. Por eso decidimos utilizarlas dentro del juego.
Apostábamos porque esas localizaciones secretas dentro de la Gran
Pirámide se descubrirían en un futuro próximo, así que queríamos que los
jugadores pudieran visitarlas antes que nadie”.
Al estar ambientado en el año 50 antes de Cristo –durante la etapa de Cleopatra al mando de Egipto–, la pirámide ya tiene más de dos milenios de antigüedad en el videojuego. Por tanto, no se conserva en su máximo esplendor y es más bien un lugar secreto en el que poder conseguir tesoros ocultos.
Pero
llama la atención el rigor histórico utilizado para aumentar al máximo
la experiencia del jugador. Un rigor que continuará dando de sí en el
videojuego a través del DLC , que servirá como una completa guía sobre la historia de Egipto.
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