El misterio de Akenatón, el faraón que vino de las estrellas

Su nombre de nacimiento era:
Amenofis
‘Amón está contento’ 
Coronado como: Neferkheprure wa’enre Amenofis(1353-1335 a.C)
Nombre que cambia por:
Akenatón.

(de ajen, “gustar”, y aton, “el Sol”, interpretado como ´amado por el Sol´

Durante su cuarto año como faraón, Akenatón ordenó construir una nueva capital para rendirle culto al Sol llamada Amarna, a mitad de camino entre Tebas y Menfis. En esta ciudad Akenatón pasó diez años y durante su estancia aplicó cambios tanto en arte como en otros ámbitos culturales.

Restos de Amarna

Durante su estancia en Amarna, Akenatón también se dedicó a establecer como tenían que representarlo públicamente y aquí es donde difiere con el resto de faraones. En la iconografía egipcia los faraones están representados con cuerpo muy ancho y cintura estrecha tanto en grabados como en estatuas.

Akenatón tiene rasgos físicos totalmente contrarios si comparamos sus representaciones con las de otros faraones a los que los egipcios dibujaron con mucha mas presencia física. Los faraones ordenaban a los artistas que les esculpieran y pintaran con las espaldas anchas y la cintura estrecha, (cuerpos perfectos con forma de triángulo invertido), sin embargo, Akenatón ordenó que le representaran tal y como era, con rasgos masculinos y femeninos así como el pecho mas hundido y el cráneo deformado.

Akenatón

Cuando Akenatón abandonó el trono la ciudad de Amarna se destruyó así como casi todas sus representaciones y los templos al Sol. La gente volvió a adorar a múltiples dioses y fue su forma de rechazar el sistema religioso impuesto por Akenaton, aunque los seguidores de la teoría de Los Antiguos Astronautas piensan que fue una tapadera para esconder su origen alienígena ya que tenía conexión con extraterrestes.

 

Akenatón y Nefertiti

 

En 1907 un arqueólogo británico descubrió los restos de Akenatón en el Valle de los Reyes.  Se confirmó que efectivamente presentaba un cráneo deformado y alargado.

Varios eruditos piensan que Akenatón tenia una enfermedad que le producía una anomalía física pero esto se descarta con uno de los tantos misterios que envuelve a la mujer de Akenatón, la reina Nefertiti, la que también presenta estos rasgos craneales en todas sus representaciones.

El hijo de Akenatón se convertíria en el faraón más famoso de la historia, Tutankamon. Cuando en 1922 el arqueólogo Howart Carter descubrió su tumba éste confirmó que Tutankamon también tenía la cabeza muy grande, por lo que heredó genética de sus padres.

Representación de Tutankamon

Los seguidores de la teoría de Los antiguos Astronautas afirman que Akenatón era un extraterrestre procedente del sistema estelar de Sirio, o incluso tratarse de un híbrido humano-extraterrestre. De ahí su ahínco en la creación de una religión monoteísta centrada en la veneración al “Sol”, entendiendo el Sol no como nuestra estrella, si no como algo místico más allá de nuestro planeta.